Otro año se va sin pena ni gloria para una importante mayoría de los municipios del interior de la provincia, que ahora deben volver a raspar el fondo de la olla y salir a pedir prestado para cumplir con sus obligaciones salariales.
Desde la subsecretaría de Asuntos Municipales ya se adelantó que se analizará en qué medida el Gobierno provincial puede salir en apoyo de las arcas de cada comuna para cumplir en tiempo y forma con el pago de los aguinaldos.
En simultáneo, mientras los intendentes buscan monedas debajo de los almohadones, en Buenos Aires finalmente llegó a una primera conclusión la enconada disputa que enfrentaba a 22 provincias contra la primera provincia.
Acuerdos mediante –que seguramente en poco tiempo más llegarán en forma de ticket o factura al ministerio de Finanzas de la Nación para pagar los términos de lo acordado-, se aguarda que el año termine en un clima menos tormentoso de lo que se esperaba.
Una de las condiciones que impuso el Gobierno nacional en el marco del nuevo pacto fiscal es la contención del gasto público; se espera que las medidas tomadas empiecen a surtir el efecto deseado de una plena recuperación económica.
Cuando se tocó el tema del gasto público, uno de los tópicos a ser tratados fue la manera en que los gobiernos provinciales manejan el ingreso de trabajadores a la planta de personal del Estado.
Uno de los principales puntos es que las provincias no sigan tomando gente como si los recursos que salen del tesoro nacional para cubrirles la espalda cuando llega fin de año fuesen totalmente ilimitados, como se pensaba hasta hace un par de años.
Por el contrario, lo que se pidió es no incurrir en gastos innecesarios que lleven a esos encuentros de negociación porque, sencillamente, no habrá fondos para negociar.
Lo más probable, si es que esta política busca alguna clase de sostenibilidad en el tiempo, es que el Gobierno catamarqueño deba sentarse a imponer los mismos términos con los gobiernos municipales para los próximos años.
La dinámica de ida y vuelta entre la Nación y las provincias, en ese sentido, es igual a la que tiene la Provincia con cada municipio.
– El Esquiú