Informe revela el impacto social de la actividad minera

Los beneficios que aporta la minería a las comunidades fue abordado por diario Clarín, que señala que cuando se mide el aporte de la minería debe pensarse en su protagonismo como sexto complejo exportador, que generó 3.800 millones de dólares de exportaciones en 2018 y tributó 30.000 millones de pesos durante ese año.

Luego, refieren que en paralelo, estos aportes se ven además reflejados en las comunidades de las zonas mineras, recordando que la actividad suele desarrollarse en lugares alejados de los grandes centros urbanos, constituyéndose en una de las principales fuentes de recursos al erario público y a las economías locales. En este sentido, es fundamental que el aporte de la actividad minera al desarrollo se analice multidimensionalmente, teniendo en cuenta su influencia en la microeconomía y su articulación con el entramado productivo.

Cuando se habla de inversiones mineras, según el matutino porteño, se debe hacer referencia a que se trata de ingresos que, en un gran porcentaje, llegan en forma directa a las comunidades, agregando que las compras y contrataciones se efectúan, mayormente, con proveedores locales, generando aportes para las pymes regionales, sus trabajadores y sus familias. Por su parte, en cuanto a las contrataciones directas de personal, hay que destacar que se trata de un beneficio en materia de capacitación, realizada por las empresas con el fin de potenciar las oportunidades de empleabilidad de la mano de obra local.

Según lo explicado por Marcelo Álvarez, presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), el cual fue citado por Clarín, “entre el 75% y el 80% de las compras de bienes y servicios por parte de las mineras son realizadas en el mercado doméstico, a proveedores enmarcados mayormente en el segmento pyme. El sector ha realizado, en los últimos años, un trabajo articulado con las firmas locales y con el Estado para potenciar el compre local”.

“Toda la variedad de acciones de inversión social tienen en común la necesidad de diálogo y generación de lazos de confianza entre todos los actores (comunidad, Estado y empresas mineras). En este trípode, cada una de las partes tiene su rol en la construcción de un desarrollo sostenido y sustentable. Este es el desafío que el sector minero ha comenzado a abordar con resultados positivos”, concluye.n

– El Esquiú