Reforma tributaria: cómo impactará en la economía local

Según un estudio de la Fundación Ideal, en 2022, cuando esté en plena vigencia, la presión fiscal bajará entre 1 y 6 puntos.

La reforma tributaria nacional podría impactar en una reducción de la presión impositiva y permitiría mejorar los niveles de rentabilidad de las empresas de Mendoza en una magnitud equivalente de entre 1 a 6 puntos sobre las ventas (o ingresos), según la actividad.

Este dato se desprende de un informe preliminar que llevó a cabo la Fundación Ideal y que toma en consideración cuando la nueva ley esté en su plena aplicación en 2022.

Asimismo, este beneficio de 1 a 6 puntos para los sectores productivos sería aún más importante en cuanto a la rentabilidad de las compañías, ya que ese porcentaje se incrementa en relación a las ganancias de las empresas.

En las actividades industriales los rangos oscilan entre 2 y 3 puntos (bodegas, alimentos y bebidas) y 4 y 5 puntos (metalmecánica y maquinarias).

En los servicios la dispersión resulta mayor y oscila entre 1 punto (comercio) y 6 puntos (servicios empresariales y transporte).

Más allá de los matices, “en todos los casos el salto en la rentabilidad resultaría de una magnitud importante ya que cabe recordar que la rentabilidad de las empresas es sólo una proporción pequeña respecto de las ventas o ingresos”, explicó Rodrigo González, economista de Fundación Ideal. En este aspecto, ejemplificó que “en el caso de bodegas, si bien el indicador de rentabilidad mejoraría 2 puntos, la misma aumentaría de 6 a 8 puntos de las ventas, lo cual implica un salto del 33% respecto de la rentabilidad pre reforma”.

Cabe aclarar que los cambios son graduales y se sentirían especialmente en los años 2019 y 2021, ya que esos años suceden bajas importantes en las ganancias no distribuidas.

Impacto

El proyecto de reforma tributaria que el gobierno ingresó al Congreso cuenta con 220 páginas distribuidas en 12 capítulos. El texto, que tuvo algunas modificaciones, ya se encuentra en discusión en Diputados y prevé cambios en diversos ítems, algunos con mayor y otros con menor impacto en la rentabilidad de las empresas.

En este sentido, Rodrigo González dijo que «la caída en las contribuciones patronales explica el 42% de las mejoras en la rentabilidad estimada; la caída en ganancias el 26%, reducciones en ingresos brutos el 24% y, finalmente, la posibilidad de descontar el impuesto al cheque contra ganancias explica el 8% de la mejora estimada».

Sin embargo, según actividad, existen asimetrías en los impuestos que más pesan en las mejoras de rentabilidad. De este modo, contó Rodrigo González que la caída en contribuciones patronales pesan más en servicios dado que son más intensivas en mano de obra (en algunos casos explica un 70% o más de las mejoras, como en comercio y salud).

La caída en alícuota de ganancias pesa más en las actividades industriales (principalmente aquellas más intensivas en capital). A su vez, la caída en ingresos brutos tiene un peso muy importante en la mejora de la rentabilidad de actividades industriales pero también en servicios como transporte, hotelería y restaurantes.

Finalmente, “un análisis por tamaño de empresas permite advertir que las mejoras en la rentabilidad resultan transversales para pequeñas, medianas y grandes empresas. Las estructuras de costos muestran que ante la diversidad de impuestos que se reducen existen diferentes maneras de capitalizarlo. Las Pymes más bien con empleo (tienden a apropiarse casi completamente del pago de contribuciones patronales por pagar salarios muy próximos al mínimo no imponible) y las empresas grandes tienden a capitalizar con más intensidad la menor alícuota en ganancias”, especificó el profesional de Fundación Ideal.

Modificaciones

El proyecto de reforma tributaria que el gobierno envió al Congreso cuenta con 220 páginas distribuidas en 12 capítulos. El texto, que tuvo algunas modificaciones, ya se encuentra en discusión en Diputados y prevé cambios en Ganancias, IVA, combustibles y seguridad social, entre otros impuestos.

En primer lugar se trata del impuesto a las ganancias con una reducción gradual de la alícuota del impuesto del 35% al 25% para ganancias que no se distribuyan. No obstante, durante el próximo año la alícuota quedará igual, y luego en 2019 bajará al 30% en 2020 igual, y en 2021 hacia adelante será del 25%.

El segundo, son las contribuciones patronales, en donde se establece un mínimo no imponible (MNI) de $ 12.000 de salario bruto (ajusta por IPC). Además, se unifican las alícuotas de contribuciones patronales por sector y zona: alícuota única de 19,5%.

Luego, el tercer aspecto importante son los impuestos en cascada: débitos y créditos bancarios; ingresos brutos. Con respecto al primero de ellos, podrá ser utilizado totalmente como pago a cuenta de ganancias y el segundo establece un acuerdo con las provincias para reducir ingresos brutos, sellos y eliminar aduanas interiores.

En cuarto lugar, y con gran impacto, el Pacto Fiscal de la Nación con las provincias para reducir/eliminar ingresos brutos, sellos y eliminar aduanas interiores, es uno de los principales puntos.

En este marco, el consenso fiscal y los cambios en Mendoza tienen que ver con: el proyecto impositivo de Mendoza para 2018 establece que sectores como agricultura, pesca, explotación de minas y canteras, industria manufacturera, electricidad, gas y agua y transporte estén exentos a la alícuota de ingresos brutos para 2022. El resto de las actividades tiene otras modificaciones y reducción de este impuesto.

Asimismo, a pesar de que no tengan un impacto importante en la rentabilidad de las empresas, el escrito que entró al Congreso plantea una reforma con más de 220 páginas, que modifica, entre otras cosas, la renta financiera.

Se someten a imposición rentas financieras actualmente exentas, con alícuotas moderadas según el tipo de colocación y con un mínimo no imponible especial. La alícuota será -si es que se aprueba- del 15% para rendimientos provenientes de instrumentos en moneda extranjera o indexada.

Además, la alícuota será del 5% para rendimientos provenientes de instrumentos de renta fija en pesos sin cláusula de ajuste y se mantiene el tratamiento actual para las acciones con cotización local, sujeto a requisitos. Por otro lado, y al igual que en Ganancias, la reforma propone devolver en crédito fiscal el IVA a las empresas que hayan realizado inversiones y no lo hayan recuperado en un lapso de 6 meses.

Estos y otros más serán los impuestos que se modificarían si se termina de aprobar en el Congreso dicha reforma.

Los Andes – Opcional Todo a la chapa – 300×250

Informe

Con el fin de lograr una mejor comprensión del alcance de los cambios propuestos por el Poder Ejecutivo sobre la rentabilidad empresarial, Ideal analizó información contable de 67 empresas que representan 12 actividades productivas de Mendoza.

De este modo, Rodrigo González, economista de dicho establecimiento, mencionó: “Cada empresa de Mendoza posee su propia estructura de costos y sus propias declaraciones contables. En función de ello, los impactos de la reforma tributaria son de una diversidad muy importante. En este contexto, el estudio no pretende reflejar el impacto agregado de la reforma tributaria en Mendoza (o el impacto representativo para una actividad en particular), sino simplemente mostrar tendencias y particularidades que se limitan a los casos analizados”.

Así las cosas, González contó que sólo algunos puntos de la reforma son los que generan mayor impacto sobre la rentabilidad empresarial. Estos son: impuesto a las ganancias, contribuciones patronales, impuesto sobre débitos y créditos bancarios e ingresos brutos.

“El resto de los cambios no resultaron de impacto directo relevante sobre la rentabilidad de las empresas analizadas, por ello no se exponen en el estudio. Por otro lado, existen cambios en que se desconoce el impacto por no contarse con información suficiente para realizar la simulación, como es el caso de los impuestos patrimoniales provinciales”, remarcó el profesional.

Para ello, Fundación Ideal trabajó con un enfoque de costos y rentabilidad contable. Para estimar los impactos se trabajó con información de ingresos, gastos e impuestos vigentes para 67 empresas reales de Mendoza y el año base fue 2017.

«Sobre este año se estimaron indicadores de rentabilidad (rentabilidad neta/ingresos totales) con la estructura tributaria actual y la estructura tributaria que resultaría de aplicar en su ejercicio pleno la reforma tributaria en discusión (que regiría a partir de 2022)», sumó González.

Cámaras y empresarios consideran que los beneficios tardarán en llegar

Para el empresariado y cámaras locales la posible reforma plantea una disminución en la presión impositiva. Sin embargo, si llega a darse la aprobación en el Congreso, recién en 2022 se podrá ver el verdadero impacto.

Mario Bustos Carra, gerente de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo, dijo que si bien aún falta la aprobación formal de las propuestas del gobierno nacional para las reformas laboral e impositiva, “se consideran buenas como punto de partida o como señal que se han identificado con claridad algunos de los principales problemas que tienen las empresas para alcanzar una mejora en su perdida rentabilidad. De este modo, alivió la excesiva presión tributaria”.

Sin embargo, señaló el empresario: “A pesar de ser positivas son graduales y muchos de los sectores económicos de Mendoza necesitan que sean urgentes, sobre todo cuando se habla de que en los próximos meses vienen nuevos ajustes en tarifas, combustibles, etc”.

Daniel Garro, economista de Value Group, indicó que por ahora la reforma no traerá ningún tipo de alivio. Según el profesional, “es una reforma muy light, por la que se cambian algunos impuestos distorsivos por otros menos distorsivos, pero no baja la presión tributaria. Además, la reforma abunda en impuestos específicos (típico de gobiernos argentinos, una especie de «peronismo con buenos modales»), que distorsionan los precios relativos, generando incentivos distintos a los del mercado, lo que a la postre, provoca desvío de inversiones e ineficiencias”.

Para el economista, la reforma no mejora nada estructural. Sin embargo, Garro remarcó: “Lo único positivo de la pseudo reforma tributaria es la baja del impuesto a las ganancias, para aquellas empresas que reinviertan sus utilidades; algo que, de todas formas, habrá que ver bien, una vez que salga la parte reglamentaria, en la que muchas veces se anulan los beneficios iniciales de la norma. Finalmente, sube mucho la presión tributaria de las personas, lo que tendrá un efecto negativo en el consumo”.

En línea con algunas de las declaraciones de su colega fueron las palabras del economista Marcelo Licanic. A su turno, el profesional sumó que «la reforma tributaria podría llegar a ser positiva en los segmentos corporativos y de grandes empresas, sobre todo. Para las Pymes es probable que traiga alivio en el mediano y largo plazo. En el corto plazo es posible que genere más problemas que soluciones».

“Para las pymes es probable que traiga alivio en el mediano y largo plazo. Pero en el corto plazo es posible que genere más problemas que soluciones.”

Concordantes fueron las opiniones de Pedro Bizzotto, presidente de Asinmet (Asociación de Industriales Metalúrgicos de la Provincia de Mendoza).

Según manifiesta, sobre todo en el corto plazo, las empresas no sentirán grandes cambios, y recién podremos hablar en 2022 cuando esté en pleno funcionamiento. Sin embargo, «para llegar allí y en un país como Argentina que es tan incierto y su economía versátil, habrá que ver qué pasa definitivamente».

A pesar de estas opiniones vertidas por Bizzotto, también dijo que hay algunos impuestos, como es el de cheques que resulta distorsivo para las empresas.

Además, “todo lo que sea reducir impuestos es positivo. A su vez, creo que el alivio llegará por el lado de la provincia con la posible reducción una vez más de los Ingresos Brutos en 0,25% al igual que este año”.

“La parte más importante creo que puede venir por los posibles acuerdos de la Nación con los sindicatos en relación a la reforma laboral. Esto podría traer mucho alivio en la provincia y el país, ya que hablamos de uno de los costos más altos y por los cuales el empleo privado no crece”, remarcó Bizzotto.

Federico Ostropolsky, presidente del Consejo Empresario Mendocino, indicó: «Hoy Argentina sólo depende de la competitividad por el tipo de cambio y esto termina siendo un círculo vicioso. Durante los últimos años la solución de algunos ministros fue una devaluación que luego esto trae consecuencias, porque tenemos un verano corto y luego rápidamente llega el invierno. Con esto qué quiero decir: que inmediatamente el tipo de cambio se acomoda y se traslada a precios y ahí volvemos a perder competitividad”.

Por lo tanto, el empresario señaló que tanto Argentina como Mendoza necesitan un sistema tributario acorde y que sea atractivo para las inversiones.

Por lo tanto, diversos puntos de la reforma entregada en el Congreso responden a algunos pedidos concretos realizados el sector privado para mejorar la competitividad ya que muchos de ellos «son totalmente distorsivos y la presión ejercida se da desde el ámbito nacional, así como también provincial y municipal», puntualizó Ostropolsky.

A su turno, Mario Yaser, presidente del Círculo de Constructores de Mendoza, coincidió con esto último y agregó que la reforma apunta a promover la producción e inversión. Sin embargo, “nada de esto lo veremos en el corto plazo, por lo tanto, las empresas tendrán que seguir peleando por la competitividad”.

De todos modos dijo Yaser que lo que más se espera es el compromiso provincial de bajar los Ingresos Brutos, lo cual podría reducir en lo inmediato algunos puntos relacionados a la presión impositiva.

Por Laura Saieg – lsaieg@losandes.com.ar – Los Andes