Las definiciones, si ya se tomaron, se guardan bajo siete llaves. Los comentarios se esparcen cada vez con mayor volumen y algunos se transforman en verdades de pasillo. Con ese nivel de incertidumbre se viven las horas previas al cierre de listas en el kirchnerismo de la provincia de Buenos Aires.
El dato más importante quedará confirmado de hecho pasado mañana, cuando Cristina Kirchner cierre el acto de lanzamiento de Unidad Ciudadana. La ex presidenta encabezará la boleta para el Senado, con el respaldo del kirchenrismo y de más de 40 intendentes.
Los jefes comunales tendrán el control de las listas para la Legislatura provincial y mayor injerencia que en el pasado en la confección de las boletas nacionales. Ésa es la característica distintiva de este cierre de listas.
Más notas para entender este tema
El kirchnerismo se enfrentará al PJ clásico en la mitad de las provincias
Randazzo evitará criticar a Cristina
De hecho, coincidieron varios dirigentes consultados, el primer lugar de la nómina para la Cámara de Diputados lo ocupará un intendente o alguien elegido por los intendentes. Se menciona a Fernando Espinoza, ex jefe comunal de La Matanza y presidente del PJ bonaerense.
Otra incógnita es quién la acompañará en la boleta para la Cámara alta. «¿Por qué no otra mujer?», se preguntó un dirigente del espacio y se animó a ubicar en ese lugar a la diputada Juliana Di Tullio. El cupo femenino exige que al menos uno de los dos lugares sea para una mujer, pero no reserva un porcentaje mínimo para los hombres.
Se diera o no esa jugada atrevida, Di Tullio tendría un lugar asegurado en las listas, como candidata al Senado o a la Cámara de Diputados, donde ejerció dos años como jefa de la bancada kirchnerista.
Menos cierto es el destino del resto de los diputados de la vieja guardia K, los que cumplen su tercer período como legisladores. De ese grupo, también podrían estar en los primeros doce lugares de la boleta para Diputados Héctor Recalde, Diana Conti y Teresa García.
Dirigentes de segunda línea de La Cámpora también tendrían al menos dos lugares asegurados, mientras que uno o dos renglones le corresponderían al resto de las agrupaciones cristinistas, como Kolina, Nuevo Encuentro y Frente Grande.
En el reparto también se tendrá en cuenta a la pata sindical del nuevo armado cristinista, encabezado por el bancario Sergio Palazzo, de la Corriente Federal.
Otra mujer que aparece en la rueda de la fortuna electoral es la diputada Dulce Granados. Su esposo, el intendente de Ezeiza, Alejandro Granados, es un antikirchnerista declarado. Pero ella llevó a la última reunión con Cristina en el Instituto Patria la noticia de que el peronismo del distrito compartirá boleta con la ex presidenta.
En la Ciudad de Buenos Aires, el panorama es más claro, aunque todavía falta definir quién encabezará la lista de Unidad Porteña, el frente que reúne al kirchnerismo, el PJ y agrupaciones de izquierda. Por pedido de Cristina la lista para Diputados será encabezado por una mujer, seguida por Daniel Filmus y Juan Cabandié. Para el primer lugar se menciona a Gabriela Cerruti, Alicia Castro y Graciana Peñafort.
Urtubey: «El FPV es pasado»
El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, consideró ayer que el kirchnerismo «es el pasado» y que al peronismo le va a ir bien en las próximas elecciones de octubre, porque «podrá expresarle de a la sociedad de qué manera acompañará a la gente».
En el marco del aniversario de la muerte del general Martín Miguel de Güemes, Urtubey agregó: «En esta elección en alguna medida se revalidará o se renovará la dirigencia en cada una de las provincias, y después, sobre esa base, reconstruiremos lo que haya que construir» de cara al 2019.
Gabriel Sued – LA NACION