Cristina busca ordenar al PJ y recibe a intendentes

Recibió a Secco y Ferraresi, y citó para el martes al grupo Patria; los díscolos deberán esperar o ir «de a uno»

Primero los leales, el resto que vengan «de a uno». Tras recibir en su departamento de Recoleta a los intendentes Jorge Ferraresi, de Avellaneda, y Mario Secco, de Ensenada, Cristina Kirchner prepara su agenda para ordenar la convulsionada interna del Frente para la Victoria. La primera gran cita será el próximo martes: convocó en el Instituto Patria a la veintena de jefes comunales bonaerenses más fieles que, precisamente, se definen a sí mismos como el grupo Patria.

El resto deberá armarse de paciencia. Se trata, por un lado, del grupo Fénix, un colectivo de intendentes jóvenes que sin haberse apartado del liderazgo de la ex presidenta no están dispuestos a ser teledirigidos por sus intermediarios -léase, La Cámpora- y pretenden que el peso de sus territorios sea reconocido en las listas de candidatos de las próximas elecciones.

El otro grupo es el Esmeralda, con las mismas pretensiones, pero más díscolo, hasta el punto de que tras la derrota de 2015 alentó la idea de renovar el peronismo y amagó con apoyar la candidatura de Florencio Randazzo . Pero que al calor de las encuestas decidió quedarse cerca de la ex presidenta, amplia favorita en una eventual interna.

Ambos grupos esperan que Cristina Kirchner defina su candidatura y comenzaron a exigir un careo para conocer sus intenciones. Lo hicieron luego de vaciar con escándalo la reunión del Frente para la Victoria organizada el martes por La Cámpora y el titular del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, que pretendía mostrar juntos a los intendentes con los grupos kirchneristas que no integran la estructura del PJ, como Nuevo Encuentro.

Al dar el portazo, los intendentes del Fénix y el Esmeralda apuntaron contra la presencia en el acto del ex vicepresidente Amado Boudou, el piquetero Luis D’Elía y el ex vicegobernador Gabriel Mariotto. «Impresentables», los llamaron. La maniobra molestó a Cristina.

Click Aqui
«Enojada no está, Cristina está más allá del bien y del mal. Pero no le gustó nada que algunos compañeros que sufrieron un desgaste fueran despreciados», le dijo a LA NACION Secco, que ratificó la reunión del próximo martes junto a los 20 intendentes del grupo Patria.

Se trata de gestos con los que, sin dar definiciones sobre su candidatura, Cristina muestra que está decidida a encabezar, cuanto menos, la organización estructural del Frente para la Victoria de cara a las elecciones legislativas de este año.

En diálogo con Clarín, Ferraresi agregó otro dato: dijo que la ex presidenta convocará «de a uno» a los intendentes díscolos que demandan una entrevista. La escena sería digna de un thriller, sobre todo si se tiene en cuenta el temor reverencial que la ex mandataria infunde en algunos jefes comunales.

De hecho, parte del malestar de Cristina surgió porque algunos de los intendentes que dieron el portazo el martes se mostraron menos preocupados el martes anterior, cuando la ex presidenta se presentó en la casa de Juan Cabandié.

«Más allá de lo que decida Cristina, lo que ella quiere es que el peronismo una a todos los sectores, a las organizaciones obreras y los movimientos sindicales», agregó Secco, para subrayar un punto: «Por supuesto que Cristina está de acuerdo con que haya internas, pero estamos trabajando por la unidad».

Al calor de las novedades, los intendentes del Fénix y el Esmeralda suspendieron la reunión que tenían prevista para hoy en Escobar. No desean seguir agitando el avispero, pero insisten en preguntar si Cristina Kirchner será o no candidata. Si el kirchnerismo elige otro postulante, algunos piensan en acompañar a Randazzo.

«Especulan. Randazzo mete fichas diciendo que Cristina no va a ser candidata. Aprovecha que, de todos los hermanitos, él mide un puntito más que el resto. Pero ojo que si Cristina es candidata él queda 50 puntos bajo tierra», advirtió Secco, fiel a su estilo. «A mí me da bronca cuando algunos dicen que Cristina no va a ser candidata. ¿Por qué no va a ser?», deslizó.

La ex presidenta lleva semanas en reuniones políticas. Su intención sería ahora hacerlas cada vez más visibles y sumar invitaciones a dirigentes del sindicalismo, de las organizaciones sociales y de otras corrientes del PJ. Seguir enviando señales, pero estirar la incógnita central hasta el final.

Marcelo Veneranda – LA NACION