La semana que viene podría enviarse al Congreso la nueva ley petrolera. Hubo tensiones entre las provincias. La disputa es más política que técnica.
La ley de de promoción a las inversiones en hidrocarburos, que se está discutiendo desde que comenzó la gestión en pandemia del presidente Alberto Fernández, tiene más obstáculos y tensiones políticas que técnicas. Hubo al menos tres borradores en un año y medio, y un fuerte debate en torno a la renta de las provincias y la joya de la economía, que necesita garantías a largo plazo para los inversores: Vaca Muerta.
La presentación del proyecto se postergó una semana y desde el miércoles pasado el Presidente ya tiene en mano el borrador -que supone que será el último y sin cambios- para que al Congreso Nacional ingrese el proyecto de Ley de Promoción e Inversiones Hidrocarburíferas, avalado por la Secretaria de Energía de la Nación.
El texto viene generando tensiones entre los jugadores de la industria y también los gobernadores y referentes petroleros, pero en estos días empieza a gestarse un círculo de acuerdos, según fuentes que han informado a +e, entre los aportes técnicos y las visiones que tienen tanto el presidente como la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El tema central de la ley pasa por generar un clima de inversiones para que de a poco el país pueda incrementar la producción de petróleo con un objetivo, por ahora necesario: ir a un camino de exportación para que los saldos generen divisas al país, hoy necesarias para sostener la economía. Pero también garantizar el giro de utilidades y divisas a las operadoras.
El clima de tensiones está puesto sobre dos maneras de producción, relacionados a el petróleo convencional (producido mayormente en el Golfo San Jorge, con el principal yacimiento del país, Cerro Dragón, administrado por Pan American Energy) y la producción shale de Neuquén, donde tanto YPF y sus socios esperan señales para pisar el acelerador en el plan de inversiones y conectar pozos. El shale necesita garantías a largo plazo para desembolsar un piso de inversiones.
Grieta shale y convencional
Las diferencias en la apuesta al shale y a las cuencas convencionales del país generaron cimbronazos en Chubut, sobre todo con el gobernador Mariano Arcioni, quien pidió expresamente saber y formar parte del proyecto de ley que se presentará en breve.
En Neuquén, el texto ya anda dando vueltas. La semana pasada trascendió que el mismo Darío Martínez, secretario de Energía de la Nación y presidente del PJ neuquino, mantuvo una reunión con el gobernador Omar Gutiérrez, junto con Ariel Kogan, ex titular de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), mano derecha y jefe político del neuquino Martínez.
Quien difundió en su momento cuál era la postura de Neuquén frente a esta ley fue la diputada nacional por el MPN Alma “Chani” Sapag, hermana del ex gobernador Jorge Sapag, un hombre que quizás fue uno de los impulsores de Vaca Muerta en la época del gobierno de Cristina Kirchner.
“Lo que puedo expresar es que se hizo un proyecto a puertas cerradas, sin consultar ni a las provincias, ni a los sindicatos, ni a las empresas. Se deben favorecer las inversiones en toda la actividad hidrocarburífera de la Patagonia, no solo en Vaca Muerta sino también en recuperación secundaria y terciaria. Debe entenderse que la legislación debe estar inspirada de la nueva realidad argentina y neuquina”, indicó la legisladora a +e.
Así las cosas, el texto que está guardado bajo siete llaves circula entre los políticos y empresarios petroleros, en un contexto donde la actividad empezó a repuntar más allá de las consecuencias de la pandemia
Por Adriano Calalesina adrianoc@lmneuquen.com.ar – La Mañana de Neuquén / Más Energía