-“Para trabajar a futuro hay que tener espalda”

San Isidro, el distrito de Gustavo Posse, le aportó a Cambiemos el mayor porcentaje de sufragios del Conurbano. Reelección indefinida, su opinión sobre Massa y su propia hija en política: “Aprendió a doblar boletas a los 4”.

Gustavo Posse arribó a la intendencia de San Isidro en 1999. Y desde entonces fue reelegido cuatro veces. En la última oportunidad, en 2015, con el 55 % de los votos. Está al mando de uno de los municipios más ricos del Conurbano, el mismo distrito donde nació meses después de que Melchor Posse, su padre, terminara el primer mandato como intendente. Con una herencia política forjada en la Unión Cívica Radical, el mandamás tuvo afinidad con diferentes partidos. Sin embargo, desde hace algunos años, trabaja con Cambiemos. En las recientes PASO, San Isidro aportó el 55 % de sus electores a Esteban Bullrich y compañía, la cifra más alta del Conurbano. «Conseguimos una distancia más alta para poder compensar aquellos lugares del Buenos Aires extremo donde Cambiemos estaba disminuido. Evolucionamos mucho en lo que tiene que ver con en el segundo cordón del Gran Buenos Aires. Tuvimos los votos necesarios para sumar…», asegura Posse en diálogo con Municipios.

Periodista: ¿Cómo se gobierna con más de la mitad de la población a favor? ¿Es algo que puede jugar en contra?

Gustavo Posse: No, porque llevamos adelante un plan maestro que consiste en hacer siempre lo que es prioritario y dejar para después lo que no es tan importante. Es muy difícil hacer lo que está abajo del suelo. Lo que no se ve. Para trabajar a futuro hay que tener espalda. Es un trabajo fuerte conseguir los fondos de la Nación, que es la responsable. Pero fueron grandes apoyos y por suerte se concretaron.

P.: ¿Cuáles son sus hitos como intendente?

G. P.: Todo lo que tiene que ver con las cloacas, el hecho de haber cubierto con agua potable muchas zonas. Avanzar en la seguridad, tener el ciento por ciento de capacidad en salud municipal. Tenemos los índices de más baja mortalidad infantil que se conocen: 6,2 por 1.000 casos.

P.: Las inundaciones eran una de las principales preocupaciones de los vecinos. ¿Se pudieron solucionar?

G. P: Hace un par de semanas hubo una serie de lluvias muy fuertes. Cayeron más de 130 mm. en un rango de 32 horas. Cada uno de los 26 reservorios que hicimos, cumplieron su rol. Ante el alud de agua, derivamos para campos de deportes y parques. Si no hubiesen estado las obras habría sido terrible porque cuando se dan estos fenómenos va arrasando de barrio en barrio. Y no pasó…

P.: ¿En qué cree que tiene que seguir trabajando?

G. P: Hay que insistir en lograr que sea más parejo el Gran Buenos Aires. Avanzar en lo social. A nivel seguridad, sobrevivimos. Nosotros tenemos 1.480 cámaras de seguridad. En su momento entendí que con el patrullaje no alcanzaba. Que el problema era algo evolutivo. Pero es difícil. El Gran Buenos Aires está muy áspero.

P.: Obtuvo buena cantidad de votos en La Cava, una de las villas más conocidas del país. ¿Cómo lo explica?

G. P: La Cava creció en su momento por el descuido de los militares. Fue algo que se desmadró. En su momento tuvo 32 mil habitantes. Hoy hay 5 mil personas. Fuimos ayudando a muchos para que puedan vivir en otros lados. Ahora La Cava es chica en comparación a otras. Trabajamos en un proyecto para llegar a la urbanización total.

P.: ¿Los monoblocks siguen siendo una forma de asistencia edilicia?

G. P: A nosotros no nos interesa la idea de hacer monoblocks. Es algo que no haremos nunca, porque generan dificultades. Pero la clave está en que tratamos igual al que tiene y al que no. No tenemos el trato de la miseria electoral de dar para votar.

P.: ¿Ya se ve candidato a otra reelección o le gustaría apuntar por otro tipo de desafío?

G. P: Mi idea es ayudar a otros municipios. Dentro y fuera de San Isidro seguiremos adelante con el plan.

P.: En caso de intentar ir por un nuevo mandato, sería el último. ¿Qué le parece la ley que prohíbe la elección indefinida?

G. P.: Hay municipios en los que se trabaja bien y otros en los que se trabaja mal. Es así de simple. Cuando no hay reelección es porque la gente no lo quiere.

P.: Hace poco tuvo un cruce con Sergio Massa: ¿Qué opinión le merece?

G. P: Tigre lo hizo Ricardo Ubieto, Massa vino con las pinturitas. Eso sí, le dio sentido de pertenencia.

P.: Su hija, Macarena Posse, seguramente sea electa como consejera escolar en octubre. ¿Ve una continuidad del apellido en San Isidro?

G. P.: Macarena, al igual que su hermano, nació en esto. Los dos fueron abanderados. Me preocupé porque tuviesen una formación y fueran sensibles. Pero esto es una decisión que debe tomar ella. Aprendió a doblar boletas a los cuatro años, pero hasta ahora no estuvo en la función pública porque no es un lugar para aprender.

P.: ¿La política está en la genética?

G. P.: Hay un genotipo. Ella lo tiene de padre y madre. Ojalá que tengan una vida de profesión y de compromiso social.

BRUNO LAZZARO – Ámbito Municipal