Quienes se oponen cuestionan el impacto sobre el bosque nativo. Sus promotores marcan que se creará una reserva natural en el sitio.
El martes será la audiencia pública por el desarrollo de El Cigarral (o El Montecito). Sobre 125 hectáreas, loteará el 45 por ciento. Introdujeron varias modificaciones, tras un rechazo que tuvo la iniciativa en 2016.
Desde hace meses, se reinstaló en Unquillo el debate en torno de una nueva urbanización, de importantes dimensiones: el fideicomiso El Cigarral, más conocido en la zona como El Montecito.
Se trata de una fracción de 125 hectáreas, que desde 2012 intenta ser urbanizada. En su primera formulación, años atrás, no obtuvo las autorizaciones correspondientes. El proyecto fue modificado y aguarda ahora su aprobación. La instancia previa para ese trámite, que exige la ley de Ambiente desde 2014, es la realización de una audiencia pública.
Luego de una postergación, la Secretaría de Ambiente de la Provincia convocó a esa audiencia para el próximo martes a las 10, en calle Santa Fe 115 de Unquillo.
La empresa desarrollista Cahuana ya obtuvo la prefactibilidad por parte del municipio de esa localidad de Sierras Chicas, luego de la aprobación del estudio de impacto ambiental por parte de Ambiente de la Provincia, aunque con muchos cambios respecto de tres anteproyectos anteriores que fueron rechazados.
En esta oportunidad, la iniciativa contempla la parcelación del 45 por ciento de las 125 hectáreas para lotes cerrados y abiertos, 12 hectáreas para espacios verdes, 14 hectáreas para calles y áreas de circulación, y 55 hectáreas que serán preservadas como reserva natural intangible.
En el rediseño del proyecto, se prevé destinar 496 lotes de 250 metros a 1.500 metros cuadrados cada uno, como barrio cerrado.
Se dispondrá de 92 lotes de uso residencial en la parte abierta, con superficies de 250 metros a mil metros cuadrados. También se destinarán 70 lotes para uso mixto residencial y comercial, 20 lotes de uso residencial multifamiliares y un macro lote de una hectárea para uso exclusivo educativo y recreativo en el sector abierto.
Además, el grupo empresario confirmó que se comprometió a donar casi dos hectáreas para la creación de un banco municipal de tierras, en el sector del acceso abierto al futuro emprendimiento, donde se deberá realizar una huerta o vivero que promueva conciencia de autoabastecimiento y alimentación saludable.
Posiciones
A pesar de las modificaciones propuestas, algunos sectores de la comunidad de Unquillo se siguen oponiendo a su realización, porque entienden que la pérdida del escaso bosque nativo será irreversible.
Víctor Díaz, de la Asamblea Ciudadana de Unquillo por el Ambiente (Acua), sostuvo que el nuevo diseño del proyecto obligará a densificar los espacios, con consecuencias sobre los desagües cloacales y la circulación, y mayor concentración de población.
“En comparación con los proyectos anteriores, hay menos lotes pero se concentran en macromanzanas que permitirán construir en terrenos más amontonados. Se perderá la biodiversidad y se generará riesgo socioambiental por consecuencias hídricas, debido a la escasez de retención de agua en una zona muy grande e inundable”, describió Díaz.
Desde la otra vereda, Gonzalo Más, miembro del grupo empresario Cahuana, explicó que se contemplaron variables para que el proyecto sea seguro y sustentable para toda la comunidad.
“A lo largo de estos años, tomamos nota de las sugerencias que fueron planteando los vecinos y las instituciones y comprendimos que muchos cuestionamientos eran razonables. Ahora decidimos proponer menos espacios de urbanización, para permitir mayor conservación del bosque a favor de un uso público y mixto de los servicios, como será el caso de la reserva Montecito, de 55 hectáreas”.
“Definimos –agregó– medidas de precaución (como lagunas de retención que controlen los drenajes), tratamiento de aguas grises y un código de exigencias de edificación en el espacio cerrado estrictamente sustentables, normas para los residuos orgánicos y controles en los usos del agua, entre otras disposiciones”, explica Más.
El intendente Jorge Fabrissin también se mostró a favor del proyecto, ahora reformado, luego de que lo vetara en 2016, a pocos días de asumir su gestión.
“Esta propuesta no tiene nada que ver con la inicial. Tuvimos más de dos años de negociaciones para mejorar el proyecto. Ahora quedan 55 hectáreas intangibles de bosque y hay partes de uso público y privado parejo. La cantidad de lotes se redujo de casi mil a menos de 500 en espacios cerrados, y se fomentan los lugares de uso común, se obliga al uso de recuperación de aguas grises y a implementar energías alternativas, y se abrirá una calle colectora que descongestionará el tránsito por la avenida principal y comunicará a varios barrios, junto otros beneficios generales para la comunidad”, concluyó Fabrissin.
El desarrollo de nuevos barrios, sobre todo cerrados, viene generando controversias en toda la región de Sierras Chicas desde hace años. Sobre todo, se cuestiona el avance sobre el bosque nativo y los impactos hídricos. Las crecientes e inundaciones de febrero de 2015 acentuaron esas discusiones.
Unquillo tiene una ordenanza que prohíbe los countries. En este caso, se argumenta que es una urbanización semiabierta, de otras características. Ese será uno de los puntos en discusión en la audiencia pública.
Por Guillermo Lehmann, Corresponsalía – La Voz del Interior