El desafío de ordenar el Gran Resistencia

La falta de un adecuado planeamiento urbano siempre se traduce en una menor calidad de vida para los ciudadanos, de ahí la necesidad de que ese enorme conglomerado que es el Gran Resistencia, comience a revisar y a resolver el anárquico crecimiento que experimentó en los últimos años

Desde ese punto de vista, resulta alentador el interés que despertó la primera sesión anual del Consejo Permanente del Código de Planeamiento Urbano que se realizó en el Aula Magna de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional del Nordeste, que contó con la participación de representantes del sector público y de la actividad privada. El encuentro permitió abordar los distintos temas relacionados con la planificación que se necesita para regular el crecimiento del mayor conglomerado urbano de la provincia, que lamentablemente ha experimentado un desarrollo tan rápido como desordenado.

Es que las malas decisiones que se adoptan por la falta de un adecuado planeamiento urbano las termina pagando el conjunto de la ciudadanía, y por eso es importante que se abra el debate para avanzar en una planificación que permita controlar el crecimiento del área metropolitana, que tenga en cuenta las distintas zonas, que contemple el uso que se va a dar al suelo, las densidades y qué tipo de estructura vial es la más conveniente para los tiempos que se avecinan, donde el crecimiento explosivo del número de vehículos particulares obliga a pensar, por ejemplo, en la posibilidad de promover el uso del transporte público, lo que implica diseñar un servicio mucho más eficiente que el que se tiene en la actualidad. En ese sentido, vale rescatar la participación en esa primera sesión anual del Consejo Permanente de la cartera provincial de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial que instó a continuar trabajando en conjunto para lograr la expansión ordenada de área metropolitana, a la vez que destacó la decisión política de acompañar en el proceso de transformación urbana. Según se informó, ese Ministerio continúa asistiendo a los municipios en la tarea de planificar la expansión de las distintas localidades de la provincia, promoviendo la regularización dominial de los asentamientos urbanos y la regulación de los usos de suelos, un tema que por cierto tiene una enorme actualidad y que en el caso de la ciudad de Resistencia se expresa en los numerosos asentamientos que tuvieron lugar en los últimos años, la mayoría de ellos en condiciones precarias.

Por eso es importante también el anuncio realizado en cuanto a que el gobierno provincial tiene previsto concretar en el corto plazo el traspaso definitivo de las tierras del ex Campo de Tiro, un sector que aporta suelo urbano para la expansión del área metropolitana del Gran Resistencia, un conglomerado que crece a pasos agigantados y que necesita de una urgente regulación de su desarrollo, que debe ser pensado como una respuesta integral a los problemas de las distintas ciudades que lo componen y que tienen problemáticas que son comunes a los municipios: servicios de transporte público, ordenamiento del tránsito, sistemas pluviales y defensas contra las inundaciones, entre otras.

El planeamiento del área metropolitana debe tener en cuenta los valores, las identidades, las historias, el entorno y el paisaje de las ciudades que lo componen.

De lo que se trata es de pensar fórmulas para el crecimiento de este conglomerado urbano que permitan ordenar los intereses de los distintos sectores, tanto de los vecinos de la ciudad, como de los inversionistas que ponen en juego su capital en nuevos desarrollos, así como de los que visitan la capital chaqueña y su zona de influencia. Lo que no se debe hacer es aferrarse a la política de la inercia que deja que todo siga como está. El debate del urbanismo debe estar presente la agenda pública para lograr que mejore la habitabilidad, la prosperidad y la convivencia ciudadana en el Gran Resistencia.

– Norte Chaco