Tardío, pero reconocimiento al fin, es lo que decidió el Gobierno con el aumento temporario del corte con biodiésel en el gasoil para aliviar la crisis de abastecimiento de combustible que afecta a las actividades productivas. El Ministerio de Economía dispuso que se lleve de 5% al 12,5% la mezcla, que será abastecida por las pymes entre el 5 y el 7,5% y el resto de libre acceso. Lo que los especialistas y analistas de la actividad venían proponiendo hace tiempo para evitar problemas en la producción, las autoridades económicas lo aprobaron recién esta semana. Según el Ministerio de Economía, esta autorización, que será temporal, “podría llegar a representar más del 30% de las importaciones mensuales promedio de gasoil durante el primer cuatrimestre”. Como toda burocracia amante de las siglas ya hay un nombre para designar a este permiso: Corte Obligatorio Transitorio Adicional de Biodiésel (Cotab).
Y como también habían advertido los especialistas, esta crisis podría haberse mitigado de no haberse cambiado el porcentaje de corte en la nueva ley de biocombustibles que redujo en el biodiésel del 10% al 5% el rango de mezcla. El director de la Asociación de Biocombustibles e Hidrógeno, Claudio Molina, estimó que el déficit que provocó la norma fue de 880.000 metros cúbicos de gasoil. No obstante, ahora destaca que esta apertura es insuficiente para paliar el faltante.
En el contexto de escasez de divisas y suba de los precios internacionales de los combustibles la pésima idea que nació de las entrañas del kirchnerismo demostró sus resultados dañinos. También los especialistas habían advertido que ir en contra de lo que estaba pasando en el mundo, con los ejemplos de Brasil y Estados Unidos que cada vez más incorporan los biocombustibles a sus matrices energéticas, iba a tener consecuencias negativas.
El escenario de la crisis lo volvió a reflejar el relevamiento realizado por la Federación de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac) que incrementó de 19 a 21 las provincias más la ciudad de Buenos Aires que en las últimas semanas están afectados por la falta de combustible.
Cuando se advierte que las soluciones a los innumerables problemas del país son con “más campo” y no con “menos campo” el tiempo y las evidencias les van dando la razón a quienes avisan.
Algo similar se puede observar con la macroeconomía de estos días, dominada por las medidas que toma el Gobierno para evitar el drenaje de reservas. En el sector se piden medidas que den certidumbre en el mediano plazo. Cuando en el kirchnerismo eligen jugar con fuego y elevar el reclamo para aumentar las retenciones, no se toma conciencia que eso puede tener un impacto en las decisiones comerciales que generan mayor ingreso de divisas.
Y esto se agrava en un contexto donde están aumentando las preocupaciones por la falta de lluvias y los problemas de abastecimiento de combustible. “Los focos de preocupación están en el clima”, explica el consultor Sebastián Salvaro, director ejecutivo de Az-Group. Esto afecta a la siembra de trigo. “Hay también preocupación por el aumento de los costos, aunque la baja de los fertilizantes de las últimas semanas abre una ventana para tomar un envión”, añade.
En ese escenario, las bajas de precios que se registraron en Chicago encienden algunas luces de advertencia, particularmente para quienes habían decido pactar precios de alquileres a precios elevados. Cautela parece ser el denominador común.
También, como pocas veces antes quedó con claridad que es con “más campo” y no con “menos campo” que se lograr las soluciones. Cuando los gurúes menosprecian a las “materias primas” y se llenan la boca del “valor agregado”, en el agro se demuestra que ambos conceptos están sintetizados. Esta semana, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que su gobierno estaba hablando con sus socios europeos para construir silos temporales en Polonia para facilitarle a Ucrania el almacenamiento de sus granos que no pueden salir por los puertos del mar Negro, dominados por los invasores de Rusia. ¿Sabrá el presidente norteamericano que la solución puede venir de la Argentina, que desarrolló como ningún otro país en el mundo la tecnología de los silobolsas? Si alguien no llamó ya a la Casa Blanca quizás sea la hora de hacerlo. A pesar de todas las dificultades, en el país hay talento y trabajo para ofrecer en un mundo cada vez más convulsionado.
Cristian Mira
Cristian Mira – LA NACIÓN