Córdoba. Carteles dañados, invitación a perderse en la ciudad

En algunas zonas se observan nombres de arterias cambiados y transformados en palabras insultantes. En la avenida Chacabuco, por ejemplo, uno de los caños que señalizan la dirección del tránsito a metros de la plaza España quedó doblado y luce así desde hace algún tiempo.

El “puente Darío y Maxi” no es uno nuevo, sino el conocido puente Centenario, que atraviesa el río Suquía en la ciudad de Córdoba.

Como este, muchos carteles señalizadores con los nombres de calles y su numeración sufren el vandalismo y dejan a merced del GPS (para quien lo tiene) para ubicarse en el entramado urbano de barrios, avenidas, calles interiores y plazas.

Los carteles “intervenidos” con pintura, la numeración alterada, anulada o borroneada, la dirección del cartel modificada o los postes doblados o tumbados son parte de la postal urbana.

Hay ejemplos de vandalismo en la zona céntrica (alrededor de la Plaza de la Intendencia y frente a la Municipalidad), La Cañada y bulevar San Juan, plaza España, en Ciudad Universitaria, Ambrosio Olmos, avenida Yrigoyen, en calles de barrios Jardín, Santa Rita, Rogelio Martínez y Nueva Córdoba.
En muchos casos, los carteles señalizadores de calles tienen pintadas, dibujos, iniciales o garabatos. En otros, lucen despintados y herrumbrados desde hace años, torcidos, sucios o en situación de abandono.

En algunas zonas se observan nombres de arterias cambiados y transformados en palabras insultantes. En la avenida Chacabuco, por ejemplo, uno de los caños que señalizan la dirección del tránsito a metros de la plaza España quedó doblado y luce así desde hace algún tiempo.

Según el subsecretario de Tránsito municipal, Pablo Farías, las diversas marchas que se realizan en la ciudad dejan a su paso daños en la señalética.“Nadie fue, nadie vio nada”, se queja el funcionario sobre los daños y confiesa que su área no tiene un relevamiento actualizado de la cantidad de postes o de señalética dañada.

El delegado de los empleados municipales de Señalamiento, Osvaldo Pereyra, sí tiene una cuenta, aunque bastante incompleta, sobre los carteles dañados en lista de reparación. Son 187, según el delegado, los “carteles verticales” que se deben reponer.

Pero su área trabaja a reglamento por el conflicto con el Ejecutivo municipal por la difusión de sueldos, por lo cual el relevamiento no se completó.

Falta de recursos para reponer lo que se rompe. El subsecretario de Tránsito Farías argumentó que los carteles se reparan, aunque aclaró que “no hay materiales infinitos para cambiar todo lo que se rompe”. “El Estado tampoco tiene recursos ilimitados”, dice.

Por Federico Noguera – La Voz del Interior