“Un vaso de agua no se le niega a nadie”, declara un dicho popular, y en eso se basaron los diputados de Libres del Sur para crear una ley que ya fue promulgada y que obliga a los restaurantes de la provincia a ofrecer agua potable de forma gratuita a todos sus clientes.
La Ley 3064, que fue publicada el viernes en el Boletín Oficial, establece que todos los locales dedicados al rubro gastronómico deberán ofrecer, sin petición previa, agua en cantidad suficiente. Además, tendrán la obligación de colocar un cartel con la leyenda: “Sr. Cliente, en este comercio usted tiene derecho a que se le provea agua potable en forma suficiente y gratuita”.
Jesús Escobar, el legislador que redactó la iniciativa, explicó que el objetivo es crear un cambio cultural cuando los vecinos salen a comer afuera y generar así un vínculo más amable y solidario entre comerciantes y clientes. “Estamos en una sociedad con actitudes violentas y con estos cambios queremos generar tratos más amigables”, señaló.
Aunque la normativa establece que la autoridad de aplicación será el Ministerio de Ciudadanía, quien tiene a su cargo el área de Defensa del Consumidor para realizar las inspecciones, Escobar aseguró que es importante que los mismos comensales se ocupen de verificar el cumplimiento.
“Va a pasar lo mismo que con la ley antitabaco, donde los mismos usuarios le marcaban al que estaba fumando en un lugar cerrado que se tenía que ir afuera”, dijo Escobar. Y aclaró: “En este caso, cuando un comercio no lo cumpla, el cliente no tendrá que denunciarlo sino simplemente pedir que el mozo le traiga agua”.
En ese sentido, el legislador reiteró que se trata más de convencer a los comerciantes que de imponer una reglamentación y que la jarra de agua sea tomada como un servicio más dentro de los gestos de hospitalidad que tienen los restoranes con sus clientes.
Si bien la práctica de pedir un vaso de agua ya estaba instalada en los comercios gastronómicos, los encargados explicaron que estos pedidos se daban sólo en casos excepcionales y que es muy raro que alguien opte por beber agua de la canilla durante todo el almuerzo o la cena.
Por eso, el diputado aseguró que la iniciativa no tendrá un impacto negativo para las ventas de los restaurantes y confiterías. “Creo que incluso sirve para ampliar el mercado y aquel que tenía el mango justo para pagar una comida y se limitaba por el costo de las bebidas, va a salir a comer”, señaló Escobar, quien aclaró que iniciará una recorrida para verificar el cumplimiento de la ley en la ciudad de Neuquén y en el interior.
La normativa fue aprobada por mayoría en la Legislatura provincial y sólo fue rechazada por el bloque del PRO. Una vez promulgada, será responsabilidad de los locales adecuarse a la norma y comenzar a colocar jarras con agua de la canilla en todas las mesas. Quienes incumplan con la norma estarán sujetos al cobro de una multa de entre 4 y 8 mil pesos.
Para Escobar, la medida será incluso beneficiosa para las localidades turísticas, donde más personas elegirán salir a comer afuera. “Hay que tener en cuenta que aquel que tiene plata para pedir vino o gaseosa, lo va a pedir igual”, concluyó.
“Será estrategia de cada restorán ver cómo aprovechar la medida y que ese dinero que no se gaste en bebida y se destine quizás a un postre”.Juan José Romero. En Viento Sur ven una oportunidad en la propuesta.
“Es un momento difícil para el sector y a muchos les va a costar enfrentar la compra del equipo para servir el agua”. Emanuel Leiva. En Casa Tinta están de acuerdo pero ponen dudas.
3064 es la ley provincial vigente aprobada por mayoría en la Legislatura neuquina.
La voz de los comerciantes
Los encargados de los locales gastronómicos de la ciudad analizaron la flamante normativa con una mezcla de optimismo y resignación. Mientras que algunos se preocuparon por el volumen de bebida que se debía proporcionar –algo que no está establecido en la ley- otros consideraron que la provisión de agua potable no afecta al negocio.
“La ley está vigente y vamos a tener que adecuarnos”, señaló Juan José Romero, a cargo de la confitería Viento Sur y el restaurante 1904. Fieles a su estilo, desde estos espacios ya analizan la elección de modernas botellas de vidrio para servir el agua, que no desentonen con la decoración del lugar.
“Quizás afecte un poco más a las ventas del mediodía, cuando comen muchas personas que sale del trabajo y prefieren no beber alcohol porque tienen que continuar con su día”, señaló.
Por su parte Emanuel Leiva, de Casa Tinta, consideró que deberían contemplarse distintas estrategias para colocar la bebida.
“Me parece positivo; en nuestros comercios siempre ofrecemos agua de la mejor manera si nos la piden”, explicó el encargado del restaurante gourmet.
Sebastian Fariña Petersen – La Mañana de Neuquén