Las comunidades indígenas le hicieron frente a empresas multinacionales que desembarcaron en el lugar para la explotación del «nuevo oro blanco».
05/08/2021
Con motivo de la celebración de la Pachamama, el 1 de agosto se liberó el documental En el nombre del litio, obra audiovisual que cuenta con la dirección y guión de Martín Longo y Cristian Cartier. La producción narra los sucesos vividos desde 2016 en las Salinas Grandes (Jujuy), donde miembros de comunidades indígenas le hicieron frente a empresas multinacionales que desembarcaron en el lugar para la explotación del litio, más conocido como el «nuevo oro blanco».
Su protagonista, Clemente Flores, de la comunidad El Moreno, ubicada en las mismas Salinas, dialogó con Salta/12 y contó que si bien la filmación comenzó a fines de 2016 y finalizó en 2019, los eventos en Jujuy comenzaron a sentirse fuertemente desde 2010 debido a múltiples problemáticas. La primera era la explotación del litio, y con ella, surgió la cuestión del agua y el respeto de los derechos indígenas.
«Eso llamó la atención a las comunidades para volverse a juntar», contó. Los pueblos indígenas que viven en Jujuy empezaron a notar que en la provincia vecina de Salta se avanzaba de manera más rápida en el tema. Y esa aceleración empezó a preocuparlos. De inmediato elaboraron un documento en el que ponían de manifiesto la problemática de la Cuenca de las Salinas Grandes, que reúne a 30 comunidades indígenas.
Flores expresó que allí no sólo quedaba expresada la preocupación sobre la explotación del litio, sino sobre lo que sucedería con el tema del agua en la zona. Para las comunidades, el extremo aprovechamiento de este recurso en el lugar lleva a que empiecen a bajar las napas de agua, impidiendo que llegue a la superficie. De esta forma, los pobladores se van quedando con menos agua para el consumo y «la gente vive de la poca agua en la superficie», reiteró el representante jujeño.
Flores relató que las empresas suelen llegar con carpetas de impacto ambiental y «creen que con eso ya encuentran el aval de la comunidad y no es así». A la cuenca la comprenden los departamentos jujeños de Cochinoca y Tumbaya, y un área de La Poma (Salta), con una superficie de más de 6 mil kilómetros cuadrados.
En ese sentido, Flores aseguró que las comunidades piden más información y, sobre todo, que se cumpla el derecho a la consulta previa, libre e informada a los pueblos indígenas sobre iniciativas que pueden afectarlos. «No es que no dejamos entrar, sino que existe la falta de información de las empresas y el Estado», sentenció. Este aspecto es muy bien trabajado en la pieza audiovisual de Longo y Cartier, que viajaron desde Buenos Aires hasta Jujuy por casi tres años, con estadías que iban de 15 a 20 días.
Una de las asambleas en la Cuenca de las Salinas Grandes
En ese proceso, los representantes indígenas pidieron reiteradamente que se hagan reuniones, pero no obtuvieron muchas respuestas. Incluso en 2014, las comunidades presentaron al gobierno jujeño un protocolo en el que se establecía el procedimiento detallado ante acciones que involucraban el territorio indígena. «Era también para que lo puedan ejecutar dentro de la Cuenca, pero hasta el momento no se hizo», sostuvo Flores.
En ese aspecto cuestionó que funcionarios de la Secretaría de Pueblos Indígenas de Jujuy no cumplieran con sus deberes porque «nuestros derechos están siendo vulnerados». «Nos tendrían que estar acompañando y defendiendo, y no lo hacen», reiteró. La pieza audiovisual podrá verse de manera gratuita hasta el 9 de agosto, Día Internacional de los Pueblos Indígenas, en este link.
Flores dijo que la explotación del litio está avanzando en Jujuy, pero «en la parte de las Salinas, no». Y desde que finalizó el documental hasta hoy, así sigue siendo. Toda la producción audiovisual se logró por la investigación que venía llevando adelante Pia Marchegiani, que sirvió como nexo entre los directores y las comunidades.
Los directores del documental, que contaron con la producción de Calma Cine y Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), aseguraron que intentaron reflejar la «última voluntad» de las comunidades indígenas de los salares del norte argentino de ser escuchadas y respetadas. «Sus tradiciones ancestrales están amenazadas por la civilización moderna y la civilización moderna está amenazada por sus tradiciones ancestrales», comunicaron.
Cartier dijo a Salta/12 que encontraron en Clemente la figura que representa la voz directa de las comunidades indígenas del lugar. Aseguró que se fue construyendo la historia a través de él, pero con la certeza de que «era una lucha colectiva y desde una asamblea horizontal». «Ese estilo de relato lo fuimos buscando hasta el último viaje», contó. No obstante, una primera parte del documental narra el impacto, mediático y económico, a nivel mundial del litio en voces de distintos investigadores
Por Maira López – Página/12