Cualquier ciudadano que ingresa al sitio oficial de la Municipalidad de Rosario (rosario.gob.ar) puede acceder al listado completo de sus empleados, funcionarios y autoridades, y saber cuáles son sus sueldos.
Cualquier ciudadano que ingresa al sitio oficial de la Municipalidad de Rosario (rosario.gob.ar) puede acceder al listado completo de sus empleados, funcionarios y autoridades, y saber cuáles son sus sueldos. La intendenta Mónica Fein, por ejemplo, cobra mensualmente de bolsillo 79.427,20 pesos. Obtener similar información del Concejo Municipal es misión imposible. Al menos en su página web (concejorosario.gov.ar) nada dice sobre cuánto perciben los ediles. Sólo está publicado un listado del personal que data de tres años atrás: junio de 2014. No sólo eso. Es imposible encontrar información sobre los expedientes que está tratando, las declaraciones juradas de los concejales o los gastos de publicidad que realizan el cuerpo y sus integrantes. Transparencia, acceso a la información pública y rendición de cuentas son tres condiciones indispensables para afianzar la confianza de los ciudadanos en sus gobernantes y representantes.
Así, la ONG Observatorio Legislativo Local presentó el martes pasado en Rosario un plan que apunta a que la información pública esté al alcance de la ciudadanía. Y para ello identificó «los 10 puntos para ser un concejal transparente». Estos son: promover procesos legislativos participativos y abiertos, y publicar información de contacto (e-mail y teléfono), recibo de sueldo (actualizarlo mensualmente), subsidios entregados (importe y nombre de persona o institución), currículum vitae (detallando actividades previas y actuales en el sector público y privado), gastos de publicidad (importes, medios, motivos), información de gestión (proyectos presentados, asistencia a comisiones y sesiones), declaraciones juradas (presentarlas y difundirlas en tiempo y forma), información de asesores (nombres y temas en los que asesoran) y agenda de reuniones (fecha, hora, lugar, temario y participantes).
«Buscamos un Concejo con datos abiertos y transparente. La mayoría de los ediles no tiene una cultura de apertura de la información, da la sensación de que no la consideran importante», afirma el director del Observatorio, Miguel Cánaves.
Según el relevamiento que realizó esta ONG, en la página web del Concejo hay muy poca información de los ediles. El 50 por ciento de los concejales (14) no tiene publicado el mail de contacto, y muchos ni siquiera un currículum vitae completo. El 100% tiene Facebook y sólo una edila (Marina Magnani) no posee Twitter. Ambas redes sociales son muy utilizadas por los políticos porque permiten la difusión y promoción de sus actividades, pero sólo 15 de los 28 ediles tienen página web, que posibilita volcar información más compleja y de fondo.
Incluso, si un ciudadano quiere averiguar en el sitio digital del Concejo qué expedientes está tramitando el cuerpo se quedará con las ganas, ya que el archivo está totalmente desactualizado.
También deberían difundirse los viajes que realizan los concejales en su carácter de tales. La ciudadanía tiene el derecho a conocer los destinos, los motivos y quiénes los financian. Aunque no lo dan a conocer, hay ediles, por ejemplo, que participan de «tours políticos» a distintos países (EEUU, Canadá, Nueva Zelanda y Australia, principalmente) invitados por las dos entidades que manejan gran parte de la agenda de viajes al exterior de los políticos argentinos: la Red de Acción Política y la Fundación Universitaria del Río de la Plata.
Pero hacer públicas sus declaraciones juradas y recibos de sueldos son los dos puntos para ser «un concejal transparente» en los que más están en falta los ediles, según el relevamiento del Observatorio. Sin embargo, Cánaves destaca que de los 28 concejales, los tres de Ciudad Futura «son de hecho los que más cumplen estas recomendaciones, son los que publican la información más completa». Justamente los representantes de esta fuerza política tienen un portal en internet en el que exponen en detalle el presupuesto que tienen, cuánto ganan, donaciones, subsidios que entregan, proyectos que presentan y las reuniones y audiencias que mantienen.
Los poderes del Estado deberían poner a disposición de la ciudadanía en sus sitios digitales toda la información y cada paso que dan. Los datos públicos abiertos incrementan la transparencia, contribuyen a la lucha contra la corrupción y promueven la participación de los ciudadanos para incidir en las políticas públicas.
por Adrián Gerber – La Capital