Los porteños, son menos castigados por la inflación

La suba promedio de los precios de la canasta básica fue siete puntos menor que en el nordeste del país

La inflación no solo cruza la General Paz, sino que se acelera a medida que se aleja de Buenos Aires y los grandes centros de consumo. De acuerdo con un relevamiento privado, el impacto de los aumentos de precios en los alimentos y el resto de los productos de la canasta básica no fue igual en todo el país, y los más afectados fueron los hogares de la Patagonia y de las provincias del nordeste.

Según un estudio de la consultora Tomadato, en los últimos doce meses la canasta básica (alimentos, bebidas, artículos de tocador y limpieza) acumuló un aumento de un 62,5% en promedio. Los efectos de los aumentos, además, tuvieron muy poco de federales. En la ciudad de Buenos Aires y el conurbano la suba llegó al 61,7% (un punto menos que a nivel nacional), mientras que en la Patagonia alcanzó al 67,2% y en las provincias del nordeste (Misiones, Corrientes, Formosa y Chaco) se ubicó en 68,8%, lo que implica siete puntos de inflación más que la que sufrieron los porteños.

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La canasta de Tomadato se armó a partir del relevamiento de 525 artículos en 360 supermercados de 14 cadenas distribuidos a nivel nacional. Se relevaron más de 80.000 precios, incluyendo los artículos que integran la canasta del programa oficial Precios Cuidados y que por una cuestión de negociación con el Gobierno en promedio registraron subas inferiores a las del resto de los productos.

Sin cambios
La tendencia a un impacto de los aumentos de precios mucho más fuerte en el interior que en Buenos Aires se mantuvo este año. Según la medición de Tomadato, la suba acumulada en la canasta básica en los primeros dos meses de 2019 llegó al 6,5% a nivel nacional, aunque en la Capital y el conurbano se ubicó en 6,2%, contra el 7,3% de la Patagonia y el 7,2% de las provincias del nordeste.

«En la medición interanual de febrero de este año frente a febrero de 2018, las mayores subas por rubros se dieron en categorías con un componente importado importante, como los alimentos congelados, que aumentaron en un año 74,5%, o perfumería, que acumuló un incremento del 77%», precisó Esteban Rosa, gerente general de Tomadato.

A la hora de explicar las mayores subas en el interior del país, los especialistas ponen el acento en los costos logísticos que impactan en el precio diferencial que termina pagando un consumidor de Misiones o Santa Cruz. «El impacto de la logística es muy grande y posiblemente este factor explica que las regiones más alejadas de los grandes centros de producción y consumo sean las más castigadas por la inflación. De hecho, no es un problema nuevo del país y viene de largo plazo», señaló Luis Sorichetti, director de Tomadato.

La contracara de los fuertes aumentos en la mayoría de los productos de la canasta básica es lo que pasó con las bebidas. Con una suba interanual del 42,4%, fue la única categoría cuya evolución de los precios se ubicó claramente por debajo de la inflación del Indec (que a febrero pasado había acumulado un alza del 51,3%). A la hora de explicar esta performance claramente favorable para el consumidor, hay que analizar la dinámica interna de una categoría marcada por la competencia entre la poderosa industria cervecera y las bodegas.

«El vino enfrenta un problema muy grande de baja de consumo frente a la competencia de la cerveza, lo que a su vez explica que las subas acumuladas en los precios de la categoría estuvieran muy por debajo de la inflación», destaca Rosa. Si se abre el rubro bebidas con alcohol por subcategorías, se descubre que el principal factor de la desaceleración de los aumentos fueron los vinos, con subas que rondaron el 17,1% para los vinos de mesa y que para los tintos finos se ubicaron apenas en el 13 por ciento.

Alfredo Sainz – LA NACIÓN