Mendoza. Qué hay que esperar de 2018

Se espera que la provincia crezca también el año que viene. Algunos sectores se serán determinantes. Referentes analizan la situación.

Las tendencias esperadas para el próximo año son positivas según un estudio realizado por Fundación Ideal. La economía argentina terminará 2017 con un crecimiento del 3% y para 2018 se espera un incremento un poco mayor que llegaría al 3,5%.

Cabe indicar que desde 2010-2011 la economía no crecía durante 2 años seguidos. Además, y mostrando algunos signos positivos, la inversión lidera el crecimiento y en 2018 llegaría a significar el 17% del PBI (era 15% en los últimos años) mientras que el consumo también crece, en línea con el PBI.

A nivel provincial, algunos economistas estiman que Mendoza durante 2017 va a crecer pero a un ritmo menor que Argentina y el panorama para 2018 puede ser también más bajo.

Por lo tanto, esperan que la economía para el próximo año llegue a crecer 3%. Este panorama menos promisorio para la provincia fue analizado por Rodrigo González, economista de Fundación Ideal, quien estimó que hay sectores muy importantes en Mendoza que no logran despegar, como es el caso de hidrocarburos, el vitivinícola y el comercio minorista.

Según el estudio de Fundación Ideal, la inflación continuará bajando en 2018 en forma compatible con la meta del BCRA (10%) y el tipo de cambio seguiría retrasado, con un mercado cambiario sobreofertado.

Por lo tanto, los objetivos en cuanto a política fiscal será reducir el déficit gradualmente (2018: los ingresos crecen 19% y el gasto primario 14,8%) e invertir en infraestructura y sostener el gasto social (el gasto de capital crece por encima de total del gasto primario), así como “converger hacia un sistema tributario más simple y eficiente”, remarcó González.

Sectores que empujarán el crecimiento

Según el análisis que realizó Rodrigo González, economista de Fundación Ideal, el sector mejor posicionado en Mendoza es el de la construcción. “La obra privada y pública serán los grandes generadores de trabajo junto con el sector inmobiliario. Este empuje que podría darse el próximo año estará impulsado por los créditos hipotecarios 2, remarcó y agregó sobre esto que “los servicios financieros también tendrán un 2018 prometedor, por la aparición y crecimiento del crédito”.

En cuanto a la obra pública remarcó que es posible que durante 2018 el gasto en Mendoza sea de $ 8.200 millones, 70% más que el presupuesto de este año.

En este sentido, analiza que las actividades que tendrán viento de cola, y que presentan un año más promisorio, son la construcción (pública y privada), inmobiliaria, bienes durables de alto valor, metalmecánica energética, turismo y financiera. En cambio, aquellos que se espera que tengan un año neutral serán -según González-: servicios públicos y privados, educación, salud y administración pública.

«Las perspectivas para el próximo año dependerán mucho de si los mercados mejoran las perspectivas”.

Mario Bustos Carra, Cámara de Comercio Exterior de Cuyo

En cambio, los que tendrán el viento en contra serán los hidrocarburos, comercio minorista y agroindustria, que entre los tres tienen 35% del PBG.

Luego, las actividades que de a poco despegarán (según el análisis de González) serán las ligadas a la demanda interna, como el comercio y turismo que se consolidarán en 2018 y estarán impulsados -según el economista- por la recuperación del poder adquisitivo de los mendocinos que ha recuperado lo perdido en 2016 y el salario se ubica 5% por encima con respecto a la inflación.

Por otro lado, el sector industrial logrará también despegar gracias al sector energético de la mano de proyectos muy importantes que tienen que ver con energía renovable y el Renovar 2.

Todos estos puntos expresados por el economista de la Fundación Ideal dejan una perspectiva promisoria para Mendoza.

«El 2018 es prometedor en obra pública, aunque notamos que muchas de las obras se están dilatando”.

Mario Yaser, Círculo de Constructores de Mendoza

No obstante, indicó también que hay sectores muy importantes para la provincia que no despegaron en este último tiempo y “difícil será que lo hagan en el próximo año”. Sobre ello detalló que el más afectado es el agroindustrial, que es uno de los más dependientes del tipo de cambio atrasado y “es de esperar que durante 2018 el tipo de cambio continúe en esta misma vía”.

Rodrigo González añadió que este sector está con muchas limitaciones para crecer, y a pesar de que la reforma tributaria podría traer aire y mejoramiento en la competitividad y rentabilidad de las empresas del rubro, recién su impacto podrá verse en 2022. En 2018 el efecto será prácticamente nulo. Por lo tanto, “va a tener que seguir atravesando los mismos inconvenientes que enfrentó durante 2017”.

Con respecto al comercio, el profesional señaló que a pesar de que viene recuperándose de a poco, la competencia con Chile seguirá siendo un inconveniente sobre todo para los comercios que venden electrodomésticos, indumentaria, etc.

Finalmente, el economista de Fundación Ideal señaló que todas estas perspectivas están analizadas y se consolidan en un panorama en el cual la inflación por segundo año bajaría y los salarios se recuperarían más de 5 puntos por sobre la inflación. «Esto está sustentado también en base a cómo el empleo privado crece en Argentina y Mendoza a una tasa cercana al 2% y cómo las medidas que se han estado tomando impactarán positivamente en este aspecto», remarcó González.

«Según las mediciones oficiales, la economía de Mendoza crecerá 3,5% este año y se estima 4% en 2018”.

Sebastián Laza, Economista asesor del Ministerio de Economía

Por su parte, el economista Sebastián Laza, asesor del Ministerio de Economía, Infraestructura y Energía de Mendoza, señaló que “según las mediciones oficiales, la economía de Mendoza crecerá 3,5% en 2017, superando el resultado Nacional”.
Además, anticipó que para el 2018 se espera una crecimiento del Producto Bruto Geográfico (PBG) del 4%”.

Perspectivas empresarias

Cámaras y empresarios mendocinos se mostraron en línea con el análisis económico que realizó Fundación Ideal. No obstante, representantes de algunas actividades de la provincia fueron más cautos en analizar el año entrante ya que, según manifiestan, la inflación aún aqueja a los sectores económicos y en consecuencia a los incrementos de costos, sumado a las subas de los servicios y el impacto que tienen estos en la estructura de la compañía.

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Mario Bustos Carra, gerente de la Cámara de Comercio de Cuyo señaló: “Las perspectivas para el próximo año dependerán mucho de la evolución de la economía de nuestro país y si los mercados internacionales mejoran sus perspectivas. Tal vez algunas situaciones tal como la negociación del Mercosur con la Unión Europea deben ser muy especialmente tenidas en cuenta, pues están en juego sectores vitales de nuestra economía provincial como es la olivicultura, por ejemplo. Es de esperar que tanto el Poder Ejecutivo como el Poder Legislativo se unan tras un mismo criterio, evitando de esa manera las consecuencias perjudiciales que trajo para el mencionado sector la suscripción del acuerdo Mercosur con Egipto”.

Según explicó Bustos Carra, el deseo de los empresarios es que el país logre conciliar futuras negociaciones internacionales que protejan debidamente a los sectores sensibles, siendo estos los que deben competir con similares sectores de otros países que cuentan con un elevado porcentaje de subsidios a su producción agrícola u otros.

Éste es el caso de aquellos que manejan lo que comúnmente se llama dumping social que no es otra cosa que salarios comparativamente bajos, o que no se encuadran en las normas que la Organización Mundial del Comercio exige.

El Relevamiento de Expectativas del Mercado del Banco Central elevó del 23% al 23,5% sus pronósticos de inflación para 2017.

Por su parte, Daniel Garro, economista de Value Group, remarcó que 2018 será muy similar a 2017. “Si la tasa sube medianamente fuerte, la cosa se va a complicar mucho, porque no podrán cubrir el déficit fiscal con deuda y deberán emitir más para cubrirlo o hacer definitivamente el ajuste del sector público (algo que no se ha hecho), pero por las malas”, explicó el profesional.

De todas formas, señaló que las tenues cifras verdes de este año han sido producto de incentivos generados por el gobierno vía deuda (subsidios de tasa, obra pública, créditos para todos y todas, etc.), es decir, “no es un crecimiento intrínseco generado por la propia economía, por medio de inversiones genuinas.

De ahí que veamos un año muy similar a 2017 si la tasa sube poquito o no sube. Sobre todo al analizar que el gobierno no quiere hacer los ajustes necesarios en lo que respecta al sector público”.

Contrario a lo que opinó Garro, el economista Marcelo Licanic, coincidió con Fundación Ideal en que las perspectivas 2018 de la economía son muy buenas. “Esperamos un crecimiento más fuerte y gran parte va a ser aportado por la inversión y el consumo. El efecto confianza de las últimas elecciones permite a los empresarios planificar a por lo menos 5 años, lo cual hace que las inversiones sean viables. Tanto la inversión como el consumo serán motorizados por empresarios y consumidores argentinos. Aún se espera que los inversores y las exportaciones de productos de valor agregado se materialicen”, puntualizó el profesional.

Para Federico Ostropolsky, presidente del Consejo Empresario Mendocino, las perspectivas para el próximo año son promisorias, aunque consideró que dependerán de algunos cambios más profundos y que no tienen un impacto inmediato de la reforma de infraestructura, laboral y tributaria.

No obstante, el empresario indicó que la obra pública y privada traccionarán el empleo y las inversiones. Sin embargo, “esto sucederá si también el Estado baja las tasas que seduzcan a las inversiones”.

Los precios de los autos más vendidos en Mendoza aumentaron menos que la inflación durante 2017. La suba promedio para los vehículos del top ten fue de 16%.

Pedro Bizzotto, presidente de Asinmet, Asociación de Industriales Metalúrgicos de la Provincia de Mendoza, analizó que hay sectores que mejorarán, sobre todo los ligados a la construcción, mientras que otros seguirán complicados principalmente por el aumento de tarifas que impactan en la estructura de costos.

Mario Yaser, presidente del Círculo de Constructores de Mendoza, también fue cauto en sus comentarios y en el análisis del próximo año. Es que según el empresario, “2018 es prometedor en lo que respecta a obra pública, aunque notamos que muchas de las obras que se han licitado se están dilatando e incluso temo que muchas no se hagan. Por lo tanto, noto una gran preocupación en el sector». El problema que planteó el empresario es que «no están llegando los recursos de la nación».

En cuanto a obra privada, «desde el sector observamos que todavía no arranca, y recién se espera que logre despegar cuando realmente baje la inflación y todos los créditos atados a las UVA sean más confiables para los mendocinos», puntualizó Yaser.

Adolfo Trípodi, presidente de la Federación Económica de Mendoza, dijo que la perspectiva de Mendoza para el próximo año es complicada. “Nuestra economía está arraigada a productos transables y va a enfrentar todavía el retraso cambiario y la falta de competitividad de nuestra economía”, sentenció.

A su turno, Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina, dijo que en la medida en que los pronósticos del gobierno en cuanto a la inflación sean los correctos y ésta baje, al sector le va a ir un poco mejor. Sin embargo, «la competitividad y aumentos de costos siguen afectando a la industria del vino que cada año nos deja fuera en diversos mercados», sentenció.

Principales preocupaciones

Daniel Garro, economista de Value Group remarcó que la principal preocupación es el alto nivel de gasto público, la altísima presión tributaria y el alto déficit fiscal (cierra 2017 con 12% del PBI el déficit total incluidas las provincias, las empresas públicas y el BCRA), que generan un alto costo de producir en Argentina.

Según el profesional, «esto impide que lleguen inversiones, a pesar de la gran liquidez existente en el mundo, algo que en cualquier momento se termina. Mientras no se baje el costo de producir, en relación a otros países, habrá cifras de crecimiento del PBI muy bajas y no genuinas».

Así las cosas, dado que de mantenerse el actual contexto internacional 2018 será muy similar a 2017, para Garro el único sector que seguirá mostrando signos positivos a nivel nacional será el campo, que seguirá teniendo importancia relativa (es el único sector cuyo crecimiento es un poco más genuino), y la obra pública. Los demás sectores, «recibirán las «sobras» que generen los dos sectores mencionados, como ha sido 2017 (si el gobierno hace caminos con deuda, los empleados contratados para ese trabajo reciben una remuneración y con eso consumen, mejorando al resto de los sectores, pero no fue genuino). Si el contexto internacional es de tasas más altas o de crisis, no habrá sectores favorecidos sino que sólo aquellas empresas que exporten serán las beneficiadas, ya que el tipo de cambio se devaluará más rápido», puntualizó el economista.

La FEM informó que las ventas minoristas de noviembre, medidas en cantidades, crecieron en promedio 0,04 %. Esto tras casi 2 años de números negativos.

Asimismo, Marcelo Licanic indicó, al igual que sus colegas, que la inflación sigue siendo el principal escollo en la economía. En este aspecto, y al igual que su colega, detectó que es difícil combatir la inflación con niveles elevados de gasto público y una economía en recuperación.

Sin embargo, «por primera vez en mucho tiempo se está trabajando para que ciertas variables que afectan crónicamente la inflación, se corrijan. En segundo lugar, Argentina puede encaminarse a una concentración de la economía en grandes empresas que pueden llegar a generar problemas de monopolios y oligopolios», detalló Licanic, al tiempo que agregó que «los costos laborales y falta de seguridad jurídica afectan la competitividad de Argentina, aunque con el tiempo esto se va a ir modificando. El tipo de cambio atrasado sigue siendo un problema a resolver».

«Todavía nos quedará un residual de Ingresos Brutos que en mi opinión lo tenemos que convertir en otra cosa”.

Nicolás Dujovne, Ministro de Hacienda de la Nación

A pesar de ello, Bizzotto consideró que Mendoza no está logrando la competitividad que necesitan los sectores, como el metalúrgico, sobre todo en el corto plazo. Así es que «nosotros no vemos bien el panorama para 2018 para las economías regionales. De este modo, creemos que 2018 será similar a 2017, con un acceso al crédito limitado por tasas elevadas, aumentos de tarifas, y por ende, mayores costos».

En el corto plazo, Federico Ostropolsky indicó que Mendoza está en problemas. La mayoría de las actividades que están ligadas a las exportaciones, como es el caso del vino, están atadas al tipo de cambio y las perjudica los altos costos logísticos.
«La provincia necesita un plan de infraestructura vial a través de la obra pública y ampliar la matriz productiva”, señaló

Por Laura Saieg – lsaieg@losandes.com.ar – Los Andes