Cinco de las avenidas más caras del mundo

De Manhattan a Singapur, paseos de compras no aptos para todo público

1) Singapur: Orchard Road

Esta avenida de la ciudad-estado asiática está flanqueada por dos hileras de malls que rivalizan entre sí en arquitectura y marcas lujosas. Allí se encuentra la mayor concentración en el mundo de boutiques de Vuitton. Pero también representantes de otro lujo más discreto, como la casa italiana Missoni.

Y no es que falten centros comerciales en Singapur: al pie del espectacular hotel Marina Bay Sands, un gigantesco centro de compras de varias cuadras y varios pisos concentra lo mejor que produce la industria del lujo en Asia, América del Norte y Europa. Sin embargo, no fue suficiente para sacar a Orchard Road del pedestal como meca de las compras. En cuanto a su nombre, la avenida era originalmente el camino hacia una plantación de orquídeas. Aún quedan rastos de aquella época: en medio de enormes edificios comerciales como el de Tangs (el más antiguo, fundado en 1934) desemboca una pequeña callecita bordeada de casas tradicionales. Es un pequeño enclave que conserva el espíritu de la China tradicional que trajeron los colonos a Singapur.

2) Zürich: Bahnhofstrasse

Es tan lujosa como difícil de escribir o pronunciar para quien no domina el idioma de Goethe. O mejor dicho el idioma del educador Pestalozzi, cuya estatua está en uno de sus jardines.

En castellano es lisa y llanamente la «calle de la estación», porque empieza sobre un costado de la estación central de Zúrich. Se la conoce como la Shopping Mile, porque es una sola sucesión de vidrieras y locales de marcas internacionales, con las sedes de algunos bancos intercaladas.

Para cualquier visita, uno de los hitos de la Bahnhofstrasse es la confitería Sprüngli. La especialidad de la casa son los luxembürguelis, una versión de los macarons.

Una pequeña calle adyacente, la Rennweg, se hizo famosa por dos direcciones en particular: la del Hotel Widder (uno de los más lujosos de Suiza, que ocupa varias mansiones del Renacimiento y propone habitaciones entre paredes de varios siglos de antigüedad) y el restaurante de carnes argentinas Ojo de Bife. De vuelta en la avenida, queda todavía mucho para ver -además de las vidrieras- como el reloj animado con autómatas de la casa Kuz, en la esquina de la calle Werdmühle.

3) Nueva York: Quinta Avenida

Las dos calles más lujosas del mundo son también las más caras, tanto para los consumidores como para los comerciantes. Desde hace algunos años la Quinta Avenida de Nueva York ostenta ese título. Desplazó a su única rival, la arteria principal de Causeway Bay en la metrópolis china. Sobre ambas, los alquileres se negocian entre 25.000 y 30.000 dólares por metro cuadrado. Muy lejos, en el tercer puesto, están los Champs-Elysées parisinos, que hacen la diferencia al presentarse como la avenida más linda del mundo.

La Quinta Avenida, vidriera de Estados Unidos, sin duda no necesita presentación. Por su parte, Causeway Bay es el núcleo comercial de la ex colonia británica, donde se estableció el primer negocio inglés en lo que era un simple pueblito de pescadores en torno a 1840. Con el paso del tiempo, se confirmó como el principal barrio comercial de Hong-Kong.

4) Tokio: Omotesando

Se la considera los Champs-Elysées de Oriente. Es una ancha avenida que desemboca en la estación de Harajuku (meca de los freaks y los fans de la cultura pop japonesa) y el gran parque Yoyogi, donde el templo shinto Meiji aporta un oasis de calma y serenidad en medio de la ciudad más densamente poblada del mundo. La avenida cruza el muy comercial y transitado barrio de Shibuya. Aunque hay siempre mucha gente no se nota gracias a la extrema civilidad de los japoneses. Sin embargo, los domingos por la tarde son verdaderas mareas humanas que van y vienen por sus veredas, bajo los majestuosos zelkovas (un árbol típico de Extremo Oriente).

Muchos barrios de Tokio, como Ginza, tienen distritos de lujo impensables para muchas ciudades del mundo. Pero todas las marcas más prestigiosas quieren estar sobre Omotesando y rivalizan con sedes llamativas y logos de Tod’s, Prada, Armani o Christian Dior. Entre ellas se esconde de vez en cuando alguna tienda típicamente japonesa como la juguetería Kiddyland, un refugio de muchos Pikachu, Rilakkuma y Hello Kitty.

5) Milán: Monte Napoleone

Las marcas italianas dan el presente sobre las más emblemáticas avenidas de todas las grandes ciudades del planeta. No podían faltar en casa, allí donde todo empezó. Se trata del quadrilatero della moda, el barrio de la industria de la vestimenta de lujo de Milán.

La arteria principal es la Via Monte Napoleone, cuya traza sigue una antigua muralla de la época romana. Empezó a convertirse en la vidriera de la alta costura italiana en los años 50.

La Via Monte Napoleone es una de las calles más caras de Europa y se estima que las firmas que tienen sus sedes allí y en el Quadrilatero (las calles Pietro Verri, Sant’Andrea y della Spiga) generan por sí mismas el 12% de la riqueza de Milán.

– LA NACION