En campaña se transforman en periodistas ad hoc para «mostrar» el apocalipsis argento + El «rompe, paga» al fin se aplica en el Estado + La bici ya no es sólo financiera: ahora tiene su propio organismo oficial + Los legisladores hicieron saltar el ítem banca.
Si tiran el búmeran, vuelve. Como cualquier red social, Twitter es un mundo en sí mismo. Bah, un microclima. Una parte, no el todo. Sin embargo, el uso que otrora usuarios pocos diestros en estas herramientas solían desdeñar, hoy lo utilizan para bombardear con lo que podríamos llamar el noticiero paralelo. Con el simple -y gratuito- recurso de linkear notas ajenas, por lo general críticas del gobierno actual (¿no era que los medios y, por ende, sus periodistas somos todos oficialistas en la era posK?), le dan forma a un apocalipsis argento del que ellos, en las antípodas mismas del memorioso Funes de Borges, nunca nada tienen que ver. Si los sabremos los argentinos, la desmemoria es un virus tan contagioso como peligroso. De la misma manera que lo es decir acríticamente que está todo bien cuando es claro y evidente que no es así. Se podrían citar al respecto más de una encuesta (advirtiendo, por supuesto, quién la encargó) para certificar esa apreciación, pero nada mejor que un «macroclima» como la calle misma para testearlo. Allí, no media el prejuicio que actúa cuando opinamos en base a lo que dijo tal o cual político, medio o gobernante. Pesa la realidad «real». Para cerrar la idea inicial, el muy burdo y chicanesco uso de las noticias negativas es, en un punto, un búmeran que les puede dar en la frente a más de uno al mejor estilo Tres Chiflados. Deberían saber que a quien ellos creen estar «informando», no son los principales consumidores de Twitter. En realidad, están llegando a quienes en su mayoría producen esas noticias que tanto los excita. Conclusión: la única (pos)verdad es la realidad. Y no está allí.
Rubén Valle@EsRubenValle – MDZ on line