El Gobernador admite que “la crisis es muy grande”, critica a Carrió y suma nombres a la carrera para sucederlo, pero descarta a Cobos.
Sobre el escritorio de Alfredo Cornejo, muy ordenado y con pocas cosas encima, descansa un ejemplar de «El oficio más antiguo del mundo», libro del politólogo Andrés Malamud que no habla de la prostitución sino de la política. Con este autor lo une algo más: cuenta que compartieron hostel en Berlín, en 1989, mientras caía el Muro, durante un congreso internacional de Ciencias Políticas.
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Cornejo recibió a Los Andes el jueves a la tarde, un día después de una nueva contramarcha del Gobierno nacional que fue, de alguna manera, promovida por la UCR que Cornejo encabeza: su propuesta de que el Estado y las empresas se hagan cargo del incremento extra en las facturas de gas, y no los usuarios.
-¿Siente que este cambio del Gobierno nacional fue un triunfo radical y suyo?
-Fue una sugerencia nuestra, casi exigencia, que se tuvo en cuenta, que es básicamente que el 50% lo compensen las empresas y el otro 50% el presupuesto público. Nos tomamos un tiempo para fundamentar por qué había que poner plata del presupuesto público para eso. De alguna manera poner plata de todos, de los impuestos, para solo los que tenemos gas suena un poco injusto. Pero encontramos buenas razones, entre ellas las propias retenciones a las exportaciones al gas que permiten financiar esto. Y así no se golpea aún más a la clase media.
Marcelo Rolland / Los Andes
-Pero sirvió también políticamente a la UCR…
-Sí… Nosotros en forma pública ofrecemos cosas y en forma privada muchas más. Algunas son tenidas en cuenta. En esta nos vimos obligados a ofrecerla públicamente porque generaba un costo que era muy fuerte, y sobre llovido mojado: ya se había hablado de aumento de tarifas.
-Quedó demostrado que el Gobierno nacional volvió a equivocarse por su falta de sensibilidad…
-Hay que reconocer que es difícil salir de una economía muy enferma a una sana que no tenga déficit. Más que nada porque hay que hacer un cambio cultural: buena parte de los argentinos creen que la riqueza no la generan los privados sino el Estado, una cosa absurda. Alguien tiene que generarla para que el Estado la distribuya y la administre. Entonces, explicar que producir gas tiene un valor y que todos lo tienen que pagar (algunos con subsidio y otros sin subsidio) es nuevo.
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-Pero más allá de lo racional, el Gobierno…
-(Interrumpe molesto) Hay errores políticos del Gobierno nacional, si esa es la respuesta que me quieren sacar. Pero también hay que reconocer que los argentinos tenemos que sincerarnos acerca de cómo funciona y cómo construimos una economía sana.
-Hay dos posturas dentro del radicalismo: los críticos con la gestión macrista, que igual apoyan la alianza, y otros que parecen haber sido cooptados por el Pro…
-A ver… Hay un montón de gente incómoda en el radicalismo por estar en el oficialismo, porque la crisis es muy grande y la necesidad de salir del populismo es un camino lleno de pozos. Pero también tenemos la responsabilidad de sacar adelante este país y es una gran oportunidad para que los radicales influyamos en Cambiemos para conseguir esto.
La UCR y el Pro provenimos de espacios distintos, hasta de estratos sociales distintos, por lo cual alguna incomodidad hay. En Venezuela esta situación también se dio pero la oposición nunca se unió y todavía sigue Maduro.
Marcelo Rolland / Los Andes
-Ese país normal al que aspiran, ¿no deja de serlo cuando aparece Carrió y dice lo que dice?
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-Las declaraciones altisonantes muchas veces no ayudan. Por una expresión de Garavano, que puede haber sido no del todo políticamente correcta pero que está descontextualizada, hacer esas declaraciones empalidece que con Cambiemos hay un vicepresidente preso, está De Vido preso, hay más de 60 funcionarios del último gobierno procesados. La verdad que es un avance como nunca ha tenido la Argentina en materia judicial. Y eso se ha dado porque ganó Cambiemos. Si hubiese ganado Scioli, esas personas no estarían presas.
-¿Le interesa que se modifique la ley antiminera 7.722?
-Esos proyectos tienen que pasar por cuatro comisiones y queremos escuchar a la sociedad civil, a quienes están a favor y en contra. Creo que es una deliberación que debe darse, nos parece que ése es el ámbito para hacerlo. Recordemos que son iniciativas de dos senadores justicialistas, de los dos espacios en los cuales está dividido el justicialismo.
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-Pero el subsecretario de Energía del Gobierno salió a reconocer que habría que modificar la ley…
-Bueno, eso lo dijo (Emilio) Guiñazú al principio de la gestión. Pero la opinión del Gobierno va a ser el resultado de la deliberación, queremos que los jugadores jueguen, que quienes se oponen tengan voz canalizada institucionalmente en esas cuatro comisiones legislativas. Pero también que quienes están a favor, las empresas, los sindicatos del sector privado, se expresen, que haya una deliberación equilibrada entre dos posiciones.
-¿No teme que se produzca en parte de la sociedad la misma polémica que con el fracking?
-Asimilar una cosa con la otra no es correcto. Nuestra provincia no es minera pero sí es petrolera. Y la estimulación hidráulica, el fracking, es una técnica de explotación de petróleo que se viene usando en Mendoza hace 60 años. El decreto del fracking es pro ambiente, protocoliza cómo se usa el agua, la arena, cómo se hacen esas intervenciones.
Antes no existía una regulación como esa. Éramos el segundo productor de petróleo y hoy estamos en el quinto lugar. Acá hay mucha gente que habla, pero no habla donde tiene que hablar: en la Legislatura.
-Falta menos de un año para las PASO y debe decidir su futuro político…
-No tengo ninguna preocupación por mi futuro político. Creo que si logro entregar a otro gobernador un Estado que sirva a los ciudadanos mejor de lo que yo lo recibí hace tres años, yo me habré ido con prestigio. Y con prestigio no me faltará lugar. Sí sé que en algún momento tendré que tomar decisiones que no son sólo sobre mí, sino sobre todo el equipo para encarar el 2019.
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-¿Le gustaría volver a ser gobernador en 2023?
-(piensa, se lo imagina y después sonríe) Ninguno ha podido… Soy muy realista: creo que proyectar en un país como éste con tanto tiempo de antelación sería como mínimo soberbio de mi parte.
Marcelo Rolland / Los Andes
-¿Pero el deseo al menos lo tiene?
-La verdad… a mí me gusta mucho lo que hago, no lo sufro, pero también tiene sinsabores.
-¿Le gusta la Ley de Paridad electoral que se aprobó?
-(duda) Las leyes en las que mi gobierno cree, las impulsa y las propone en la Legislatura. La de paridad no la propuse yo. Pero como todas las buenas noticias que son políticamente correctas, tiene muchos dueños. Las que hay que empujar para mejorar el sistema, como el Ítem Aula, tienen pocos. Es la cobardía que hay en la dirigencia política mendocina. No obstante, creo que es un proyecto que simbólicamente sirve y por eso promoví que saliera el de la diputada (María José) Sanz.
-Dentro de la UCR hay tres dirigentes ligados a usted en carrera por la gobernación: Kerchner, García Zalazar y Suárez. ¿Como los ve?
-Muy bien a los tres. Según las encuestas tienen poco conocimiento provincial, pero en un marco de un equipo de gobierno como éste tienen una alta probabilidad de hacerse conocer. A los tres los veo muy bien preparados. Pero también hay gente en mi gobierno muy preparada para poder afrontar esa tarea, como Lisandro Nieri o Paula Allasino, que son ministros con mucho conocimiento de toda la administración del Estado.
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-Acaba de meter otros dos competidores…
-(sonríe) Este equipo está muy preparado para cuatro años más de Gobierno, mejor que la competencia. Y creo que a Mendoza le va a hacer muy bien continuar con este equipo.
-También tienen intenciones De Marchi y Cobos…
-Omar también está haciendo una muy buena gestión en Luján. Cometió errores políticos, como haber dejado la intendencia (NdR: en 2005), que hizo que se deteriorara mucho ese municipio, y ahora lo está recuperando. Y Julio no ha manifestado de ninguna manera su voluntad de ser candidato.
-Sí, en una entrevista con Los Andes dijo que lo estaba analizando…
-(niega con la cabeza) Yo no veo que él quiera ser candidato, y creo conocerlo bastante.
La obsesión por la gestión y el trabajo de la Justicia
En la entrevista, Cornejo nunca dejó de hablar de su gestión. Cada pregunta derivaba en largos monólogos enumerando las cosas que ha hecho para “mejorar el Estado” que él recibió cuando asumió.
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Así, aprovechó para destacar que esa misma mañana había recibido un premio de una ONG internacional por el laboratorio de ADN de criminales que creó. “Dijimos que íbamos a involucrar al Poder Judicial en el combate a la inseguridad, y lo estamos logrando”, aseguró.
Después, saltó hacia la educación: “Por primera vez en 20 años, la matrícula en el sector público crece por encima del sector privado”. Y vino la “piña” a uno de sus enemigos predilectos: “Todos los que se cansaron de hablar de educación ‘popular’ le entregaron la administración de la educación al SUTE”.
Otro gran “éxito” para Cornejo es el sistema de salud: “Estamos teniendo tantos logros de equipamiento, que en el hospital Notti o en el Lagomaggiore prestamos servicio a privados en pediatría, en cardiología, que son mejores que los que prestan sectores privados. Y eso se ha logrado durante nuestra gestión”.
“Y todo esto -enfatizó- lo estamos haciendo con entre 5 y 6 mil empleados menos. Por primera vez del 83 a la fecha la cantidad de empleados públicos ha disminuido. Soy el único gobernador que va a entregar el gobierno con menos empleados de los que recibió”.
-Pero todavía le falta un año de gestión…
-Nadie va a quedar estable en la planta del Estado si no es por un concurso. Suponiendo que yo haga lo que ustedes sospechan que han hecho otros gobernadores, meter gente antes de irse, no van a quedar estables.
-A partir de proyectos del Ejecutivo, se reformaron leyes y códigos. Se habla de un excesivo reglamentarismo. ¿Ése es su legado?
-Todos los gobernadores, producto de su ego, quieren dejar una gran obra. Y la verdad es que en cuatro años, con este nivel de inversión tan bajo, el Estado es más bien un pagador de salarios. Difícilmente un gobernador quede por una obra. El Carrizal se hizo en un solo período de gobierno pero Potrerillos se hizo en tres y la doble vía a Tunuyán en cuatro. Veamos entonces todo lo que hemos caído en Mendoza. Hay que hacer un cambio cultural.
-¿Están los jueces alineados con estas reformas?
-Ahí está el punto. Recuerdo un reportaje que le hicieron a (Jorge) Nanclares hace unos años y decía todo lo que había que hacer en la justicia: oralización, expediente electrónico, achicar plazos, etc. Pasaron 10 años y no se hicieron. La agenda de este gobierno fue la que impuso eso.
-Siempre hay un juez que lo hace enojar. El último fue el que reclama $ 4,5 millones por apretarse la mano.
-La mayoría de los jueces de la provincia son personas de bien. Este caso (Sánchez Rey) es bastante sospechoso. Hay una minoría en el Poder Judicial que se aprovecha de su anonimato para no cumplir bien el servicio de justicia.
Entrevista a Cornejo: Marcelo Rolland / Los Andes Por Leonardo Oliva y Marcelo Zentil – Los Andes