La “Renta Inesperada” del Gobierno: participa del 70% de la renta agrícola y por ha. de soja “cosecha” $90.000

Por cada $ 100 generados por el campo, unos $ 60 van a parar a las arcas del Gobierno Nacional a través de la presión impositiva que ejerce sobre el sector y de la cual también participan provincias y municipios.

Mientras el presidente impulsa el proyecto para gravar la llamada “renta inesperada”, en junio su administración tuvo una “renta inesperada” con una carga tributaria del 70 % que implicó en junio un aumento de hasta $ 90.000 en impuestos por cada hectárea de soja trabajada por un productor argentino.

Estos son algunos datos que reflejó el último informe sobre el Índice de participación del Estado en la renta agrícola publicado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA).

“Renta Inesperada”, pero del Gobierno

La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) publicó su informe trimestral sobre la participación del Estado en la renta agrícola que arrojó que por cada $100 de renta que genera una hectárea promedio, $61,50 se va en impuestos.

Precisamente, el índice de junio es 3,4 % más bajo que el registrado en marzo, al pasar de 64,9% a 61,5% debido principalmente a la suba de precios y también por una leve suba de los rendimientos considerados, ya que los impactos de la sequía fueron menores de los que se estimaban.

“Aunque bajó la participación del Estado en la renta agrícola, igualmente la recaudación fiscal aumentó, porque la cantidad de impuestos en pesos que pagó una hectárea promedio aumentó”, afirma David Miazzo, Economista Jefe de FADA. En efecto, en el caso de soja, los impuestos nacionales que paga una hectárea pasaron de $74.250 a $89.986, en maíz de $45.316 a $54.480, en trigo de $26.209 a $38.069 y en girasol de $22.306 a $42.693.

El informe también analiza los cultivos uno por uno y muestra que la participación del Gobierno Nacional en la soja es del 68,4%, en el maíz del 53,9%, en el trigo del 50,4% y en el girasol del 44,8%. En cuanto a los índices provinciales, el “ranking” está encabezado por Entre Ríos con el 64,1%; le sigue San Luis con el 62,5%; Córdoba registra un 62,3%; La Pampa un 59,8%; Santa Fe un 59,7% y Buenos Aires un 59,6%.

Tipo de cambio y costos

El informe de FADA también aborda qué pasa actualmente con el tipo de cambio y los costos, y cómo estos factores influyen en el trabajo de los productores argentinos. En este sentido, señalan que, en los últimos 12 meses, el incremento nominal del tipo de cambio oficial fue del 26,7%, pasando de $94,86 por dólar a $120,16, mientras que la inflación en el mismo periodo la inflación fue del 60%.

En términos de tipo de cambio real, descontando los efectos de la inflación, en los últimos 12 meses cayó un 21%. “¿Qué significa? Que el tipo de cambio se ha atrasado respecto a la inflación, incrementando los costos de producción al medirlos en dólares, un escenario malo para cualquier actividad exportadora”, advierte Miazzo.

“Para poner un ejemplo: el costo de la cosecha se incrementó un 83% en pesos en los últimos 12 meses, mientras que el tipo de cambio oficial sólo subió 26,7%. Esto significa, que el costo de la cosecha se incrementó un 44,5% en dólares. Algo parecido pasa con el resto de las labores y los fletes, es la consecuencia típica de los procesos de atraso cambiario, los costos en pesos comienzan a encarecerse al medirlos en dólares”, comenta por su parte Nicolle Pisani Claro, economista de la entidad.

“En cuanto a los costos de insumos, los fertilizantes son los que vienen presentando mayores subas en dólares desde principios de 2021, con aumentos en dólares que van desde el 73,6% hasta el 97,1% según los distintos productos”, afirma por otro lado Natalia Ariño, economista de FADA.

Según el informe, si se analiza la estructura de costos de los cultivos de acuerdo a la moneda en la que están expresados, se puede identificar que un 54% de los costos de una hectárea de soja están estrictamente dolarizados aunque si se considera el costo de la tierra llega a representar el 66%. En el caso del maíz, como los fertilizantes y semillas tienen más peso que en el caso de la soja, los costos dolarizados ascienden al 56% de la estructura, mientras que, si se considera el costo de la tierra, los costos dolarizados ascienden al 63%.

“El costo de producir se ha incrementado sustancialmente en dólares durante el último año. Si tomamos el promedio de los cuatro cultivos considerados, hoy cuesta un 37,9% más en dólares que el año pasado, el mayor aumento se dio en trigo, con un incremento anual del 50,1%. Si se compara con el año 2008, por tomar otro periodo de precios internacionales altos, los costos actuales son un 56,8% más altos en dólares corrientes, para el promedio ponderado de los cuatro cultivos”, concluye Miazzo

Claudio Vaca – Agroverdad