San Carlos y Animaná lanzaron el programa Eco Jueves, día en que los vecinos deben sacar los residuos reciclables.
El ejemplo de una cooperativa de reciclaje encabezada por mujeres genera conciencia ambiental en las comunidades de los Valles Calchaquíes. Se trata de un emprendimiento que se desarrolla en el consorcio de residuos local. Participan diez jóvenes de San Carlos, Cafayate y Animaná, que hasta hace poco más de un año se encontraban desocupados. Se animaron a emprender, enfrentaron el duro desafío y generaron su propio empleo.
Para tener noción de la importancia del reciclado y su impacto positivo en el ambiente, basta repasar los números que arroja la actividad: en aproximadamente un mes en temporada turística, la Cooperativa Valle Calchaquí Ltda. logró reciclar 17 fardos de 200 kg cada uno, que fueron transportados y comercializados en la ciudad de Salta. Esto equivale a 68.000 botellas de plástico, que de otro modo hubiesen terminado acumuladas en las trincheras ocupando 2.219 metros cúbicos de espacio. Es decir, ese volumen fue reducido ocho veces e introducido en la cadena de reciclaje, lo que genera entre otras cosas sustento para los trabajadores de la cooperativa, un importante ahorro para el Estado y un impacto ambiental en extremo positivo.
Sobre este punto en particular, vale la pena poner de relieve que las botellas de plástico tapadas con aire en su interior ocupan gran cantidad de espacio en los depósitos finales, produciendo un efecto “colchón” con el resto de la basura que impide su compactación. “Las botellas depositadas de esa manera no pueden ser aplastadas ni con una topadora, por lo que ocupan muchísimo espacio”, explicaron desde la cooperativa.
En el camino de tomar real conciencia a nivel comunitario y empresarial sobre los beneficios del reciclaje, Cafayate implementa el llamado Eco Jueves, día en que la gente saca bolsas con desechos reciclables y ahora se sumaron San Carlos y Animaná, que lanzaron los Eco Martes.
Una tarea que beneficia todos
La cooperativa obtuvo el año pasado la explotación del vertedero. Eso implica la disposición de los desechos reciclables para su comercialización y la utilización de un moderno complejo de maquinarias. El trabajo es arduo. Comienza todos los días a las 8 y termina después de las 13. Algunas veces se extiende varias horas más, ya que cuando la basura no está diferenciada la tarea se torna engorrosa. Es ahí, donde reside la necesidad de generar conciencia en toda la comunidad vallista, para facilitar la tarea.
Del consorcio de disposición final de residuos participan Cafayate, San Carlos y Animaná. La basura se deposita en un predio ubicado a 5 km de Cafayate y a unos 400 metros de la ruta 40. Al tratarse de una zona fundamentalmente turística, la gran generación de desechos es una problemática compleja. En temporada alta, Cafayate genera el 75% de volumen de basura, San Carlos el 14% y Animaná el 11%
Por Daniel Díaz – El Tribuno