Gobierno apura puesta en marcha del fideicomiso de trigo y maíz

Desde la Secretaría de Comercio Interior buscan implementar cuanto antes el subsidio a la harina de trigo para evitar una suba de precios en productos derivados.
Gobierno apura puesta en marcha del fideicomiso de trigo y maíz
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El trigo es sin dudas el cultivo del año entre los commodities. No sólo lo es por ser uno de los actores principales del fideicomiso que acaba de oficializar el Gobierno, sino porque además su precio emprendió una escalada alcista que nadie sabe cuándo terminará. Ayer por la tarde la posición más cercana en el mercado de Chicago registró una marca histórica, con u$s523,69 por tonelada, luego de subir u$s28,38 respecto del viernes. La razón: cerca del 30% de la exportación global sale de la zona que hoy está en guerra y sin tráfico comercial.

Que los principales productos que produce y exporta la Argentina tengan un precio récord a nivel internacional debería ser una gran noticia para nuestro país, porque implicaría de alguna manera un mayor desarrollo de la actividad económica, con estímulos a la siembra y la industrialización, con todo lo que eso implica.

Como para sumar un ingrediente mas al análisis, esta semana se discute en el ámbito legislativo un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, donde queda muy en claro la necesidad de aumentar las exportaciones agrícolas para engrosar las reservas del Banco Central, que permitirían no sólo cumplir con los compromisos de deuda que tiene la Argentina sino también darle un respiro a las constantes tensiones que sufre el tipo de cambio.

Esta situación confronta de lleno con una de las batallas más duras que tiene el país: la inflación, en particular en el rubro alimentos.

Para intentar evitar el impacto de los altos precios internacionales en el mercado local, el Gobierno acaba de implementar un nuevo mecanismo -criticado por las industrias- para “desacoplar” con mayor intensidad los precios internos de los externos y evitar que la coyuntura internacional agrave aún más la situación de millones de argentinos.

El fideicomiso planteado por el Gobierno -cuyo nombre oficial es “Fondo Anticíclico Agroalimentario”- tendrá un aporte de u$s25 millones que realizarán los exportadores de trigo y maíz para contener los precios de los paquetes de harina 000 y los fideos secos que forman parte de “Precios Cuidados”.

Con la idea de poner en marcha el fideicomiso, ayer por la tarde se realizó una reunión en la Secretaría de Comercio Interior, de la que participaron los molineros, los industriales y los supermercados.

Quienes no participaron del encuentro fueron los representantes de la producción. Según pudo confirmar Ámbito no avalan el nuevo esquema porque aseguran que el dinero que pondrán los exportadores se les descontará a los productores. Por otra parte no comprenden por qué se incluyó al maíz si todos los productos a subsidiar son derivados del trigo. Lo que estiman es que a corto plazo se podrían incorporar otros alimentos, como el pollo, el cerdo, etc.

En diálogo con Ámbito, Juan Manuel Airoldes, presidente ejecutivo de la Unión de Industriales Fideeros (UIFRA), aseguró que “en estas circunstancias el fideicomiso pasa a tener una importancia absoluta para los consumidores y para ciertos eslabones de la cadena triguera. Nos da certidumbre hacia el futuro y disminuye la volatilidad”.

Según Airoldes, “es una medida para un contexto de emergencia, para desacoplar el precio internacional del trigo y darle certidumbre a un grupo de consumidores. No se beneficia nadie dentro de la industria”.

Por ahora, restan definir algunos detalles pero con los valores actuales, la tonelada de trigo de referencia tendría un valor cercano a los $23 mil, que contrastan contra los 35 mil del mercado actual, por lo tanto el subsidio sería de cerca de $12 mil (90 dólares por tonelada).

Desde el Gobierno aseguran que el nuevo mecanismo protegerá a los consumidores, pero al mismo tiempo avanza con una nueva medida de intervención en los mercados, puesto que mientras subsidia la oferta, también controlará los precios en la góndola de los productos subsidiados, poniendo el ojo en la rentabilidad de las empresas involucradas

Por Daniel Aprile – Ámbito