Un trabajo de dos ministerios de la Nación pronostica ese nivel de expansión de la economía en un escenario conservador.
Veinte años consecutivos de crecimiento económico, promete Mauricio Macri con insistencia en cada uno de sus discursos, incluso con la incertidumbre que generó el pedido de auxilio financiero al Fondo Monetario Internacional, como última instancia para evitar un nuevo crack antes del segundo aniversario de la crisis terminal que acabó con el gobierno de Fernando De La Rúa. La principal fuente palpable en el presente para darle base a un crecimiento sostenido del PBI son el petróleo y el gas de Vaca Muerta.
Los ministerios de Energía y de Producción del gobierno nacional acaban de difundir un estudio titulado “Desarrollo de Vaca Muerta: impacto económico agregado y sectorial”, que aborda la incidencia del desarrollo de la formación neuquina sobre el PBI nacional y el Producto Bruto Geográfico de Neuquén. En el caso de la provincia, las expectativas de media planteadas en el informe prevén un crecimiento anual del 5 por ciento hasta 2030.
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El informe final del trabajo sobre Vaca Muerta lleva las firmas de Leonardo Mastronardi y Juan Pablo Vila Martínez, de la Secretaría de Planeamiento Estratégico, del Ministerio de Energía, que conduce Juan José Aranguren, y de Carlos Romero, de la Secretaría de Transformación Productiva, del Ministerio de la Producción, encabezado por Francisco Cabrera.
En el trabajo se simularon diferentes escenarios con sus impactos sobre la economía nacional y provincial.
Vaca Muerta es la apuesta que más expéctativa genera en el país hoy.
La máxima y mínima nacional
De acuerdo con los resultados de las simulaciones realizadas para el estudio, el desarrollo de Vaca Muerta aportará en el más conservador de los escenarios considerados un piso de crecimiento anual del PBI nacional de entre el 0,3 y el 0,4 por ciento.
En la simulación de la hipótesis de mínima, se llegaría al 2030 con un crecimiento acumulado de la economía de entre 4,5 y 4,8 por ciento solamente por el efecto del desarrollo de la formación no convencional.
En el escenario más optimista, el trabajo advierte un horizonte de crecimiento anual del PBI nacional de 0,62 por ciento. En esta hipótesis, hasta el 2030 el crecimiento acumulado llegaría al 8,4 por ciento.
Con esas proyecciones, que no haya inconvenientes en el desarrollo de Vaca Muerta pasa a ser fundamental para las expectativas generales de crecimiento que expresa el gobierno nacional en el presente con una proyección temporal que excede por mucho las posibilidades de permanencia de la administración actual en la cúspide del poder.
El caso de Neuquén
Para Neuquén, Vaca Muerta asegurará una expansión mínima de 2,6 por ciento anual, según el peor de los escenarios considerados por los técnicos de Energía y Producción que validaron con sus firmas el citado informe.
Según esa hipótesis, hasta el 2030 se acumularía un crecimiento del Producto Bruto Geográfico del 41,2 por ciento.
En cambio, si la realidad se encaminara por las vías consideradas en la hipótesis de máxima del estudio presentado recientemente, el tamaño de la economía provincial por poco no se duplicaría en los próximos 12 años solamente por el efecto de Vaca Muerta.
En el mejor escenario, la expansión mensual de la economía provincial transitaría en el orden del 5 por ciento, para acumular el 90 por ciento hasta 2030.
Crecimiento no convencional
El trabajo surgido del seno del gobierno nacional considera proyecciones de producción de gas y petróleo, según sea su origen de reservorios convencionales o no convencionales. En línea con la tendencia que se instaló en los últimos años, en el total de la producción de gas natural, hasta ahora destinada casi por completo al mercado nacional, seguirá ganando terreno el de origen no convencional.
Se estima que para 2030 cerca del 67 por ciento de la producción será no convencional. En la actualidad de ese tipo de fuentes se origina cerca del 54 por ciento.
90 por ciento es el crecimiento que tendría la economía de Neuquén en el escenario más auspicioso entre los analizados por técnicos de los ministerios de Energía y de Producción de la Nación
– La Mañana de Neuquén