Creen que pueden ser competitivos en dos años y pisar fuerte en bastiones históricos del peronismo. Macri sigue su recorrido por esos distritos en busca de federalizar las PASO
El camino de la campaña que construye el Gobierno hacia las PASO de agosto y hacia las generales de octubre no se detiene sólo en el legislativo 2017. Incluso cuando remarcan a diario que lo relevante es la gestión cotidiana, la presidencial de 2019 también está en la mira, ya que estará en juego revalidar el mandato de cuatro años de Mauricio Macri pero, especialmente, poder ganar gobernaciones de provincias con tradición justicialista pero en las que tienen depositadas fuertes expectativas. Las cuatro apuntadas por Cambiemos son Tucumán, La Rioja, Formosa y San Luis. Y pueden sumarse provincias de padrones más atractivos como Córdoba y Santa Fe, donde el Gobierno cree que pueden ser competitivos.
Macri empezó a dar señales de esa búsqueda ayer, cuando visitó Tucumán y presentó la fórmula de precandidatos a diputados nacionales que encabezará José Cano, el elegido para pelear por la gobernación en dos años. El dirigente radical, hasta hace dos semanas al frente del Plan Belgrano, fue quien perdió con el kirchnerista Juan Manzur en los polémicos comicios de 2015, que terminaron siendo convalidados por la Corte Suprema de Justicia. Macri ayer se metió de lleno en la interna tucumana, criticando duramente a Manzur (ver aparte).
La Rioja es otra provincia en la que Cambiemos aspira gobernar. Y en pos de esa intención será decisivo cómo le vaya a Julio Martínez en la elección que viene, en la que será cabeza de boleta para senadores nacionales y competirá mano a mano con el ex presidente Carlos Menem. También radical, el ex ministro de Defensa es la alternativa principal que tienen en el Gobierno para pelear la gobernación que hoy ostenta el justicialista Sergio Casas. La tarea no será fácil: en 2015, Casas superó a Martínez por más de 13 puntos de diferencia.
Histórico bastión peronista, Formosa también es un punto al que en Balcarce 50 le ajustan la mira. Parece un desafío muy duro de encarar, ya que Gildo Insfrán gobierna la provincia ininterrumpidamente desde 1995. Hay dos nombres para buscar dar el zarpazo: los también radicales Ricardo Buryaile y Luis Naidenoff. El primero es el ministro de Agroindustria y el segundo será precandidato a senador en estas PASO. Ambos buscan ser los elegidos para ir como candidatos en 2019.
La cuarta provincia en la que el Gobierno tiene expectativas de competir con buenas chances en dos años es San Luis. En esa búsqueda, recurrirán a un «foráneo» como Claudio Poggi, ex gobernador entre 2011 y 2015, y quien buscará destronar a sus antiguos padrinos políticos, los hermanos Rodríguez Saá.
En el Gobierno muestran más cautela, al pensar en provincias de más peso electoral como Córdoba y Santa Fe, aunque creen que pueden ser competitivos con nombres como Héctor Baldassi y Luciano Laspina, por ejemplo. Chaco, con Aída Ayala como referente de cara a la próxima elección legislativa y con buena aceptación en Resistencia, surge como otro polo a trabajar en el mediano plazo para ser competitivo en una provincia que muestra muy sólido al justicialista Domingo Peppo.
por BERNARDO VÁZQUEZ – CRONISTA