Están ahogando de impuestos a los productores

Todo esto genera incertezas, en un momento político – económico en el que lo único que se tiene es incertidumbre y ausencia de rumbo cierto para la Argentina.

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Quienes arriesgan e invierten en el sector agropecuario merecen respuestas concretas. El llamado impuesto a la renta “extraordinaria” o “inesperada” viene a constituir una triple imposición al sector productivo. Y se da mientras la percepción de derechos de exportación (retenciones) carece de apoyatura legal.

La idea de un nuevo impuesto a la “renta inesperada o extraordinaria” no es más que un nombre sugestivo que el Gobierno nacional le pone a lo que será una nueva exacción al sector privado productivo.

Como es habitual con este Gobierno, los anuncios son vagos y confusos. Por eso, hoy no se sabe a ciencia cierta de que se trata el proyectado impuesto, cuál será el hecho imponible, para qué período.

Falta información a la que debiéramos tener acceso si nos respetaran como ciudadanos. Así tratan a los contribuyentes y a la ciudadanía en general. Hay una notoria falta de rigor técnico a la hora de realizar los anuncios.

Todo esto solo genera incertezas, en un momento político – económico en el que lo único que se tiene es incertidumbre y ausencia de rumbo cierto para la Argentina.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, conserva un raro privilegio y es el de haber anunciado inflaciones proyectadas que nunca se cumplieron. Sin embargo, pareciera que sus errores de diagnóstico y de macroeconomía lo obligan a inventar nuevos impuestos, al mismo tiempo que permanecen cerradas las exportaciones, mediante cuotas, permisos e intervención de mercados.

Si eso es su plan, no vemos otro futuro que el triste declive del presente. El Gobierno no recepta la idea de fomentar inversiones. Al contrario, todo el tiempo busca desincentivarlas, con cepos y aumento de presión impositiva.

Hoy en el Gobierno nadie explica el fracaso de la guerra contra la inflación que anunció el presidente Alberto Fernández. Solo se busca o inventan ganancias inesperadas o rentas extraordinarias.

No negamos la salvaje invasión de Rusia a Ucrania y los efectos en el aumento de precios de algunas materias primas, pero la inflación en Argentina es un problema endémico, cuya causa principal es el constante déficit fiscal y la mirada sin perspectiva productiva, que se traduce en ahogar de impuestos a quien produce.

No alcanzan las retenciones ni las transferencias de ingresos que ellas producen. Guzmán pretende hacernos creer que solo subieron los precios de los commodities, como si todos los componentes de insumos se hubiesen quedado inmóviles.

Resulta penoso comprobar que un ministro de Economía esté tan alejado de la realidad productiva. Se mantiene al margen del conocimiento de los valores del gasoil en el interior (además de la dificultad de proveerse del mismo) y de la suba de costos, de todos los demás rubros que hacen a la producción primaria (por ejemplo, los insumos clave, como son los fitosanitarios)

Jorge Chames – La Voz del Interior