Se trabaja en equipo para conformar el gran nudo logístico de la Argentina para el ingreso de carga de proyecto.
«Transitamos un tiempo extraordinario porque más allá del clásico puerto granelero nos hemos convertido, por el episodio de Vaca Muerta, en un enclave logístico con tremenda potencia. Incluso es posible que aún no lleguemos a dimensionarla». Con esta frase, Miguel Donadío, presidente del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca reflejó la realidad actual y perspectivas futuras de uno de los enclaves portuarios más importantes de la Argentina.
Tras definir como «viento de cola» la atención que el puerto recibe de parte del gobierno nacional y del provincial, Donadío recalcó que «por primera vez en muchos años estamos hablando de obras que son necesarias para bajar los costos logísticos».
El contrato de dragado de la ría de acceso se encuentra en etapa de concurso. Hoy se abre el pliego de una primera etapa, la segunda licitación tendrá apertura de pliegos entre los meses de mayo y junio y así se completarán las campañas cortas de 2018. A la par se trabaja para la campaña más larga de 2019 y años venideros para la cual se espera adjudicar a fin de año o principios del siguiente.
«Zona franca y puerto conforman una sinergia natural que empezamos a desarrollar en conjunto. Eran compartimentos estancos cuando empezamos la gestión. La zona franca es un diferencial que tiene Bahía Blanca y nos permitió ser competitivos a nivel nacional para poder recibir en una primera etapa el 60% de los aerogeneradores que vienen al país. Por otro lado estamos viendo el desarrollo que va a tener en vistas a Vaca Muerta», dijo a Transport & Cargo Lisandro Ganuza, presidente del Ente Zona Franca Bahía Blanca-Coronel Rosales.
Puerto y zona franca hoy coinciden en la necesidad de desarrollar el intermodalismo en el eje, Bahía Blanca-Neuquén o Vaca Muerta. Ingresar por el puerto, hacer almacenaje en zona franca y poder desarrollar energías renovables más desarrollo de gas y petróleo en Vaca Muerta son los desafíos. Para tal fin, la posible construcción de un ferrocarril a Neuquén erigiría a Bahía Blanca como el gran nudo logístico de la Argentina para el ingreso de carga de proyecto.
Servicios
«Va a ser importante para toda la región, estamos empeñados en que no quede sólo en ingreso, almacenaje y transporte sino que haya servicios que giren alrededor de la energía eólica y Vaca Muerta. Trabajamos en zona franca para impulsar el debate y sanción de una legislación más competitiva, poder prestar servicios, y mejorar en calidad y costo. La actual ley de zonas francas es pre OMC y no cumple con sus requerimientos. Es inconstitucional porque prohíbe producir y poder ingresar al territorio», destacó Ganuza.
Toda esta movida logística ya llama la atención de grandes jugadores a escala global.
«Me llevé una grata sorpresa porque importantes grupos internacionales ya han tomado decisiones de invertir de manera generosa en Bahía Blanca. Algunos preguntan y otros ni preguntan y toman decisión en otra parte del globo terráqueo. Ven donde está Vaca Muerta, miran el puerto más cercano, vienen y se instalan. Lo estamos viendo. El jugador global viene a invertir aquí. El Puerto de Bahía Blanca asegura seguridad jurídica a los inversores, seguiremos en esa línea bajo el paraguas de la transparencia, ética en los negocios y el ejemplo que tiene que dar el Estado en esta materia», resaltó Donadío.
Mientras tanto, Vialidad Nacional proyecta la obra de circunvalación de acceso al puerto que se espera hace muchísimos años con dos carriles de ida y vuelta y puentes.
«Han pasado 25 años desde la creación del consorcio de gestión, para nosotros ha sido exitoso el modelo con dos etapas diferenciadas. La primera fundacional y compleja donde se pudo terminar el muelle multipropósito, y esta segunda que se transitó lentamente pero que es sumamente auspiciosa. Ahora la operación con molinos eólicos y Vaca Muerta abre un nuevo panorama que escapa a la lógica tradicional del puerto. Tenemos que estar atentos y tener mirada estratégica ante el crecimiento que se viene», anticipó Miguel Donadío.
por AGUSTÍN BARLETTI – Cronista