Sin peronistas presentes, el debate por el desdoblamiento de las elecciones se coló en el encuentro de intendentes
La posibilidad de adelantar los comicios bonaerenses se discutió en la reunión de jefes comunales. Faltó el PJ bonaerense.
Marcos Peña y Rogelio Frigerio fueron los encargados de cerrar el segundo encuentro nacional de intendentes, que organizó el Gobierno en el renovado centro de convenciones porteño y al que acudieron 1000 alcaldes del todo el país.
El jefe de Gabinete y el ministro del Interior representan dos formas de hacer política dentro del Ejecutivo y por estas horas tienen diferentes visiones sobre el calendario electoral de la Provincia.
Frigerio ya no oculta su voluntad de desdoblar los comicios bonaerenses de los nacionales, una idea que Peña rechazaba de cuajo hasta hace poco. María Eugenia Vidal ya no oculta su voluntad de asegurar su triunfo, muy lejos del «preferimos perder que ganar con otro Presidente», que repetían sus laderos.
El diferendo no se notó en absoluto en el discurso de los dos ministros con más poder para adentro y afuera del Gabinete. Prefirieron encauzar la discusión como una jornada de gestión, diálogo y reflexión. Sirvieron para potenciar ese enfoque la jornada las charlas del ministro de Educación Alejandro Finocchiaro, la jefa de la Cartera de Seguridad Patricia Bullrich, el vicejefe Andrés Ibarra, el secretario de Ambiente Sergio Bergman, del titular del programa Argentina 2030 Iván Petrella y hasta un mapa enorme del país, adonde cada uno de los jefes comunales se fue parando para decir cuál era su desafío.
«Les agradecemos la confianza para poder dialogar más allá de los signos políticos. Todos tenemos la responsabilidad de mejorar la vida de nuestros ciudadanos. Quiero agradecerles más porque este ha sido un año difícil», sostuvo Peña, que calificó al G20 como «el evento internacional más importante de nuestra historia».
Sin embargo, en los pasillos del predio jefes comunales bonaerenses y funcionarios nacionales y provinciales debatían sobre la conveniencia de dar un volantazo en la estrategia electoral, mientras Frigerio, en su improvisada oficina en el piso superior del centro de convenciones, recibió a varios intendentes de todo el país.
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Un importante funcionario nacional que trabaja en el Conurbano le aseguró a Clarín que Horacio Rodríguez Larreta ya le dio su bendición para avanzar con el desdoblamiento de los comicios. «Pero hay que estudiarlo bien», pidió el el jefe de Gobierno. El sucesor de Mauricio Macri en la Ciudad planea -con la reforma del código electoral concretada- unificar los comicios de la Ciudad con los nacionales.
Algunas voces del Ejecutivo aseguran que si los comicios bonaerenses se adelantaran, podrían sumar cerca de 30 intendencias a los 69 municipios que ya controlan, 6 de ellos en el Conurbano. Suena también a una expresión de deseos. Insisten en que si la Casa Rosada persiste en su idea de atar la suerte de Vidal a la de Macri -además de poner en juego la Provincia, porque «Cristina Kirchner mide muy bien»- peligran varias intendencias del Gran Buenos Aires, como Quilmes.
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El intendente de Pinamar Martín Yeza -uno de los jefes comunales premiados en el evento por su gestión- fue uno de los pocos que se animó a opinar con el grabador encendido. «No estoy de acuerdo con que la gente vote tantas veces, sí considero que habría que eliminar las PASO, al menos las de elecciones intermedias», sostuvo a contramano de la inclinación de Vidal y su jefe de Gabinete Federico Salvai.
El presidente Macri y el ministro Frigerio, en el encuentro con intendentes de todo el país, este jueves.
El presidente Macri y el ministro Frigerio, en el encuentro con intendentes de todo el país, este jueves.
El primo del Presidente e intendente de Vicente López, Jorge Macri -ausente en del encuentro y con una relación gélida con el subsecretario de Relaciones Municipales del ministerio del Interior Lucas Delfino- empujaba la idea de suprimir las PASO a nivel nacional.
También estudia la posibilidad de desdoblar las elecciones municipales de las provinciales y/o nacionales para los intendentes que no quieran ir en su boleta con Cristina Kirchner. En la Casa Rosada ya desecharon las dos opciones, aunque -en rigor- es una decisión de Vidal. Algunos dirigentes bonaerenses aseguran que la gobernadora le prometió esa salida a Sergio Massa para que le líder del FR apoye el Presupuesto en la Legislatura. Como sea, en La Plata no verían con malos ojos -si adelantan los comicios- suspender las primarias provinciales que querían utilizar para definir liderazgos en municipios sin jefes territoriales claros.
José Corral fue uno de los pocos dirigentes del radicalismo al que por estas horas de internas y pases de factura entre el PRO y el radicalismo por las plazas del Consejo de la Magistratura se lo vio sonriente durante el encuentro de intendentes. Cerca del ex titular de la UCR -de buena relación con Peña, pero promotor de un acuerdo en el Senado con el peronismo, en 2016- no entienden la voluntad de tantos gobernadores por separar las elecciones provinciales de las nacionales. «Si le conviene al peronismo, por qué habría de convenirle a Cambiemos», razona en la intimidad el casi seguro candidato a gobernador de la provincia.
Los grandes ausentes fueron los intendentes de peso del PJ bonaerense. Hace dos años durante la realización del primer encuentro habían aprovechado para empezar a levantar el perfil y mostrar diferencias con Cristina Kirchner. Eran tiempos de grupo Esmeralda. Ahora el peronismo del Gran Buenos Aires -los más y menos kirchneristas- eligieron mostrarse bien lejos del oficialismo. La única excepción fue el ex sciolista Alejandro Granados, de Ezeiza y de buena relación con la Casa Rosada.
Guido Carelli Lynch – Clarín