El promedio de cinco encuestas recientes da tres puntos de ventaja al macrista. Para los analistas, las entrevistas no ayudan a la expresidenta. Caen Massa y Randazzo.
A tres semanas de las legislativas, el foco nacional sigue clavado en la competencia por las tres senadurías bonaerenses. La suerte de Cristina Fernández, coinciden los analistas, tendrá un inevitable impacto en el mapa político. A diferencia de lo que ocurría en la previa de las Paso, cuando mayormente las encuestas favorecían a la expresidenta por un margen mayor que el que finalmente se dio, ahora los sondeos son favorables a Cambiemos.
En aquellas primarias, tras un conteo provisorio inconcluso (del que no dependía cargo alguno), al final sacó más votos Cristina Fernández que el candidato de Cambiemos, Esteban Bullrich (0,21 por ciento). Fueron 3.229.194 votos contra 3.208.870. Un 34,27 por ciento a 34,06 por ciento.
Para el macrismo, esos 20.324 votos de diferencia fueron pocos para alguien que fue dos veces presidenta de la Nación. Para el kirchnerismo, fue una hazaña: “Hicimos campaña con Cristina y un celular”, resumió el radical Leopoldo Moreau.
Esa tónica no ha cambiado en esta nueva campaña: la Panamericana, que atraviesa distintos distritos bonaerenses, es un desfile de carteles de la gobernadora María Eugenia Vidal, de Bullrich, de Sergio Massa (candidato a senador por 1País) o de Florencio Randazzo, quien como candidato al Senado en representación del sello oficial del PJ cuenta con una caja de 37 millones de pesos.
Entre los últimos trabajos de campo conocidos está el de Ricardo Rouvier & Asociados. Esta encuestadora –que supo trabajar históricamente con candidatos kirchneristas o peronistas– ubica a Bullrich unos seis puntos por encima de Cristina Fernández.
“Cambiemos mejora su posición competitiva en relación con las PASO por el envión que le dio el triunfo a nivel nacional, y también por una expectativa más favorable sobre el futuro de la economía”, resume Rouvier. También observa que la imagen negativa de Cristina Fernández “supera a la positiva por 29 puntos”. 33,3 a 62,4.
El sondeo de esta encuestadora, advierten sus propios hacedores, arrojó un alto número de indecisos: 9,4 por ciento. “Es un porcentaje muy importante que podría producir modificaciones en los resultados”, se ataja Rouvier.
También se señala el decrecimiento de Massa en relación con las Paso (de 15% a 9,4). “Esos votos se transfieren casi en su totalidad a Cambiemos”, interpretó. Y Randazzo “mantiene sus votos con una leve caída”: de 5,9 a 5.
¿Por qué Cristina Fernández sacaría menos porcentaje en octubre que en agosto? Rouvier vuelve, entonces, a los indecisos. Una proyección de ese universo de votantes podría ubicarla por encima del 35%, pero también impulsa de manera ascendente a Bullrich.
“Fernández no tiene mucho en dónde pescar fuera de la pecera donde ya capturó: les apunta a los casi seis puntos de Randazzo, un voto peronista, por eso vuelve a la dinámica de los actos a cielo abierto, populosos, peroniza el discurso, dice que, más allá de su apellido, fue siempre peronista. Así pasó de 34 puntos a 36,4, diferencia que se corresponde con lo que pierde Randazzo. Está rascando la olla”, graficó Gustavo Marangoni, director de M&R, consultora asociada a Query Argentina.
Marangoni (quien fue un estrecho colaborador de Daniel Scioli hasta que este perdió la presidencia) afirma que 1País, la alianza que sellaron Massa y Margarita Stolbizer, pierde votos a favor de Cambiemos. “Bullrich pasa de 34 a 39,6. Son los cinco puntos que pierde Sergio”, dice.
Marangoni alude al voto útil. “¿Por qué, después de las Paso, alguien que ve su candidato a 20 puntos del primero insistirá si no tiene ninguna posibilidad?”, se pregunta. “Esto es un balotaje legislativo; el gobierno planteó una polarización y Cristina tomó el guante”, agrega.
Sobre el desbarranco electoral de Massa (casi cuatro millones de votos en 2013 contra 1,4 millón en agosto), analizó: “Intentó la estrategia sofá cama: ‘Yo represento lo mejor del peronismo y lo mejor de Cambiemos’, pero al final ni te sentás cómodo ni podés dormir bien. Se lo devoró la polarización”.
La campaña también muestra una participación estelar de Mauricio Macri y de la gobernadora Vidal. Bullrich no se aparta de ese paraguas. “Tenemos trabajos que nos arrojan muy buena imagen presidencial”, dicen en Cambiemos.
La encuestadora OPSM, de Enrique Zuleta Puceiro, da una leve diferencia a favor de Bullrich: 37,4, contra 36,3 de Cristina Fernández. OPSM observa una gran caída de Randazzo, quien todos los días sufre un abandono, en su mayoría con rumbo a Unidad Ciudadana. Anteayer rompió Julián Domínguez, uno de sus aliados más fuertes. El PJ-Cumplir pasa de casi seis puntos a 2,7 y es superado, en la proyección, por el Frente de Izquierda, que impulsa a Néstor Pitrola, con un 3,3 por ciento.
Fernando Larrosa, director de la Consultora Ceis, dijo que recién “este lunes o martes” tendrá las conclusiones de una nueva medición. El trabajo que realizó hace unos 15 días, cuando aún no había arrancado la campaña, le dio una pequeña diferencia a favor de Fernández: 37 a 35. “Pero hay un margen de error (y un cinco por ciento que ‘no sabe o no contesta’) que indica, antes que nada, una gran paridad. Los números preliminares del nuevo trabajo indican algo similar: paridad y no más de dos puntos de diferencia”, dijo.
“Esta semana, el Gobierno tuvo varios golpes de efecto que podrían jugar a favor, como la impactante detención de Juan Pablo ‘Pata’ Medina o la foto de De Vido en el inicio del juicio por la tragedia del Once. Las entrevistas a Cristina, sin embargo, no creo que generen más o menos votos”, interpretó Larrosa.
Por Horacio Aizpeolea – La Voz del Interior