Una consultora hará los estudios para procesar hasta 10 millones de toneladas anuales. Bahía Blanca es la opción más firme, pero también aparece Chile con posibilidades.
La firma estadounidense McDermott International Inc anunció que firmó un contrato con YPF para proporcionar servicios de ingeniería y diseño destinados a construir una planta de gas natural licuado (GNL) en el país.
Mediante un comunicado la consultora señaló que las instalaciones tendrán por objetivo procesar 5 millones de toneladas anuales, con posibilidad de ampliar dicha capacidad a 10 millones de toneladas.
La petrolera estatal tiene intenciones de construir una terminal de GNL en Bahía Blanca, aunque tampoco descarta la posibilidad de exportar el gas de Vaca Muerta vía Chile.
Desde hace meses YPF viene realizando un estudio muy amplio y profundo con equipos propios, aunque hasta el momento no existe definición alguna sobre la posible localización ni sobre los resultados de las evaluaciones encaradas.
Un par de meses atrás, en diálogo con La Nueva, el vicepresidente de Upstream de la petrolera, Pablo Bizzotto, hizo referencia a la productividad del gas y reconoció que Bahía Blanca tiene grandes posibilidades de ser el lugar estratégico para la instalación de la primera planta de gas natural licuado (GNL) que permitirá exportar la producción neuquina.
“Hay un proyecto para instalar una planta de GNL, que puede estar en Bahía Blanca o Chile. Nosotros estamos viendo que es más factible Bahía”, dijo.
Pese a que tanto Chile como Bahía Blanca son dos alternativas viables en cuanto a distancias, Bizzotto considera que la planta de licuefacción debe estar en el país y nuestra ciudad, por su acceso al mar, es el gran anhelo de las posibles compañías inversoras.
“Hay que analizar los mercados pero nosotros estamos viendo y nuestra posibilidad es Bahía Blanca, principalmente porque nos gustaría que esa planta esté en Argentina”, agregó Bizzotto.
La construcción de una planta de GNL requiere una inversión de 5 mil millones de dólares y la idea de YPF es impulsarla junto a otras compañías que explotan los pozos de Vaca Muerta.
Días atrás trascendió que la petrolera nacional le propuso al presidente Mauricio Macri la necesidad de garantizar un marco regulatorio que no imponga restricciones a las exportaciones de gas y con ciertos beneficios impositivos, durante dos o trés décadas, para poder hacer atractiva la concreción de una inversión multimillonaria. Esto, obviamente, deberá ser aprobado por ley.
Ahora la consultora McDermott afirmó que está lista para iniciar de inmediato las evaluaciones y que el alcance del trabajo es una continuación de un estudio conceptual previo desarrollado para las instalaciones de exportación argentinas en 2018.
Mark Coscio, vicepresidente senior para América del Norte, Central y del Sur, dijo que la adjudicación de este proyecto pre-FEED es un testimonio de la experiencia técnica de McDermott en GNL y nuestra exitosa asociación con YPF a lo largo de los años.
«Nuestra experiencia como contratista de EPC para la instalación de Perú LNG en la que participó YPF, combinada con las capacidades de modularización de McDermott, fueron factores clave que nos hicieron especialmente calificados para ganar y ejecutar este contrato».
El mes pasado YPF dio un paso importante en este proceso al concretar la primera exportación de GNL producido por su planta flotante anclada en el puerto local. Aunque a escala reducida, este tipo de operaciones servirá como experiencia piloto para luego encarar ventas al exterior a gran escala.
¿Argentina o Chile?
Si bien Bahía Blanca sigue siendo la opción más firme, de hecho se habló de una posible instalación en la zona de Galván, sobre terrenos ganados al mar en proximidades de la ex refinería de la Esso, los puertos chilenos de Lirquén o Quintero también están en carrera.
Tal como lo publicara días atrás La Nueva, Luciano Codeseira, socio director del sitio especializado Gas Energy Latin America analizó ambas opciones y concluyó que nuestro medio no es menos atractivo que el vecino país para exportar gas.
Allí compara las opciones más firmes, es decir, el puerto local y los de Lirquén o Quintero, en el vecino país.
“La opción vía Chile es apenas marginalmente mejor que la opción de Bahía Blanca, en especial cuando se evalúa el destino a Asia: entre US$0,24/MTBU y US$0,42/MBTU. En el caso de las posibles ventas a Europa o India, Bahía Blanca resulta mejor que Chile: entre US$0,45/MBTU y US$0,61MBTU.
“Al final del día, dado que los márgenes de competitividad entre Bahía Blanca y la opción Chile resultan relativamente bajos, será la competitividad sistémica de Argentina o Chile lo que determine la distancia entre una opción u otra. Es decir, la capacidad para establecer factores de competitividad, quitando los nudos de los costos logísticos, las estructuras impositivas obesas e ineficientes, la anquilosis del mercado laboral, la ausencia en intermediación entre el ahorro y la inversión, la falta instrumentos para financiamiento de inversión y tecnología, el enanismo bursátil argentino y la preeminencia de objetivos y reglas itinerantes. Porque al final los que compiten son los países en sí”.
Adrián Luciani aluciani@lanueva.com – La Nueva Provincia