Un grupo de unas 20 personas pidió respuestas a la Municipalidad luego de que se les impidiera trabajar en las calles.
Con su pelo suelto, una mochila en los hombros y una indisimulable cara de angustia, Daniela (24) sostenía un cartel que rezaba “Queremos trabajar hasta que haya una verdadera solución”.
Junto a unas 20 personas se hizo presente ayer en la explanada municipal de la Capital para pedir una respuesta urgente.
Es que la joven madre se dedicaba a cuidar autos en avenidas San Martín y Godoy Cruz pero hace dos semanas la sacaron de allí junto a todos aquellos que ejercían esta tarea informal en la Ciudad de Mendoza.
La decisión de la comuna capitalina apunta a hacer cumplir los artículos 35 y 36 del Código de Convivencia, a la que se le suma la ordenanza que prohíbe la actividad a cambio de dinero y que entró en vigencia el pasado domingo.
En grupo, quienes son llamados popularmente como “trapitos”, reclamaron con diversas consignas. “Si bien el municipio dice que nos van a dar un empleo y talleres, tendrían que haberlo hecho antes de dejarnos sin nuestra fuente de ingreso”, manifestó Alejandro Ruarte, quien ofició de vocero.
Para él, las medidas tomadas son represivas y violentas, ya que les han quitado los chalecos, baldes y otros elementos de trabajo. “Lo peor es que no tenemos otra salida por el momento, no nos sirve hacer capacitaciones si no tenemos dinero para comer o para llegar en micro hasta acá”, dijo.
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Él se lamentó también porque no fueron consultados sobre sus necesidades: “En definitiva somos la basura que quiere esconder el estado”, manifestó con dureza.
Desde el Colectivo de Lucha por los Pibes (CELPI), quienes apoyan la lucha de los cuidacoches, explicaron que están realizando una encuesta anónima para sacar conclusiones y tomar medidas al respecto.
“Hemos notado que se encuentran en una situación de violencia institucional y persecución”, dijo Sergio, miembro de la organización.
En primera persona
Daniela relató que las autoridades le exigieron que dejara su lugar de trabajo bajo amenaza de llevarla presa y cuando quiso retornar se encontró con dos policías en la cuadra donde acudía diariamente desde hacía más de seis años.
“Desde entonces se me complica mucho darle de comer a mi hija de 5 años quien sigue yendo a la escuela solamente porque nos queda cerca”, reconoció la mujer que vive en Godoy Cruz con la pequeña. Por esta situación la joven madre tuvo que abandonar los estudios.
“Estaba cursando el segundo año de Diseño de Modas en un terciario y no pude seguir porque no tengo dinero para el micro”, narró con tristeza.
Aseguró que se inscribió en el municipio para las capacitaciones y por si puede conseguir algún empleo formal, pero pide que hasta entonces la dejen volver a la calle.
Roberto Pallero (40) cuidaba autos en San Luis y Federico Moreno desde 2010. “Tengo tres chicos y desde hace dos semanas no me entra plata, ya no sé qué más hacer”, se lamentó.
Lo que más le molesta es que lo persigan como a un delincuente por hacer lo que considera su trabajo. “Me dijeron que si vuelvo me van a pintar los dedos”, recordó. Según comentó a él le gustaría entrar al estacionamiento medido en su zona. “Pero por ahora no hay lugar para todos”.
Programa de inserción laboral
Desde principios de marzo la Municipalidad de Capital avanza para prohibir la presencia de cuidacoches en toda la ciudad. Según un relevamiento de la comuna, unas 280 personas se desempeñan en esta tarea, pero sólo 150 se inscribieron allí para realizar capacitaciones y tener la posibilidad de encontrar un empleo formal.
“El espacio público es de todos. Por esa razón se tipificó la figura del trapito y se prohibió expresamente el cuidado y el lavado de autos en la vía pública”, explicó Raúl Levrino, secretario de Seguridad Ciudadana.
Detalló que desde el municipio se tomaron dos medidas: una correctiva como es la sanción a quienes llevaban adelante esta actividad y la otra inclusiva a través de un programa de inserción laboral.
“De los 280 del censo se inscribieron 150. Hoy (por ayer) comienza una capacitación de albañilería y jardinería. Algunos entraron al estacionamiento medido y para otros estamos estudiando su inserción en empresas privadas”, detalló.
Aclaró que para las firmas que los empleen, el municipio abonará parte del sueldo por un período de hasta tres meses y por una suma equivalente a 2.000 UTM (dos mil unidades tributarias municipales, unos 5 mil pesos) mensuales por cada persona contratada, tal como informaron hace un tiempo.
Con respecto a la protesta de los cuidacoches de ayer, Levrino señaló que fueron atendidos por la secretaria de Gobierno para evaluar su situación.
“A todos se los invitó a que se acerquen a la Oficina de Empleo donde se les ofrecen herramientas para insertarlos en el ámbito laboral pero todo depende de su voluntad y responsabilidad”, precisó.
Por Carla Romanello – cromanello@losandes.com.ar – Los Andes