La noche del 7 de noviembre el peronismo salió fortalecido de la Legislatura como pocas veces en la gestión de Alfredo Cornejo. Eran más de las 22 y la unión de los distintos bloques opositores le acababa de bloquear en Diputados el Gobierno el famoso “rollover” para pagar deuda con nuevo endeudamiento. Hubo furia en el radicalismo, pases de factura desde ambos bandos y la sensación de que había empezado la campaña electoral rumbo a 2019.
Ese triunfo legislativo del PJ fue el prólogo del partido “unido y organizado” que imagina ahora su nuevo presidente, Guillermo Carmona, y que incluye a los intendentes. El “grupo de los 5” (Lavalle, Maipú, Tunuyán, San Martín y San Rafael) aspira a revalidar sus gestiones -con su nombre o con “delfines”- y para ello necesitan de obras públicas que les garanticen el voto popular. Para hacer obras requieren plata; y para que haya plata tienen que endeudarse.
Allí reaparece el “rollover”: el bochazo al endeudamiento incluyó el artículo 37 del Presupuesto, que permite que los municipios accedan a crédito. A él apeló ahora el Gobierno con un mensaje a los intendentes del PJ: si quieren hacer obras, díganle a sus legisladores que aprueben lo que antes rechazaron.
Por Leonardo Oliva – loliva@losandes.com.ar – Los Andes