“Hoy el movimiento económico está en la Puna y la minería es el motor”

Comenzó a operar la primera mina de oro y cobre de Salta, tras décadas de exploración y de inversión en infraestructura. Toda la cadena de valor (empleos directos e indirectos) conllevará cerca de 1.000 puestos de trabajo.

En los últimos días trascendió la noticia del inicio de operaciones de la primera mina de oro y cobre en Salta. Se trata del emprendimiento Lindero, ubicado en Tolar Grande, departamento Los Andes. Desde el Ministerio de la Producción y el Desarrollo Sustentable de la provincia, explicaron que se trata de un hito en la historia minera de Salta que permitirá reactivar la economía de la Puna e incrementará las regalías.
El impacto, sin dudas, es significativo para la provincia. Pero más allá de lo que hace a las megainversiones de las compañías del rubro en materia específica, el factor impositivo, etcétera, vale la pena resaltar el fuerte impulso que significa para las empresas contratistas y subcontratistas, y para todas aquellas que de alguna manera integran la cadena de valor de la minería puneña. Es en este punto, donde reside el valor en cuanto a mano de obra y fortalecimiento de la economía local.
Para empezar, hay que tener en cuenta que los emprendimientos mineros son a largo plazo, por lo que los beneficios para las comunidades asociadas son sostenibles y hacen vislumbrar un presente y un futuro de posibilidades. Vale como ejemplo el emprendimiento Lindero en cuestión, que invirtió en la instalación de la mina 320 millones de dólares y comenzó a desarrollarse en el 94 y recién, hace pocos días, obtuvo el primer lingote metalífero en su planta ubicada en los cerros del sur del Salar de Arizaro, luego de atravesar por diferentes etapas de exploración, instalación de infraestructura, entre otras.
Se prevé que la mina entrará en su etapa comercial en el primer trimestre del próximo año. Estiman el procesamiento de casi 19 mil toneladas de material por día, con una vida útil de la mina de 15 años aproximadamente, según las reservas de minerales comprobadas. Todo este movimiento conllevará al menos 1.000 puestos laborales entre contrataciones directas para el yacimiento y a través de empresas del medio que integran la cadena de valor.

Luis Vacazur, un referente de las subcontratistas de la actividad minera en la región y titular de GVH y Caprosemitp, contó: “Nosotros celebramos que Mansfield Minera SA, que integra la compañía canadiense Fortuna Silver Mines, haya obtenido su primer doré (es un lingote de una aleación semi-pura de oro), por todo lo que representa para la minería de Salta y para la Argentina, ya que metafóricamente es un imán para los inversores”.
Resaltó que todo esto se traduce en un importante beneficio e inyección de divisas para el país, la provincia, los municipios y los proveedores locales. “Cuando las empresas del medio crecen contratan mano de obra local y esto genera desarrollo. Muchas veces suele decirse desde el desconocimiento ‘aquí vienen y se llevan todo’, cuando no es así. Muy por el contrario, son proyectos de alto riesgo, a largo plazo y extremadamente costosos”. Sobre este punto aclaró, que en toda la cadena de valor de la minería se exigen estándares de calidad y cuidado del medio ambiente que no se pueden sortear, que son imprescindibles para ingresar al circuito. Implican estudios de impacto ambiental, planes de bioseguridad, Responsabilidad Social Empresaria y ocupación de mano de obra local, etc.
Caprosemitp es una cámara de proveedores que fue y creciendo a la luz del desarrollo minero y turístico en la región, y que hoy nuclea a 46 emprendimientos de la región andina.
“Junto con este y otros emprendimientos mineros en la Puna se generó mucha participación económica de los sectores que prestan servicios y de proveedores. Hay grandes, medianos y pequeños actores que se convierten en fuentes generadoras de mano de obra local, con el valor de ser trabajo registrado ya que es una actividad en la que no hay lugar para la informalidad. Es un modelo muy importante para Salta y que es muy bien visto por los inversores extranjeros, lo que se traduce en inyección de dólares, de capitales y es lo que necesitamos”, señaló Vacazur.
No podemos ir contra el desarrollo, resaltaron desde Caprosemitp. Hoy, la minería es la base de la tecnología y la provincia cuenta con materia prima que el mundo está necesitando. “Nos preocupa el medio ambiente más que a nadie, por eso nos ocupamos y acompañamos, y cuando algo está mal se charla. Pero sin lugar a dudas es uno de los sectores más controlados no solo por los organismos locales, sino por los estándares internacionales sin los cuales no se puede realizar la actividad”, contó el titular de GVH.
En Tolar Grande, por ejemplo, no existían proveedores mineros. Hoy existe una red de emprendedores de ese pequeño pueblo puneño, que son de la comunidad y que integran la cadena de la minería. En este sentido, hace falta profundizar la capacitación para ampliar las oportunidades. “Queremos que los chicos que se fueron a lavar copas afuera vuelvan, y de hecho están volviendo porque aquí está el trabajo. Hoy el movimiento económico está en la Puna y muchos de ellos están a cargo de emprendimientos y generan mano de obra, ese es el modelo económico que queremos para la región en materia de minería y turismo», concluyó Vacazur

Daniel Díaz – El Tribuno