Serán monumentos la Biblioteca Nacional y otros edificios brutalistas

La construcción de la Biblioteca Nacional demoró 30 años. Foto: LA NACION / Soledad Aznarez

No solo los edificios antiguos poseen valor patrimonial. Ahora se protegerá un conjunto de obras emblemáticas de la segunda mitad del siglo XX. Por primera vez, ocho joyas de la arquitectura moderna serán declaradas Monumento Histórico Nacional. Entre ellas se destaca una gigantesca construcción con aspecto de nave espacial, la Biblioteca Nacional Mariano Moreno. También las torres Somisa y ENTel, en la Capital, una vivienda particular en la provincia y otras cuatro construcciones del interior del país, todas de vanguardia. Pertenecen al movimiento brutalista, así llamado por usar, principalmente, el hormigón crudo, en bruto, como material de terminación.

Acorde con la tendencia mundial que revaloriza el estilo, el Poder Ejecutivo aprobará el proyecto elaborado por la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, que propone incluir esas obras dentro de un listado conformado por 600 edificios de diversas épocas y estilos, desde la Colonia hasta principios del siglo XX, que deben ser preservados. De acuerdo con la Ley Nº 12.665, las construcciones declaradas Monumento Histórico no pueden ser demolidas, ni modificadas, sin previamente consultar a la Comisión presidida por Teresa Anchorena.

El brutalismo es una de las tantas corrientes que tuvo la llamada arquitectura moderna, término con el que se designa el conjunto de estilos que se han desarrollado a lo largo del siglo XX en todo el mundo. Uno de sus mejores exponentes es la Biblioteca Nacional. Al observarla, desde la Avenida Del Libertador, se aprecia la elevación de las salas de lectura, apoyadas en cuatro grandes pilares, como si estuvieran flotando y sobre una planta baja libre.

Virginia Mejía – LA NACION