En un escenario incierto, el oficialismo dio señales de preocupación ante la posibilidad de una derrota en el principal distrito del país. Y jugó con el factor “miedo”.
La gobernadora Vidal, eje de la campaña, admitió ayer que “la pelea contra las mafias” en esa provincia “se va a ver condicionada” si no ganan la elección.
Luego de que en la catarata de encuestas publicadas la última semana, varias dieran ganadora por escasa diferencia a la ex presidente y ahora candidata a senadora, Cristina Fernández de Kirchner, en la provincia de Buenos Aires, el gobierno empieza demostrar un principio de preocupación ante una posible derrota en el principal distrito del país. La gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, en quien recae la campaña del oficialismo en la provincia, ya advirtió que una derrota condicionará la “pelea contra las mafias”.
’“Esta pelea que empezó en diciembre de 2015 contra las mafias en la provincia, el narcotráfico y el juego ilegal, se va a ver condicionada si no ganamos la elección. Todos ellos forman parte de las alternativas que se presentan a disputar esta elección con nosotros”, disparó ayer la gobernadora contra los candidatos de la oposición. La formula oficial para senadores, Esteban Bullrich y Gladys González, compite contra la ex presidente, la de Sergio Massa (1 país, junto a Margarita Stolbizer) y Florencio Randazzo (Cumplir-PJ).
“¿Vamos a seguir dando las peleas? Sí. ¿Vamos a estar más condicionados que ahora? También”, agregó en América 24. No es la primera vez que un funcionario se manifiesta en ese sentido.
El mismo presidente Mauricio Macri advirtió hace unos meses: “Si perdemos las elecciones, es un fracaso”. El mandatario se refería a nivel nacional, donde el kirchnerismo tiene hoy en día escasa presencia, pero el oficialismo sabe que el resultado de la Provincia se nacionalizará, y una victoria de Unión Ciudadana puede significar el resurgir de Cristina Fernández como figura fuerte.
La frase del presidente se dio aún con terreno sin marcar, pero hoy, con candidatos definidos, toma mayor relevancia. Y es que los números no le dan bien al gobierno. En la semana se conoció el resultado de media docena de encuestas (OPSM, Haime, Rouvier, Analogía), y la mayoría dan ganador al espacio kirchnerista, incluso, algunas difundidas por el massismo, dejan a Cambiemos lejos en tercer lugar (ver aparte).
Aún faltan 20 días para la primera prueba electoral (la campaña audiovisual recién comienza el fin de semana), pero el oficialismo enfrenta un desafío importante. Vidal y Macri -e incluso la diputada Elisa Carrió (que compite en Capital)- se ponen al hombro la campaña, pero sus candidatos siguen siendo poco conocidos.
“La encuesta que va a importar, al final del día, es la del 22 de octubre”, opinó la noche anterior Bullrich sobre las mediciones.
En videoconferencia con Vidal, Carrió avisó: “Si nos votan, los jueces van a actuar; si no nos apoyan, los jueces van a entender que se puede garantizar la impunidad”.
Mientras, el kirchnerismo también usa la formula “terrorista”, pero a la inversa: si gana Macri, se viene el ajuste, repiten sus candidatos cada vez que pueden.
“Esta pelea contra las mafias, el narcotráfico y el juego ilegal se va a ver condicionada si no ganamos la elección”.
María Eugenia Vidal,
gobernadora bonaerense
El kirchnerismo también usa la fórmula del miedo, pero a la inversa: si gana Macri se viene el ajuste, repiten sus candidatos.
Massa: “Tienen que dejar el ring raje”
En campaña por Buenos Aires, el líder del Frente Renovador y candidato a senador, Sergio Massa, cargó contra el oficialismo. “El gobierno tiene que dejar de hacer ring raje y escuchar a la gente, que la está pasando mal”, dijo Massa durante su visita al partido de La Matanza, el más grande de la Provincia. “La Argentina no se merece estar peleando entre un gobierno con corrupción o un gobierno para pocos. Nuestra verdadera pelea es para que se ponga en marcha la economía”, marcó posición.
SEBASTIÁN AULICINO – Diario Río Negro