Córdoba duplicó la presión fiscal desde 2008

El peso de los impuestos, tasas y fondos llega al 9,7% del producto bruto geográfico. Según un informe del centro de estudios Cippes, supera en esto a Santa Fe y a Buenos Aires.

En menos de siete años, la Provincia de Córdoba duplicó el nivel de presión fiscal sobre la economía y la carga sigue subiendo hasta llegar a niveles récord.

Un análisis del Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales (Cippes) que releva los últimos 25 años señala que, en 2017, la recaudación de impuestos, tasas y fondos llega al 9,67 por ciento del producto bruto geográfico (PBG).

Según el estudio del observatorio de finanzas públicas de la entidad cordobesa, entre 1993 y 2008 la presión fiscal provincial osciló entre el cuatro por ciento y el cinco por ciento del producto. En 2008, se situó en 4,26 por ciento, pero a partir de ese momento, la carga comenzó a subir; y en 2015 superó el nueve por ciento.

El informe toma la definición de carga fiscal ampliada, que suma los recursos tributarios y los no impositivos, ya que son traspasos de fondos del sector privado al público, “muchas veces sin que medie una contraprestación de servicios clara”.
Esta evolución dejó a Córdoba con una pérdida de competitividad respecto de otras provincias grandes. Santa Fe tiene una carga del seis por ciento y Buenos Aires, de 8,57 por ciento. Así, la provincia quedó un 55 por ciento y un 8,5 por ciento arriba, respectivamente.

“Una mayor presión fiscal se traduce en precios más altos para los productos y servicios en Córdoba, lo cual atenta contra la competitividad del sector productivo local frente a otras provincias”, advierte Alfredo Schclarek Curutchet, director del Cippes. Y agrega que esta situación “reduce el poder adquisitivo del ingreso de los cordobeses”.

Por otra parte, la entidad analiza el impacto de eliminar la sobrealícuota de Ingresos Brutos para empresas no radicadas en la provincia.

Tras evaluar que, si se hubiera disminuido en dos mil millones de pesos la recaudación (según lo estimado por esta medida), en 2017 la presión fiscal hubiera bajado de 9,67 por ciento a 9,29 por ciento, con un efecto que “no modificaría sustancialmente los valores”.

Según Cippes, la mayor presión tributaria no fue por una disminución de los fondos nacionales.

Por el contrario, señala que desde 2002 aumentaron en términos reales los envíos por coparticipación, financiamiento educativo, la distribución de otros impuestos nacionales, las transferencias corrientes y las de capital.

Entre 2004 y 2009, rondaron el ocho por ciento del PBG, hasta 2013 subió hasta el 10 por ciento; en 2015, al 12,7. Y en 2016, tocó el 13,6 por ciento.

“Lo que explica el aumento de la presión fiscal provincial es la necesidad de financiar un paulatino y constante aumento del gasto público”, dice el Cippes.

El principal componente es el gasto en personal que, desde 1999, “creció a un ritmo promedio del tres por ciento por año”. Se pasó de 72.528 empleados en 1999 a 128.575 en 2016.

Otra medida que señala la entidad es la jubilación y retiro anticipado de 20 mil personas entre 2000 y 2006, que agravó el déficit de la Caja de Jubilaciones.

Emisión de deuda. 182 son los millones de dólares para construir el Centro Cívico, el Kempes, el Faro Bicentenario, la nueva Terminal y el Parque de las Tejas.

Por Paula Martínez – La Voz del Interior