En Casposo no se ha detenido la exploración, a pesar de las bajas temperaturas invernales, por la ubicación del emprendimiento en una zona baja. –
Los buenos resultados obtenidos hasta ahora en la campaña de exploración en Casposo, en Calingasta, permiten anticipar que en el 2023 podría reactivarse la explotación de la mina. La tarea de búsqueda de más mineral en Manantiales, un área de unas 10.000 ha contigua al emprendimiento original, se ha retomado con fuerza este año y, por su ubicación y con un clima más benigno, tampoco se ha detenido durante el invierno, según dio a conocer Rubén Femenía, gerente general de la empresa Austral Gold.
Casposo fue el tercer yacimiento importante en entrar en producción en la provincia, en mayo del 2011, pero quedó paralizado desde abril del 2019, cuando la compañía decidió poner el emprendimiento en fase de «cuidado y mantenimiento». Fue por diversos factores. El primero, que el precio internacional de la plata había caído por debajo de lo presupuestado y porque la producción de metales en el 2018 y en la primera parte del 2019 fue inferior a la esperada. Además, entraron a tallar otros factores, fuera del poder de decisiones de la empresa. Por ejemplo, el cambio de condiciones como la vuelta de las retenciones aplicada por la Nación y el encarecimiento de la financiación.
Por decisión de la compañía, según se dio a conocer en esa oportunidad, de un total de 205 trabajadores que se desempeñaban en forma directa, quedaron sólo 12 para tareas de mantenimiento de la infraestructura. Ahora hay unos 23 trabajadores, entre la exploración y el mantenimiento de la planta.
Pero después, la empresa consiguió otra área minera, que le permitiría reactivar el emprendimiento. Se trata de Manantiales, contigua al proyecto original, donde la empresa está explorando, con buenos resultados hasta ahora, según Femenía. «Hasta ahora hemos tenido algunos resultados buenos en exploración, pero hay que seguir evaluando, seguir analizando», dijo el directivo.
Para este año la empresa tiene previsto destinar 1,5 millones de dólares de inversión en las tareas de exploración, para seguir avanzando.
La decisión de la compañía, en su momento, fue detener la explotación para concentrar los fondos en exploración. Además, Casposo ya había sufrido en el 2016 una paralización de operaciones -con despidos e indemnizaciones- hasta que el inversor argentino Eduardo Elsztain, dueño de Austral Gold, ingresó al negocio, inyectó fondos y se reanudó la producción.
El proyecto Casposo, operado inicialmente por Troy Resources Argentina, está ubicado en Calingasta, a unos 20 km al noroeste de la villa cabecera del departamento.
La mina y todas sus instalaciones se ubican en el borde oriental de la Cordillera Frontal por debajo de los 2.500 metros de altura sobre el nivel del mar, en una zona donde no existen glaciares ni nacientes o fuentes de agua. Se trata de un proyecto de oro y plata de pequeña minería. Originalmente, la mina fue diseñada para ser explotada en una primera etapa a cielo abierto y en una segunda etapa, aplicando un diseño de explotación combinado que incluyó la ejecución conjunta de labores mineras a cielo abierto y subterráneas.
Ahora, la decisión empresaria es concentrar los recursos disponibles en la exploración, con la posibilidad de reactivar la mina para el 2023. Pero todo dependerá de los resultados de la exploración.
– Diario de Cuyo