Hace varias semanas vecinos de El Carril se asentaron en terrenos de La Merced.Están ubicados justo al lado de las vías en los alrededores de la carpa de La Florida
Una de las mujeres okupas, junto a una de sus hijas, en el terreno ubicado al lado de las vías.
Desde hace varias semanas familias ocuparon terrenos fiscales contiguos a las vías abandonas del ramal C-13, casi al lado del río Rosario, pero en la margen norte en jurisdicción de La Merced, otro municipio y hasta otro departamento.
Los usurpadores dicen, en su descargo, que los finqueros hacen lo mismo con las tierras ferroviarias y nadie dice nada.
Hace cuarenta días, cinco familias carentes de todo tipo de recursos levantaron sus precarias taperas en la zona de La Florida.
Es una franja de terreno de unos 10 metros de ancho por unos 300 de largo, a un costado de un canal que corre paralelo a las abandonadas vías del ramal C-13.
Es la conocida intersección de la ruta provincial 36 y la ruta nacional 68. Ahí, con niños, y los pocos enseres que poseen, levantaron con cartones, plásticos y bloques sobrepuestos sin argamasa sus moradas. No tienen agua ni luz.
Dicen que no son usurpadores de terrenos privados, que actuaron obligados por la necesidad de un techo propio y que no les alcanza para alquilar.
En esta zona hubo casos de familias de La Merced que ingresaron a estos terrenos hace muchos años atrás, pero solicitaron la tenencia provisoria a la nación por medio de la comuna mercedeña y así se quedaron viviendo en el lugar.
La nueva historia es distinta pero análoga por las carencias y penurias que alegan las familias asentadas.
Silvia vive allí con dos hijos pequeños que no pasan los 10 años. Recibe un subsidio de 2.700 pesos al mes. Ella reconoce que es de El Carril y que tuvo que tomar esta determinación porque no le alcanzaba para pagar el alquiler y menos para mantener a sus hijos.
«En la Municipalidad de El Carril me dijeron que podían ayudarme pagando dos meses una piecita. Pero después, debía seguir pagando yo el alquiler. Con 2.700 pesos no me va a alcanzar. Un alquiler está entre 2 a 3 mil pesos por mes. Por eso tuve que venir a meterme en esta zona de La Merced, como lo hicieron las otras familias», contó a El Tribuno.
Dijo que su hermana le avisó de estos terrenos y sin pensarlo se vino a asentar. En El Carril no hay terrenos disponibles al lado del viejo ramal ferroviario porque está alambrado por los finqueros.
«Los propietarios de fincas corrieron los alambres y las vías quedaron adentro de sus propiedades. Si eso no es usurpación que alguien nos explique cómo lo hicieron y nadie dijo nada. Yo pagaría me terrenito. Como lo hacen en otros loteos municipales. Pero pagar un alquiler es imposible para mí», reiteró con aflicción y tristeza de mostrar sus miserias.
«Son de allá»
De las cinco familias, cuatro son de El Carril y una es de La Merced. Para el jefe comunal de El Carril, Esteban D’Andrea esta situación fue provocada con algún fin político por personas inescrupulosas.
«Hay gente extraña detrás de todo esto. Ofrecimos nuestra ayuda, pero ellos insisten en usurpar esa zona de La Merced. Nosotros no podemos prestarnos a estos manoseos políticos de algunos, que se aprovechan de la necesidad de los demás», dijo el jefe comunal.
Del otro lado del río Rosario, el intendente Juan Ángel Pérez, advirtió que el problema de estos vecinos debe ser resuelto por el intendente de la localidad de donde vienen.
«Podrían haber tomado tierras de El Carril y no de La Merced. No sé qué quiere esta gente. Nosotros ya tenemos estos mismos problemas con gente de La Merced».
«Yo no sé qué intensión tienen para que se meta gente con estas necesidades y de otras localidades. Deberían pedir ayuda a su municipio», comentó el jefe comunal.
Y agregó: «Vamos a buscar soluciones a la gente que es de La Merced. Los casos que tenemos de familias con falta de viviendas y con necesidades urgentes los estamos ayudando a hacer sus papeles en tierra y hábitat. Por eso no tenemos usurpaciones».
Pérez aclaró que en el mismo lugar, a la vera del río y cerca de la carpa, hay familias con sus terrenos y con papeles desde hace muchos años
Jaime Barrera – El Tribuno