En Rincón el agro es una alternativa en pleno desarrollo

Las plantaciones de carozo, vides y olivos han producido rindes satisfactorios. Cubierta la demanda local se salió con éxito a otras plazas. Es clave que los chacareros se organicen.

El municipio apoya los emprendimientos que tienen como eje los cultivos de frutas y hortalizas. Esperan el respaldo de la Provincia.

Hasta hace pocos años era considerado una utopía pero la necesidad de trabajo en otro ámbito que no sea el petrolero, volcó a muchos ex operarios, y también de otros sectores, a cultivar la tierra. Y los resultados han sido altamente sorprendentes y alentadores.

La incipiente producción de vides, olivos, cerezas y tomates de la ciudad ya no sólo se destinan al consumo local, sino que han ganado mercado en provincias vecinas.

Este primer tramo en busca de nuevas alternativas tiene varios elementos que lo sostienen.

Uno de ellos son las buenas condiciones del clima y fundamentalmente de riego, abre una puerta de diversificación económica alentadora.

La margen derecha del Río Colorado a lo largo de todo el casco urbano, más las áreas consideradas aptas para producción agrícola, conforman en la actualidad trescientas hectáreas bajo riego que ya muestras los resultados de la labranza.

Los olivos para aceite extra virgen y de calidad de exportación, cerezas de nivel uno, frutillas, frutas de carozo en gran variedad y la producción de tomates, ya forman parte de las cosechas y consecuentemente de la propuesta.

Los chacareros ya no producen la tierra para autoabastecimiento, la mayoría vende sus productos en el mercado interno y el año pasado algunos productos salieron de tierras rinconenses para captar consumidores.

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No les fue mal. Las incursiones en circuitos comerciales de las provincias de Mendoza y La Pampa, arrojaron buenos resultados.

“Era solo cuestión de poner en marcha los proyectos que hace tiempo estaban en carpeta y se consideraban imposibles de desarrollar”, sostuvo la ingeniera agrónoma Yamila Mauad.

Añadió que “no por falta de tierra, sino por ausencia de interés de las familias de Rincón, que solo miraban a la industria petrolera como único motor del sostén económico local”.

La dependencia casi en exclusividad de las actividades hidrocarburíferas no ha sido una situación única en Rincón de los Sauces, sino que se ha replicado en otras ciudades de la región Patagónica.

La profesional, que además es propietaria de uno de los campos con mayor producción de cerezas de la zona, avanzó junto a otros propietarios de tierras en la creación del primer consorcio de riego administrando el agua para las trescientas hectáreas bajo producción.

“No es fácil dar orden al riego, ya que en cuarenta y seis años en Rincón de los Sauces nunca tuvo una organización de regantes y, por lo tanto, cada frentista o chacarero utilizaba el agua a gusto y sin ninguna limitación”, dijo la productora.

“En la actualidad solo el consorcio puede controlar las tomas de agua, haciendo del recurso algo mucho más eficiente. Seguramente se cometerán errores, pero el tiempo sabrá aportarnos aprendizaje y experiencia para que el servicio de riego sea óptimo y alcance para todos”, mencionó Mauad.

El río Colorado en Rincón de los Sauces tiene la suficiente cantidad de agua para abastecer sin inconveniente la demanda de las chacras.

De ahí que como lo destacó Mauad, sólo es necesario diseñar los programas de riego adecuándolos a las necesidades de los productores.

Desde la dirección de producción de la municipalidad coinciden con los regantes en cuanto a las potencialidad de desarrollo de las actividades agrícolas.

El gobierno local impulsa estos desarrollos desde las distintas áreas de la estructura técnica y administrativa.

“Tenemos el apoyo del Ministerio de Producción de la provincia para asistencias a todos los que presenten proyectos y luego de la evaluación sean viables para la zona. En la actualidad estamos a un nivel de producción nunca antes visto para la ciudad y lo más sorprendente es que todas las semanas se agregan interesados en la labranza, muchos de ellos estaban involucrados en la actividad petrolera, pero la baja de trabajo en ése ámbito los motiva para buscar otra alternativa”, informó un funcionario.

“Si antes no se hizo producción agrícola no fue por falta de tierras aptas, sino por falta de motivaciones de
los vecinos”.
Yamila Mauad, ingeniera agrónoma y productora

DAMIAN COPPONI – Diario Río Negro