La petrolera estatal YPF presentó el balance de su último trimestre la semana pasada. Allí mostró una pérdida neta de casi 500 millones de dólares, entre otros datos.
Y en el evento sus máximos ejecutivos tuvieron que responder preguntas a los inversores. Algunos preguntaron si YPF podría disponer nuevos aumentos en los precios de las naftas, que ya subieron, en apenas 10 meses del año pasado y de este un 70%, muchísimo más que la inflación.
La respuesta de los máximos gerentes camporistas fue muy significativa. Dijeron que «si la macroeconomía evoluciona de una manera diferente a la que nosotros anticipamos, es muy probable que tengamos que revisar nuestra estrategia de precios en el surtidor».
«La futura evolución de los precios en el surtidor depende de la evolución de la cotización del petróleo crudo local, y otras variables como inflación y devaluación, que estamos monitoreando en forma constante», dijeron.
O sea, por el momento no habrá nuevo aumentos. Pero si la inflación, la devaluación u otras variables macroeconómicas lo requieren, habrá aumentos.
Es una obviedad.
Pero justo por eso es interesante.
Porque el presidente Alberto Fernández, la semana pasada, cuando se difundió el 3% de inflación de julio, culpó, otra vez, a los formadores de precios. Para el presidente la inflación es un problema de falta de solidaridad de los empresarios y no de la emisión descontrolada de dinero.
Bueno, ahora los propios gerentes de YPF, puestos por el propio Presidente, refutan a Alberto Fernández. Si existen los formadores de precios, bueno, YPF es el caso más claro. La petrolera tiene más del 50% del mercado de combustibles. Hay muy pocos sectores con semejante concentración. Y la controla el Estado. O sea, Fernández podría exigirle a sus ejecutivos que sean «solidarios» y no suban los precios.
Sin embargo, los funcionarios ya le avisaron: si la inflación, la devaluación u otras variables se disparan, ellos no tendrán otro remedio que subir los precios. Como cualquier hijo de vecina. Porque no hay milagros: nadie puede escapar a la inflación fabricada por el Gobierno, no por los privados
Adrián Simioni – Cadena 3