Mientras en el país sólo una de cada diez intendencias es ocupada por una mujer, nuestra provincia tiene cuatro jefas comunales sobre un total de 18, con lo que llega casi al 30 por ciento.
Argentina tiene uno de los índices más bajos de la región de presencia de mujeres al frente de intendencias, que suman casi 2.300 en todo el país. Mientras el promedio de América latina se ubica en 14,6%, el de nuestro país alcanza el 11,7%. Que presente estas cifras llama la atención desde dos lugares: el país lideró los cambios de la leyes en materia de equidad de género en el mundo, y casi 30 años después se encuentra rezagada inclusive en su región.
El ritmo con el que la mujer ha podido acceder a cargos públicos es mucho más lento acá que en el resto de los países aun cuando es uno de los pocos que ya tuvo a una mujer en la presidencia desde el retorno de la democracia y de la reforma de la Constitución de 1994.
Así lo revela un informe de la Universidad Austral, publicado por iProfesional, que indaga, justamente, sobre la participación de la mujer en las intendencias, la base desde la cual se construye cualquier carrera política. La primera cifra arroja que apenas el 11,76% de las intendencias del país son comandadas por mujeres, contra el 88,24% de los hombres. En definitiva, apenas uno de cada 10 cargos a intendente es ocupado por una mujer en la Argentina.
Si bien se trata de un crecimiento que prácticamente se duplicó desde 1998, cuando ese nivel era de sólo 6,4%, el avance se ralentizó fuertemente en la última década cuando, de acuerdo a datos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) se registró una participación de mujeres intendentas de 10% en 2010 hasta llegar al 11,7% en 2018. Apenas un alza de sólo 1,7% en este lapso.
Cuatro en La Rioja
Ese nivel, sin embargo, es apenas un promedio. Los extremos son todavía más curiosos: mientras en La Rioja cuenta con el porcentaje más alto de mujeres al frente de los municipios al totalizar un 27,7%, en tres provincias ese nivel es de 0%. Se trata de San Juan, Santa Cruz y Tierra del Fuego, aún cuando estas dos últimas son lideradas por mujeres.
En nuestra provincia tenemos cuatro jefas comunales: Silvia Gaitán en Chilecito, Florencia López en Arauco, Daniela López Roudier en Villa Castelli y Gloria Pedraza en Castro Barros.
Equidad de género
Los claroscuros son impactantes. Para Verónica Toller, autora del informe que realizó la Escuela de Gobierno de la Austral, esta situación “en nuestro país es mucho más preocupante más allá de los números. Argentina fue pionera a nivel mundial en lo que que significa trabajar la equidad de género. En 1991 fue el primer país en tener la primera ley argentina del mundo, que reformaba el Código Nacional Electoral y exigía que todas las listas iban a ser recibidas si tenían un cupo de mujeres en sus listas”, recordó.
Si bien la Argentina pateó primero en esto de reconocer un derecho a la equidad en la esfera política, también significó la puesta en marcha de lo que Toller llamó “estratagemas” de parte de quienes históricamente detentaron el poder, como armar las listas con las mujeres en los últimos lugares.
Y esto ha seguido ocurriendo, más allá de la ley de cupo. Cuando se pone la lupa sobre lo que ocurre con la representación de las mujeres el grueso de las provincias se advierte que, entre las mejor posicionadas, luego de La Rioja, se ubican San Luis, Neuquén, Chaco y Chubut, con porcentajes por encima del 17 por ciento.
En el tramo inferior, el más bajo, además del 0 que obtuvieron las provincias mencionadas se encuentran Formosa, Catamarca y la provincia de Buenos Aires, que no llegan al 3%. El informe destacó, justamente, ese último punto.
El distrito que concentra al 40% del padrón electoral tiene, sobre 135 municipios, sólo cuatro que están siendo liderados por una mujer.
“En Buenos Aires no llega al 3% el número de intendentas. Las capitales sólo tienen dos mujeres. Cuando el poder es más grande queda bajo el ala masculina, y el de las mujeres queda reservado para las pequeñas poblaciones, aldeas, municipios de segunda categoría (N. de la R.: tal la clasificación que efectúan los ministerios de Modernización y del Interior), con bajos niveles de habitantes”, amplió la autora del informe.
Por esa razón, Toller sostuvo que la situación es más grave por cuanto “la plataforma de lanzamiento para llegar al poder provincial, nacional, a los ministerios, arranca en el nivel comunal. Las carreras políticas se construyen de trabajar en el municipio, en la comuna. Si esa puerta está cerrada a las mujeres, ¿de qué carrera futura podemos estar hablando? De ninguna”, sentenció.
De las 23 ciudades capitales provinciales, sólo dos tienen a una mujer al frente, las de Santiago del Estero y de Rawson (Chubut). Ellas son Norma Fuentes y Rossana Artero, respectivamente.
A esto se suma que hay tres provincias en donde hay sólo una intendenta mujer, a saber: Celia Robles (PJ) dirige Villa Escolar, en Formosa; Norma Trigo (UCR) es la máxima autoridad en Santa Rosa, Mendoza; y Roxana Paulán (FPV) comanda Fiambalá en Catamarca.
Entre las conclusiones del informe se señala que “la presencia de intendentas, jefas de gobierno o alcaldesas electas en nuestro continente ha avanzado a un ritmo más lento (que el avance de presencia en puestos nacionales) y los resultados que se observan son limitados”, según un trabajo del Observatorio de Igualdad de Género de América latina y Caribe de la CEPAL.
Herramientas legales para corregir la falta de equidad de género
Verónica Toller, autora del informe, consideró que es necesario ponerse a trabajar sobre las herramientas legales existentes, que las hay.
“Herramientas legales hay, Argentina ha sido pionera. En 2017 se aprobó la ley que se va a aplicar en el siguientes elecciones donde va a haber paridad de género 50% real de mujeres en el Poder Legislativo no en las listas. Y hay 7 provincias argentinas que también tienen esa norma de paridad de género”, destacó.
Se trata de Córdoba, Santiago del Estero, Buenos Aires, Río Negro, Neuquén, Salta y Chubut. Lamentablemente, esa cantidad todavía no cubre, siquiera, un 30% del total de provincias. Casi como una broma a la famosa ley de cupo femenino de 30% instaurada en 1991.
Para la docente de la Universidad Austral, el desafío para lograr la paridad pasa por aplicar estos cambios a nivel ejecutivo, porque allí es donde el poder es unipersonal.
Esos cargos no forman parte de listas colegiadas, más allá de que se trate de un intendente o un vice. “Por eso queremos herramientas que lleven a la búsqueda de la justicia y de la equidad de género pero también instamos a los legisladores a que piensen los instrumentos legales que respalden y aseguren esto”, subrayó.
– Nueva Rioja