El aumento de la demanda social tiene sus propios medidores en Viedma. Basta con recorrer el albergue “El Buen Samaritano” que ofrece la Iglesia junto con otras entidades y la comunidad en general en la capital rionegrina a personas que se encuentran en situación de calle. Junto a esto está también la Heladera Solidaria y el Banco de Alimentos que Cáritas de la Parroquia de la Merced ofrece a personas que se encuentran en situación de alta vulnerabilidad.
El albergue con una capacidad para 16 personas, ubicado en los salones parroquiales al lado de la catedral, garantiza pasar la fría noche bajo techo con cena, una cama, un sanitario donde bañarse con agua caliente y el desayuno. Allí concurren a diario entre 14 y 16 personas, la mayoría hombres de entre 20 y 50.
La casa parroquial cumple el cometido de ser espacio de albergue para algunas situaciones especiales que aparecen como el reciente caso de una mujer mayor que vino a Viedma para realizar unos trámites que demoraron y se quedó sin dinero.
Importante aumento de la demanda social en Viedma
El salón está ubicado junto a la catedral. (Marcelo Ochoa)
Si bien estas puertas están abiertas para quienes no tienen donde ir se deben cumplir con normas de convivencia. No pueden ingresar personas alcoholizadas ni bajo los efectos de ninguna sustancia que pueda alterar el respeto necesario por el otro. También se debe cumplir con el horario de 20.30 a las nueve de la mañana.
En este lugar no sólo se les da de comer y refugio sino que a través de un equipo voluntario integrado por una psicopedagoga, trajabajadora social y orientadora se los acompaña para que se puedan ubicar en la sociedad con un trabajo, comenzar un tratamiento de enfermedades si lo necesitan y hasta en la tramitación del DNI. En definitiva, entregarles herramientas para que puedan construir su propio medio de vida. “Algunos ya consiguieron trabajo, aunque sean changas.
Estar en situación de calle pone de manifiesto otros problemas como la falta de trabajo, el corte de vínculos familiares, la adicción a determinadas sustancias, la falta de afecto y contención ante una vida marcada por muchas heridas”, sostuvo el párroco Luis García.
Importante aumento de la demanda social en Viedma
En el lugar también funciona una heladera solidaria. (Marcelo Ochoa)
Por otra parte la heladera solidaria ofrece el desayuno y el almuerzo diario a personas también en situación de calle o de extrema necesidad. Entre 40 y 50 por día. En algunas oportunidades concurren familias enteras desde los barrios más alejados del centro.
A estos aportes se suma el Banco de Alimentos que está ubicado en la capilla Virgen Misionera que se levanta en los barrios América y 20 de Junio. Desde allí la Iglesia atiende a 180 familias en situación de riesgo con un módulo mensual de alimentos que se nutre de la donación de la comunidad.
Los primeros sábados y domingos de cada mes cada capilla de los distintos barrios que integran la Parroquia de la Merced está organizada para reunir diferentes alimentos: arroz en Virgen Misionera; azúcar en Zatti; leche en Catedral; fideos en San Cayetano; aceite en San Nicolás y harina en Pío X.
Con estos aportes se preparan los módulos que son entregados a las 180 familias. El párroco destacó que la mayor demanda se advierte en el Banco de Alimentos, mientras que en el albergue se aprecia una mayor concurrencia de personas en situación de calle “producto del frío y la situación social que empeora”, consideró García.
Con el albergue colaboran el municipio de Viedma con el mantenimiento, la parroquia con el lugar y la coordinación, Desarrollo Social de la provincia con el pago de becas a las personas que colaboran, el hospital Zatti con la atención de las personas que son derivadas, la cooperadora del nosocomio con la administración de los fondos y Nación con el aporte de una cocina industrial, una heladera, lavarropas, y horno pizzero que aún no fueron recibidos.
ESTELA JORQUERA – Diario Río Negro