Soja: ¿De qué manera comunica la cadena?

“Ya no hablamos de medios como únicos canales de comunicación. Y quizás ya no haya un ‘público general, sino muchos” dijo la periodista Adriana Amado.

La periodista argentina Adriana Amado moderó el panel sobre comunicación.

“Vivimos tiempos de desconfianza generalizada y eso impacta en las organizaciones. Nos queda la sensación de que estamos frente a un sector desprestigiado, posiblemente porque la discusión la han tomado los gobiernos, la política y los medios que, de acuerdo con una investigación, son considerados menos competentes”.

Lo dijo la periodista argentina Adriana Amado, quien moderó el panel Cómo comunica la cadena de la soja en el mundo, dentro del eje Potenciar la soja y en el marco del seminario Acsoja 2021.

Amado dio su visión sobre el tema junto a los comunicadores Ricardo Arioli Silva, de Brasil, y David González Mencia, de Paraguay, en un panel conducido por Ricardo Bindi. La profesional se apoyó en un estudio realizado por la consultora internacional Edelman en 28 países donde, contrariamente a lo que se podría suponer, los empresarios se ubican entre los actores más confiables.

La comunicadora consideró que el agro tiene una gran oportunidad de recuperar confianza, especialmente desde las organizaciones civiles que también son percibidas como confiables.

“Una de las claves sería empezar a reconstruir vínculos de confianza personalizados, en donde se deje de hablar desde los grandes actores sociales y empecemos a ponerles nombre y apellido, historias de vida, para generar un puente de confianza con la sociedad, en donde este sector tan vasto se inserta”, explicó Amado.
De acuerdo con Amado, la confianza ha caído en todas las fuentes de información. “Ya no estamos hablando de medios como únicos canales de comunicación. Y quizás ya no hay un ‘público general’, sino muchos públicos con los que hay que sostener pequeñas conversaciones”, expresó.

“La sensación que los productores tenemos es que la población urbana no conoce el agro y nosotros no nos comunicamos adecuadamente con ellos”, reconoció Ricardo Arioli Silva, ingeniero agrónomo y productor rural de Mato Grosso, integrante de distintas instituciones de la cadena, al relata la situación de la comunicación en su país.

También hizo un repaso de las noticias que exhiben negativamente al sector en los medios locales e internacionales. Y pidió a los agricultores poner especial atención en “el lenguaje que se utiliza, el mensaje que se quiere llevar y la imagen”.

“A muchos gobiernos les interesa que tengamos una imagen de riqueza, de ostentación, porque el agro es fuente de recaudación de impuestos”, sostuvo Arioli Silva.
Así, mencionó a algunos de los cuestionamientos hacia el agro y sus discursos, como los pesticidas, el medio ambiente y las campañas internacionales que tiene intenciones de perjudicar a los productores de América del Sur por ser más competitivos que los europeos.

“Pienso que tendríamos que saber qué, cómo y cuándo comunicar y tener una iniciativa en común”, opinó.

Arioli Silva instó a aprender a manejar las distintas redes sociales y a usarlas como canales efectivos de comunicación con la población urbana, siendo cuidadosos con las opiniones vertidas para que no sean usadas en contra del sector, así como con la reproducción de fake news.

Además, consideró que “las mujeres son fundamentales para comunicar mejor el agro a las poblaciones urbanas, ya que tienen un lenguaje más ameno y más amoroso que los hombres”.

“Tenemos que enfocarnos en la comunicación local, en donde se producen las cosas, donde las personas nos conocen con la ciencia como fortaleza”, remarcó Arioli Silva.

“Las organizaciones no gubernamentales (ONG) durante 25 años crearon una imagen negativa del productor que, al instalarse, es muy difícil de revertir”, agregó, por su parte, David González Mencia, periodista especializado de Paraguay.
“Pero con una cadena de valor sin organización y sin recursos es imposible llevar adelante una campaña de comunicación. Ahí es donde las ONG tienen ventaja”, añadió.

Para revertir este proceso, se generaron espacios de comunicación que no existían, como programas y canales dedicados a la producción rural con participación de los productores; se diseñaron estrategias en redes sociales; se crearon departamentos de comunicación en empresas del agro; se capacitaron a los agricultores para que tengan mayor presencia y puedan argumentar en su defensa; se trabajó en darle un rostro más humano al productor y en la vinculación la actividad agropecuaria con las personas de las ciudades. Estas acciones —según afirmó el periodista— han logrado reducir la visión negativa y las publicaciones en contra del sector.

“Hemos regalado muchísimo tiempo para que las organizaciones antiagro se fortalezcan”, lamentó. Y señaló que los recursos que destinan los productores para campañas de comunicación son reducidos respecto de los que invierten las ONG.

“El desafío es seguir hablando de los puntos positivos que tenemos en el agro, no sólo de Paraguay sino a nivel Mercosur”, sostuvo.

En el cierre del panel, se realizó una reflexión sobre el rol del agro en la pandemia y cómo poder capitalizar esta función clave del campo como proveedor de alimentos, para así poder transmitírselo a la ciudad y fortalecer la relación entre el productor y el consumidor.

También se hizo referencia al impacto de la pandemia en la comunicación. Amado manifestó que esta situación ha cambiado mucho la percepción, el vínculo con la cotidianidad y nuestra conexión con el mundo, que de alguna manera se ha facilitado en este contexto.

“Hemos aprendido a comunicarnos por los canales digitales y a expandir nuestros horizontes. Y eso también va a cambiar el diagnóstico. Creo que hay que ‘resetear’ lo que pensábamos de muchas cosas y empezar a trabajar para adelante”, argumentó. (Mascom)

Guillermo D. Rueda / grueda@lanueva.com – La Nueva Provincia