Los dos años de Macri: con vínculo restablecido y un socio privilegiado en Córdoba

LO MÁS IMPORTANTE
Luego de cuatro años de aislamiento, Córdoba volvió a tener relación institucional y protagónica con la Nación.
El Presidente tiene trato frecuente con Schiaretti.

Con Mestre, la comunicación es con altibajos.
La charla duró una hora. Juan Schiaretti, gobernador electo, dejó la reunión convencido de que había dado un gran paso para su futura gestión provincial.

Mauricio Macri, flamante presidente electo, les comentó a sus íntimos que una buena relación con el próximo gobernador de Córdoba le iba a brindar la gobernabilidad que muchos ponían en duda, en momentos de choques con un kirchnerismo desafiante que dejaba el poder tras de 12 años.

Aquel encuentro, en un cálido jueves 26 de noviembre de 2015, fue el mojón de la relación personal e institucional en estos dos años de muy buena convivencia en el poder entre el Presidente y el gobernador.

Con el intendente Ramón Mestre, la relación de Macri fue cambiante en esta mitad de mandato. Pese a que comparten el mismo espacio político (Cambiemos), el dirigente radical no tiene diálogo directo con el jefe del Estado, como sí ocurre con Schiaretti.

De todos modos, luego de un arranque de un vínculo distante, en este segundo año la Nación aportó más fondos para obras al municipio capitalino. El proyecto más costoso que se financia con fondos federales es el de cloacas.

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Primera reunión

Aquella primera reunión entre Macri y Schiaretti tuvo una alta connotación política. Marcó el comienzo del restablecimiento de la relación institucional entre Córdoba y el poder central, luego de cuatro años de aislamiento durante el último mandato presidencial de Cristina Fernández.

Además, comenzó a tomar forma la realidad política que atravesó estos 24 meses de gestiones compartidas: el gobernador cordobés es el peronista con trato privilegiado en la Casa Rosada.

La realidad colaboró para esta convivencia pacífica, con algunos remezones en la campaña electoral de este año: Macri necesitaba el respaldo del peronista que gobierna la provincia más grande, y a Schiaretti le urgía contar con el apoyo de la Nación para su ambicioso plan de obras, columna vertebral de su gestión.

En el PJ se dice con insistencia que el pacto de Macri con Schiaretti arrancó un mes antes de aquel encuentro en la sede de la jefatura porteña. Más precisamente, el día después de la primera vuelta electoral del 25 de octubre de 2015, cuando el ahora Presidente quedó mano a mano con el kirchnerista Daniel Scioli para dirimir al sucesor de Cristina, en el balotaje del 22 de noviembre.

En aquella elección de octubre, el PJ cordobés apoyó a Sergio Massa, candidato de UNA, pero Schiaretti no abrió la boca para respaldar al bonaerense, quien había hecho un acuerdo político con José Manuel de la Sota.

Por Macri

Para la segunda vuelta electoral de noviembre, no hubo un pronunciamiento explícito del PJ cordobés, pero la mayoría del oficialismo provincial se inclinó por Macri.

Los peronistas cordobeses le pasaron factura al kirchnerismo por los largos años de enfrentamiento. Macri sacó el 70 por ciento de los votos en esta provincia, que terminó siendo decisiva para un triunfo ajustado sobre Scioli.

La buena relación personal, el pacto no oficializado para el balotaje, la avalancha de votos cordobeses y la necesidad de tener un gobernador peronista como interlocutor llevaron a Macri a privilegiar su relación con Schiaretti.

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En su primera salida al interior como Presidente, Macri llegó a Córdoba el 26 de enero de 2016.
En aquella visita –realizó 10 en dos años– firmó con Schiaretti un ambicioso plan de obra pública por más de 27 mil millones de pesos, hasta 2019.

Con el intendente capitalino, la relación se da más con intermediarios. Hubo escasos encuentros privados. El viceintendente, Felipe Lábaque, macrista y amigo del Presidente, suele intermediar cuando hay tensión.

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Roces de campaña
Aunque la ruptura no se concretó, Mestre pulseó hasta el último momento con el PRO por la conformación de la lista de Cambiemos.

En público, el intendente elogia al Presidente, pero nunca llegó a convertirse en su hombre en Córdoba.

La relación de Schiaretti con el poder central tuvo un paréntesis de tensión durante la pasada campaña electoral, en especial para las Paso de agosto, cuando el gobernador jugó fuerte y cargó duro contra la Nación por el reparto de los fondos federales.

La estrategia no le salió bien. La alianza Cambiemos triunfó por 16 puntos. Para las comicios generales de octubre, Schiaretti se corrió de escena y ya no hubo tantos roces ni tensión.

Luego de las urnas, el gobernador retornó a su rol de interlocutor y fue uno de los negociadores del consenso fiscal que las provincias firmaron con la Nación.

Macri y Schiaretti volvieron a retomar la senda del diálogo. Para certificar que Córdoba es algo especial para el Presidente, celebrará hoy los dos años en el poder en una hostería cercana a Alta Gracia. El gobernador el dio la bienvenida el viernes por la tarde, con un llamado telefónico. La relación atraviesa un gran momento.

Por Julián Cañas – La Voz del Interior