Emergió del cobismo. Ha pasado por varios cargos hasta llegar a convertirse en la primera vicegobernadora de la historia política de Mendoza. Con cierto tono de resignación, por el límite que le impone la Constitución, confiesa que le hubiera gustado sentarse en el Sillón de San Martín. En una conversación larga y distendida con MDZ habló de todo. Su «matrimonio por conveniencia» con Cornejo y la Legislatura como su «escribanía». Además, su futuro político y su negativa a reformar la 7.722. «Con Alfredo hemos aprendido a convivir en las diferencias. Tenemos perfiles totalmente distintos», lanzó Montero.
«Con Alfredo, hemos aprendido a convivir en las diferencias». Parecen las palabras de alguien que lleva tiempo transitando un «matrimonio por conveniencia», alguien que ha logrado disimular la tensión y disipar los conflictos con su «esposo» habitando en casa separada; sin embargo, tal declaración corresponde a Laura Montero, quien a casi tres años de haber llegado a convertirse en la primera vicegobernadora de la historia democrática de Mendoza admite que, en realidad, y si no fuera por el límite que le impone la Constitución, le hubiera gustado sentarse en el Sillón de San Martín.
La vice Montero recibe a MDZ»PLANIFICO TODO LO QUE TOCO», MONTERO.
Tiene 59 años. Es ingeniera agrónoma y asegura: «Planifico todo lo que toco». Pese o, quizá, gracias a su profesión ha dedicado buena parte de su camino a la función pública. Emergió en los tiempos de gobernación de Julio Cleto Cobos como ministra de Economía y de ahí saltó al Congreso en donde fue diputada y senadora nacional. En diciembre de 2015, en medio de la tragicómica transición de «Paco» Pérez a Cornejo, asumió como la primera vicegobernadora de la provincia. «Me hubiera gustado llegar a gobernadora, pero bueno… llegué a vice», admitió, dejando ver la hilacha de ese «matrimonio arreglado» con Cornejo.
Un arreglo que fue necesario en su momento pero que en el devenir de los hechos ha dejado traslucir los «trapos sucios». Cuando Cornejo quiso ampliar la Corte local, por ejemplo, ella se plantó diciendo que eso dañaba las instituciones. Cuando él propuso un hombre, Dalmiro Garay, para integrarla, ella salió a marcarle que se acordara de las mujeres.
Fuera de esa evidente difícil relación, ella ha encontrado su lugar en el «minigobierno» de la Legislatura. A propósito, en estos últimos años como presidenta del Senado provincial, cargo que por añadidura le confiere también la Constitución, ha sido criticada (por algunos) por levantar una especie de «multimedio» en la Legislatura, tener un «ejército» de prensa a su disposición y vallar en más de una oportunidad el Parlamento. Sin embargo, ella se muestra realizada en tales aspectos.
«Uno de los ejes estratégicos que nos fijamos cuando llegamos fue el de la participación ciudadana. Para lo cual había que modernizar el sistema de comunicación de la Legislatura y garantizar el acceso a la información. Pensá que cuando llegamos (diferenciándose de su antecesor Carlos Ciurca) únicamente había prensa de vicegobernación. Nadie sabía qué hacía la Cámara», se defendió Montero, asegurando que ni siquiera se gastó demasiado en todo esto: «Lo más costoso es el recurso humano para lo cual aprovechamos gente que ya estaba en la Legislatura y que no tenía tareas específicas».
La vice Montero recibe a MDZMONTERO, CARA A CARA CON MDZ.
Se anotó un poroto también en la decisión de empezar a transmitir en vivo los debates parlamentarios. «En las primeras sesiones me di cuenta que el único modo de mejorar la calidad del debate era filmándolo», sentenció. Asimismo, sobre el vallado que ya parece un decorado más del edificio parlamentario, Montero fundamentó: «Las vallas no están siempre. Sólo las ponemos cuando recibimos amenazas concretas de quienes pretenden violentar las instituciones».
Debates devaluados
-Pese a ese esfuerzo por mejorar la calidad de los debates, éstos han ido decayendo significativamente.
-Sí. Cuando tengo que escuchar todas las sesiones y los debates, tengo que hacer un ejercicio… (suspiro). Hay veces que me gustaría tener la palabra (risas) y pedir mociones de privilegio.
-Los argumentos de determinados legisladores, a veces, resultan increíbles…
-Por eso siempre he insistido con mejorar las herramientas electorales. Una buena herramienta electoral como es la primaria y la boleta única te permite legitimar al candidato. Por eso combato estos esquemas de selección que terminan sentando gente acá que tiene poco nivel de representación, que quiere mucho menos la participación y que termina siendo obediente, más allá de la organicidad de bloque que hay que tener. El sistema de gobernanza está en crisis.
La vice Montero recibe a MDZ»SIEMPRE ESTÁ LA TENTACIÓN DE QUIEN ESTÁ EN EL PODER, DE REDUCIR EL MARGEN DE COMPETENCIA ELECTORAL», MONTERO EN RESPUESTA A QUIENES QUIEREN ELIMINAR LAS PASO.
-Aprovecho que sacó el tema de las Primarias. Recientemente hubo una señal de eliminarlas. Señal que vino de la Nación pero que también tuvo su tentación en el Gobierno de Cornejo.
-Siempre está la tentación de quien está en el poder de reducir el margen de competencia electoral. Es un clásico.
-Se puso el argumento de que significaría un ahorro importante desde el punto de vista económico. Incluso Cornejo hizo foco en el costo del voto electrónico.
-No creo que sea un tema de costos. Si no podemos acceder al voto electrónico, se puede hacer con boleta de papel.
-¿Será que, en el radicalismo, le tienen temor a Cobos?
-Siempre está esa tentación de elegir un candidato y cerrar las listas y decir que todos vamos juntos y yo creo que no, que tiene que haber competencia electoral abierta con quien sea que se presente, trabajando desde el territorio hacia arriba.
Un matrimonio arreglado
-Alguna vez se diferenció de Cornejo diciendo que él concentra poder. Cuando están por cumplirse tres años de su llegada a la vicegobernación, ¿cómo está la relación?
-Hemos aprendido a convivir en las diferencias. Tenemos perfiles totalmente distintos. De hecho competimos en la interna por eso.
-Son como esos matrimonios que llevan muchos años
-(Risas).
-Recuerdo cuando Cornejo puso en agenda el tema de la reforma de la Corte, que usted salió a cuestionar la medida por Twitter y días después su hermano, Rodolfo Montero, fue desplazado de la Jefatura de Gabinete de Salud. Se interpretó como que Cornejo suele sacar de la órbita de Gobierno a quien le representa una amenaza para sus propósitos.
-No fue para nada así. Creo que Alfredo lo ha valorado mucho a mi hermano, es un chico muy inteligente, capaz y formado. Más allá de ser economista, se especializó mucho en temas de salud. No tuvo nada que ver con mis dichos por la reforma de la Corte. Tal vez sí hubo por parte de mi hermano cierto desgaste, propio de muchos cambios que le tocó atravesar.
-Igualmente, ¿se siente aislada de determinadas decisiones que toma Cornejo?
-Para nada. Respeto su estilo. También él me respeta a mí. Él no se viene a meter acá en mi gestión. Y creo que esa ha sido la base de esta buena convivencia. En muchos temas hemos coincidido, en otros no han salido como yo hubiera querido, caso del Código de Faltas, pero respeto su investidura.
-¿Le molesta que se diga que la Legislatura funciona como una escribanía de Cornejo?
-Mirá… yo viví con el kirchnerismo en el Congreso de la Nación la fortaleza de ser oficialismo y tener mayoría. No puedo, por lo tanto, despreciar esa opción de tener los números y aprovecharlos.
-Se habla de los sucesores de Cornejo, ¿se puede pensar en que alguna mujer lo suceda?
-La Ley de Paridad de Género (recientemente sancionada) va a servir mucho en eso. Postularía una mujer aunque sea para competir. Se me vienen unas cuantas pero no te voy a decir los nombres (risas).
Su futuro
-Algunos en el Gobierno están preocupados porque dicen que usted quiere ser intendenta de Capital.
-Se habla eso. Qué sé yo. No sé por qué.
-Pero… ¿está en su «planificación estratégica» de ingeniera?
-No. En mi planificación estratégica está mi entrenamiento para ser triatleta… (risas). Por ahora, estoy seleccionando el deporte. Me gustaría ver cómo se va aclarando el panorama nacional. Sí quiero cooperar en seguir dando instrumentos de participación, sí quiero legitimar y apoyar a todo nuestro espacio político integrado por jóvenes y mujeres.
-¿Y su futuro político?
-He cumplido un ciclo. No tengo reelección. Tal vez me hubiera gustado ser gobernadora, pero llegué hasta vice.
La vice Montero recibe a MDZMONTERO: «HE CUMPLIDO UN CICLO»
-Ya que hablamos del futuro, Macri, ¿seguirá?
-El Gobierno nacional tiene que hacer un esfuerzo importantísimo para legitimarse socialmente. Este año no es una buena muestra de ello.
-Cristina, ¿vuelve?
-Es insostenible lo que hizo Cristina. Lo vi y lo viví. Creo que debería dar un paso al costado porque el relato ya se cayó a pedazos.
7.722 y su voto «no positivo»
Uno de los debates en puerta en la Legislatura pasa por la reactivación del desarrollo minero en Mendoza. En un contexto de crisis de empleo, se ha comenzado a instalar la idea de impulsar tal actividad económica como puerta de entrada a fuentes de trabajo y crecimiento. Sin embargo, y más allá de la resistencia social, Irrigación ya marcó que estamos frente a un «año seco» en el que el agua está cerca de convertirse en un recurso crítico.
-Como cabeza del Senado, por donde algunos piensan reflotar el debate, incluso con el apoyo sutil del Gobierno de Cornejo, ¿qué piensa de reformar la 7.722, la Ley que prohíbe la minería metalífera en nuestra provincia?
-Como ingeniera siempre he pensado que tenemos que optimizar absolutamente todos los recursos productivos que tenemos así como también debemos diversificar la matriz; pero también siempre he dicho que tenemos que diversificar en función de determinados recursos críticos. El problema con la minería metalífera es que está en la naciente de recursos hídricos que son muy críticos, sobre todo en este contexto de cambio climático en donde se ha demostrado una involución del recurso hídrico. Asimismo, me preocupa que persista el régimen de fomento minero de la década menemista que lleva a que sea una actividad que no deja nada de ganancia. No es como el petróleo que deja regalías.
***Aclaración: el artículo 115 de la Carta Magna provincial establece que ni el gobernador ni el vicegobernador podrán ser reelegidos para el período siguiente al de su ejercicio. La duración en el cargo para ambos cargos es de 4 años. De ahí el tono de resignación de Montero, de querer postularse como jefa del Ejecutivo deberá esperar sí o sí que pasen cuatro años más, por lo menos***
Jimena Catalá – MDZ on line