La Adela, CIPSA no produce desde hace cuatro años y aprecia inevitable el cierre. Hay 16 puestos laborales en juego, entre ellos el de Juan Ramón Barrionuevo, hoy en uso de licencia.
Desde la subsecretaría de Industria pampeana se trabaja para dar respuestas a algunos de los pedidos de los empresarios hasta que llegue la época estival. / Foto:
“Tengo un sentimiento encontrado. No me siento bien y no lo puedo negar”.
Lo dijo Juan Ramón Barrionuevo, jefe comunal de La Adela, una localidad que, tras los incendios del último verano que consumieron más del 50% del millón de hectáreas del departamento de Caleu Caleu, tiene por delante otra crisis por el (inminente) cierre de una de las empresas emblemáticas, la Compañía Industrial Progreso SA (CIPSA).
“Escuché la postura de los empleados, que son mis compañeros; y también la de la empresa, que son mis empleadores. Es una situación difícil de resolver”, agregó.
Barrionuevo es intendente de La Adela desde diciembre de 2005, pero pertenece a CIPSA —hoy en uso de licencia— desde 1995.
Juan Ramón Barrionuevo, intendente de La Adela. / Foto: impactocastex.com
La empresa, que no está en actividades, despidió el año pasado a 10 trabajadores, en tanto que ahora presentó un programa de crisis que preveía el despido de los 16 restantes operarios, entre ellos el jefe comunal y su hermano Esteban Nemecio Barrionuevo, quien también es funcionario comunal. Estaba dispuesta a pagar el 50% de la indemnización, en 12 cuotas.
“Los directivos sostienen que no tienen materia prima para seguir. Dicen que por eso se ven obligados a cerrar las puertas, pero hay que tener en cuenta también que están instalados por una concesión en un sitio que pertenece a la Provincia (de La Pampa)”, comentó.
Barrionuevo dijo que el Gobierno de Carlos Verna escuchó a los directivos de la salinera, donde se planteó la imposibilidad de continuar con el negocio por los 4 años sin cosecha, por los altos costos que la producción conlleva y por los inconvenientes en la comercialización.
“La Provincia quiere sostener esa mano de obra, más allá de que hoy los empleados van todos los días, como siempre y cobran sus sueldos, pero no dejan de sentir que en cualquier momento les puede llegar el telegrama (de despido)”, sostuvo Barrionuevo.
“Ellos insisten en cobrar el 100% de las indemnizaciones y en un solo pago”, agregó.
“Hay empleados, con los que he compartido mucho tiempo, que acumulan entre 30 y 40 años de servicio. Tienen alrededor de 55/60 años, y quedarían en la calle con todo lo que representa hoy poder insertarse a esa edad en el mercado laboral”, dijo.
Manifestaciones de empleados de CIPSA. / Foto: laarena.com
Los empleados siguen cobrando de CIPSA SA los sueldos mensuales correspondientes, que oscilan entre los 15.000 y los 17.000 pesos, dependiendo la categoría y la antigüedad.
“Sí puedo decir, aunque extraoficialmente, que podría haber alguna solución para que se pueden sostener esas 16 familias hasta, por lo menos, fin de este año, que es cuando normalmente se pueden hacer las extracciones”, aseveró.
“¿Si la situación de la empresa es de no retorno? No es lo que queremos, claro”, añadió Barrionuevo.
Desde la subsecretaría de Industria de la Provincia de La Pampa se trabaja para dar respuestas a algunos de los pedidos de los empresarios hasta que llegue la época estival, cuando se espera una reactivación en la salina.
En tal sentido, se apunta a líneas de crédito a tasas subsidiadas a través del Banco de La Pampa, así como un aporte para lograr una suerte de flexibilización laboral que evite despidos.
Las reuniones para buscar un punto en común seguirán estas semanas. Pero el caso de CIPSA no es el único.
Una industria en problemas
“Hay una crisis en el sector”, admitió el intendente Barrionuevo.
“CIPSA hace cuatro años que no produce. Aquí normalmente se extraen entre 60 y 70.000 toneladas anuales, con picos de 100.000 Tns. Con estas cifras se puede trabajar con stock y pasar casi todo el año, o más», manifestó.
«Durante los últimos tres años CIPSA trabajó a cuentagotas y con el aporte de un colega, que le prestó producción”, contó.
Barrionuevo también dijo que, desde la localidad de Puelches, existe la posibilidad de que CIPSA pueda producir, pero no tendría ventajas comparativas por el tema de los fletes.
“No da para comprar y producirla (a la sal), ya que CIPSA trabaja con embolsado grande y no chico, como sí lo hacen otras empresas y hacen la diferencia ahí”, aclaró.
La huella del cambio climático
* Coyuntura: En La Adela existen unos 40 puestos laborales relacionados —en forma directa— con la industria salinera. La mayoría de ellos pertenecen a Proinsal, la otra firma de la localidad.
* Proceso: “Este es un proceso de trabajo natural. La laguna que se explota necesita agua y luego, con el secado por el calor de la temporada de verano, se logra la cristalización, se hace la sal y se la extrae”, dijo Barrionuevo.
El intendente Barrionuevo, cuando el último 5 de enero último recibió al ministro de Ambiente de la Nación, Sergio Bergman. Los incendios ya habían consumido el 50% del departamento. / Foto: Archivo La Nueva.
* Después de la seca: “Lo que ha sucedido en estos últimos años es que llovió muchísimo; incluso, la última temporada fue peor que nunca, con la paradoja de venir de una profunda seca que impidió trabajar en la laguna. Está claro que la crisis también es producto de una cuestión climatológica que, según dicen, se prolongará”, argumentó.
El futuro de la empresa
* Destino: La sal de la empresa CIPSA SA —con escritorio en avenida Belgrano 1670 de la CABA y depósito en Sitio de Montevideo 2548 de Lanús—, tenía destino en distintas plazas del país.
* Tiempos: “Este es otro tema complicado: volver a captar a los clientes perdidos es muy difícil. Además, después de estar parado no es sencillo el regreso, porque no es sólo extraer y empezar a producir al otro día. Se extrae el material, y se requieren entre 6 y 8 meses para retomar”, recordó el intendente Juan Barrionuevo.
Guillermo D Rueda grueda@lanueva.com – La Nueva Provincia (Agencia Coronel Dorrego)