Una investigación realizada por el INTA muestra que se comenzó a plantar hortalizas en nuevas áreas, además de que se reactivaron fincas que estaban abandonadas.
Las transformaciones del Área Metropolitana de Mendoza han impactado en su cinturón verde. Estudios recientes indican que, pese a la expansión urbana, la superficie cultivada se ha mantenido relativamente estable. Además, identifican una tendencia que indicaría que los productores que salen de un sitio, se relocalizan en otras zonas menos competitivas.
El documento se puede adquirir de manera virtual y completar en 15 minutos. En la provincia cuyana hay 431.000 cabezas bovinas y 700.000 caprinas.
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La producción de este año se ubicaría en torno a los 19,5 millones de quintales, casi tres millones por debajo del ciclo anterior, de acuerdo con el Instituto Nacional de Vitivinicultura. Eso derivaría en una suba del precio de la uva.
Caterina Dalmasso, investigadora del INTA que desarrolla específicamente la temática de investigación de procesos de trasformación de zonas rurales por la urbanización, explicó que “estudiando dinámicas intercensales de los últimos censos agropecuarios, específicamente en los distritos rurales de Maipú, Guaymallén y Lavalle, surge que si bien hubo un gran avance de la urbanización, la superficie implantada se ha mantenido estable”.
La hipótesis que maneja al respecto es que, si bien hay un avance de la urbanización sobre las fincas, no se pierde esa superficie porque son remplazadas por otros lugares que se han puesto en producción. Es decir, el cinturón se ha corrido hacia otras áreas.
LA INVESTIGACIÓN
Mediante una metodología que utiliza datos cualitativos provenientes de fuentes primarias y cuantitativos provenientes de fuentes secundarias, este trabajo profundiza en las particularidades de la dinámica en Fray Luis Beltrán (Maipú), distrito que en los últimos años ha registrado un importante crecimiento de superficie cultivada.
El artículo da cuenta del proceso de expansión agrícola en esta región e identifica sus condiciones habilitantes: existencia de superficie apta no-cultivada, disponibilidad de agua subterránea junto a una capacidad técnica para explotarla y posibilidad de los actores de especializarse en horticultura pesada para exportación.
Encuentra, además, que dicho proceso es protagonizado por actores locales que cuentan con una presencia profunda y previa en el cinturón verde de Mendoza. El estudio aporta evidencia sobre la conformación de un modelo de horticultura que se distingue de la existente en otras áreas del cinturón verde, así como de procesos expansivos generados en otras áreas productivas.
FINCAS REACTIVADAS
Entre otros datos, la investigación determina que esa expansión está dada sobre fincas abandonadas que fueron reactivadas, en un 65%, mientras que el 35% restante ocurre sobre tierras vírgenes puestas en producción.
Otro punto que se destaca en la investigación que los productores no se trasladan de zona; es decir, si bien se corren hacia otros puntos rurales, no se cambian de distrito o de departamento.
Asimismo, el avance del cinturón verde hortícola va retrayendo la vitivinicultura en estos espacios periurbanos: la vid se extiende hacia otras zonas como el Valle de Uco, San Rafael y Barrancas
Por Carla Luna – INFOCAMPO