Hay un grupo de históricos feriantes que reclama desde hace años una regulación de las ferias informales. En el Concejo existen distintas iniciativas. La que más había avanzado a comienzos de año es una del edil Eduardo Toniolli, que cuenta con el aval de otros bloques y del propio titular de la comisión de Producción, Martín Rosúa, donde sigue a la espera de despacho.
Desde el año pasado este grupo de feriantes que trabaja en distintos mercados informales de Rosario se reúne regularmente para para organizarse y esperar el tratamiento del proyecto.
Según datos de los vendedores y del municipio, en la ciudad hay entre 3 mil y 4 mil hogares que se mantienen parcial o totalmente con la actividad en unas 20 ferias que se arman en los barrios.
La mayoría de ellos, alrededor del 90 por ciento de los puestos, vende objetos recuperados a través del cirujeo y, a diferencia de lo que ocurre entre los puestos callejeros del centro, la reventa de artículos textiles, juguetes o novedades representa a una minoría de puestos.La propuesta de Toniolli apunta a que las ferias informales (las que no funcionan bajo el paraguas de las secretarías de Economía Social y de Cultura) queden dentro de un «marco de regulación» en lo que hace a emplazamiento, ocupación del espacio público, días y horarios de funcionamiento y legalidad de oferta.
«En Rosario las ferias muestran un funcionamiento muy fluctuante: según el momento económico, aparecen y desaparecen», explicó Toniolli, para recordar que nacieron al calor de la peor crisis argentina, en el 2001, bajo la forma del trueque.
El edil sostuvo que «algo hay que hacer con esos núcleos de trabajadores que están en la vía pública», lo que implica «reconocerles derechos» y a la vez exigirles el cumplimiento de «ciertas reglas» para, por ejemplo, «evitar situaciones anómalas, ilegales o que signifiquen conflictos de convivencia con los vecinos».Entre ellas, la reventa de animales y productos truchos o robados, la apropiación abusiva del espacio público (como las plazas) o la competencia desleal con los negocios barriales
– La Capital de Rosario