Es la una de la tarde del martes y en la vereda de la Legislatura, en 7 entre 51 y 53, casi no queda espacio para caminar entre la gente que espera el micro y el medio centenar de vendedores ambulantes que hacen de las rejas del Palacio su vidriera. Pese a la tranquilidad con la que los vendedores exhiben desde golosinas hasta cuchillos, los inspectores de la Municipalidad aseguran que apenas una hora antes habían logrado “sacarlos a todos” de ese lugar.
Esa pasarela céntrica de la Ciudad resulta clave para los vendedores informales porque se garantizan que sus productos sean vistos por una multitud de potenciales clientes, muchos de los cuales aguardan el micro en las paradas.
Como si se tratara de un shopping a cielo abierto, se encuentra de todo: carteras, billeteras, bijouterie, anteojos de sol y de aumento, bufandas, golosinas, pan relleno, cuchillos, láminas con las tablas de multiplicar y hasta sábanas.
Convencido de que hacia el mediodía ya no quedaban vendedores ambulantes en esa zona del microcentro, el titular del área de Convivencia y Control Ciudadano de la Municipalidad de La Plata, Roberto Di Grazia señala que el de la venta ambulante es un problema que tiene que ser atacado desde varios frentes.
“Se hizo un operativo a las 12, pero se ve que volvieron, vamos a tener que dejar personal apostado en esa zona para evitar que se reinstalen”, asegura el funcionario y anticipa que hoy se montará un operativo de control en la Plaza San Martín.
“Estamos detrás del tema de la venta ambulante”, agrega. La idea de las autoridades comunales es que en los operativos contra la venta ilegal también intervengan agentes de ARBA, de AFIP y hasta miembros de las fuerzas de seguridad.
Además Di Grazia explica que la solución debe buscarse en conjunto con otras áreas públicas y que debe contemplarse que toda la gente que se dedica a esa actividad informal “se inserten” en el mercado laboral.
“Hay que encontrar una salida para que puedan ganarse la vida”, apuntó el funcionario.
Con tono crítico, los comerciantes del micro centro piden que continúen con los controles. “Nos asfixian con los servicios, con los impuestos y hasta con el aumento en el alquiler de los locales, no cierro el comercio solo porque me resulta más caro darlo de baja que mantenerlo abierto”, aseguró un comerciante del rubro textil.
Según información de la Municipalidad, con distintos operativos, en plaza San Martín logró bajarse el número de vendedores ambulantes de 200 a 50. En las veredas de la Legislatura, en tanto, se contabilizaron unos 65 vendedores informales.
La venta ilegal en la Ciudad, se sabe, experimenta un desborde que se ha traducido en una proliferación de rubros y escenarios.
Tanto en los puestos ambulantes como en las denominadas “saladitas” puede adquirirse desde ropa -usada o nueva- hasta comida -frutas, verduras, empanadas, chipá, tartas, miel- pasando por accesorios para el hogar y los celulares, dvds pirateados, paraguas, pañuelos, relojes, bijouterie y marroquinería.
Recientes informes han detallado que el rubro indumentaria y calzado es “uno de los más comercializados”, seguido por alimentos y bebidas, que abarcaron el 27,9% y el 22,0% del total, respectivamente.
Como es sabido, por lo general, las transacciones callejeras se realizan por fuera de toda norma: no pagan impuestos; ocupan el espacio público; no entregan facturas ni hacen aportes de ningún tipo.
ENTRE LAS MAS PERJUDICADAS
Como se informó días atrás, La Plata está entre las 5 ciudades más perjudicadas por la venta ilegal, ya sea a través de las “saladitas” o de los “manteros”.
El relevamiento, llevado a cabo por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), indica que la facturación de mercadería “trucha” alcanzó en mayo en todo el país los $5.958 millones, lo que implica un aumento del 7,2% en relación a agosto de 2016.
El sondeo fue realizado en 465 ciudades argentinas, donde se detectaron en mayo 662 saladitas en 110 localidades, 6 más que en la anterior medición de agosto.
De acuerdo al informe, la Ciudad de Buenos Aires, el partido de Lomas de Zamora, San Salvador de Jujuy, y las localidades bonaerenses de La Matanza, La Plata y Florencio Varela fueron en mayo los lugares con mayor cantidad de vendedores ilegales.
La venta ambulante está regulada por ordenanza desde 1994, pero la aplicación de esa norma es discontinua y deficiente
La Plata está en el “top 5” del ranking: aquí hay registrados 3.100 puestos (el récord histórico es de 5.800) que se distribuyen entre manteros y “saladitas”.
Para La Plata, desde CAME aseguran que los operativos conjuntos entre el municipio, la AFIP, migraciones, ARBA y las cámaras locales con cierta periodicidad, “están teniendo efecto” y sobre todo en la modalidad manteros se advirtió “cierto descenso en los últimos meses”.
No obstante, el informe indica que la cantidad de vendedores informales (manteros y en saladitas) cayó en ese lapso 2,3%.
465
Son las ciudades del país en las que se realizó el relevamiento de la venta clandestina de CAME. Y en ese ranking La Plata se metió en el “top five”
3.100
Son los puestos que se detectaron en la Ciudad. La cifra es menor a la del último relevamiento, cuando en un pico histórico se detectaron 5 mil entre manteros y “saladitas”
5.958
Son los millones de pesos que facturó el comercio ilegal en mayo en el país
9.952
Son los puestos ilegales que se detectaron en la capital federal
– El Día