Están en marcha los troncales que permitirán el acceso de casi 200 localidades al gas natural. Pero los vecinos no podrán utilizarlos si los municipios no encaran la construcción de redes domiciliarias.
Ese proceso requiere una inversión de 15 mil pesos a 25 mil pesos por frentista y avanza muy lento.
Además, hay que adecuar las viviendas.
Según los anuncios de la Provincia, Unquillo tiene gas natural desde fin de 2015, y Río Ceballos desde junio de 2016. En efecto, esas fueron las fechas en las cuales se inauguraron las respectivas cámaras reductoras de presión de esas ciudades, luego de que pasara el gasoducto de Sierras Chicas. Pero hoy ningún vecino de esas localidades tiene gas natural.
Cuando ese gasoducto esté terminado, irá desde Mendiolaza hasta Ascochinga. A la obra troncal, que incluye hasta la construcción de la cámara reductora de presión de cada localidad, la hace la Provincia.
Pero lo concreto es que el servicio sigue muy lejos de los vecinos de ambas ciudades: los municipios no lograron poner en marcha las redes domiciliarias y, sin ellas, ninguna vivienda puede tener gas.
En similar condición se encuentra el “gasoducto manisero” del sur provincial, que llevará gas al corredor industrial que procesa el maní y a la población de las localidades de Las Acequias, Villa Reducción, Charras, Chucul, Bengolea, Olaeta y Carnerillo. En este caso, avanza el gasoducto y varios municipios ya contrataron la obra de redes domiciliarias.
Este mes, la Provincia inició, además, los primeros tramos de la megaobra de gasoductos troncales, que –en cuatro años y tras una inversión de más de 8.500 millones de pesos–permitirá que más de 700 mil cordobeses y casi la totalidad de las industrias provinciales puedan acceder al servicio de gas natural.
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Esa obra de troncales promete llevar el servicio a los habitantes de 175 pueblos y ciudades que hoy siguen cocinando con garrafas y calefaccionándose con leña o electricidad. Y otras dos decenas de localidades están en la misma condición, si se consideran los otros gasoductos en marcha. Lo concreto es que si los respectivos municipios no encuentran el modo de organizarse y de financiar las redes domiciliarias, esos habitantes del interior tampoco tendrán gas por mucho tiempo, aunque los gasoductos se completen y pasen por la ruta.
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Gestión y financiamiento
El lento avance de muchas de las administraciones municipales que ya podrían tener gas natural es una preocupación para la Provincia, que recientemente creó la Dirección General de Infraestructura, con el objetivo de acelerar ese proceso.
“El desafío es que las gestiones municipales cuenten con el asesoramiento técnico y con respaldo a nivel de financiamiento para avanzar en las redes domiciliarias. Es un proceso que requiere iniciativa de las gestiones locales y nosotros contamos con herramientas para facilitarlo”, indicó Rubén Borello, quien está a cargo de la nueva dependencia.
El funcionario recalcó que hay situaciones muy diferentes entre los municipios.
La región de Punilla –que dispone del gasoducto hace rato– es la más retrasada, y en Sierras Chicas tampoco hubo avances. Pero en otras regiones sí hay localidades que están avanzando en las redes, aun antes de disponer del gas: en la traza del gasoducto manisero, cinco de las siete localidades comprendidas ya contrataron las obras, y la localidad de Toledo se destaca por el ingenio a la hora de financiar y facilitar el acceso de los vecinos a las redes.
Todo el proceso previo a la ejecución de la red domiciliaria exige proyectos técnicos y numerosos trámites ante Ecogas. Pero, además, los municipio deben articular mecanismos de financiamiento de las obras, de modo que los vecinos tengan plazos razonables de pago.
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El costo que debe enfrentar cada frentista para el desarrollo de la red domiciliaria oscila entre los 15 mil pesos y los 25 mil pesos, dependiendo de las condiciones geográficas y de la dimensión de cada inmueble. Además, cada una de esas viviendas debe adaptar sus instalaciones al gas natural, tarea que puede demandar desde 10 mil pesos en adelante, según el tamaño de la vivienda.
“Los municipios tienen el doble desafío de proyectar y ejecutar las redes y, en paralelo, de alentar la formación de gasistas matriculados, proveer mano de obra local para las obras y coordinar con corralones y ferreterías el financiamiento para los materiales que demandará cada vivienda. Todo requiere gestión e iniciativa, pero las opciones son muchas”, indicó Borello, quien recalcó que no existe una única manera de organizar ese proceso: hay municipios que optan por formar cooperativas, otros ejecutan las obras por administración, y otros contratan empresas.
Recalcó que la Provincia creó un fondo especial para financiamiento del desarrollo de redes, que puede contribuir en la puesta en marcha de las obras, y que el Banco de Córdoba también ofrece financiamiento a los frentistas. Esas líneas de crédito existen tanto para el pago de la red como para la adaptación del domicilio al gas natural.
No obstante, esas facilidades que ofrece Bancor –15 mil pesos por frentista, por devolver en 36 cuotas de 500 pesos– se activan a medida que los municipios avanzan con los proyectos técnicos. En la inmensa mayoría de los casi 200 municipios por donde pasarán los gasoductos, nada de esto está en marcha.
54% de los hogares de la provincia tienen gas. Esa es la situación actual de provisión del servicio.
96 por ciento estará en condiciones de acceder al gas cuando estén terminados los gasoductos en marcha. Para que se concrete el acceso, los municipios deben hacer redes domiciliarias.
190 municipios son los que deben planificar, estructurar el financiamiento y ejecutar redes domiciliarias para que sus vecinos accedan al gas.
700 mil son los habitantes de pueblos y ciudades del interior que podrán acceder al gas cuando estén listos los gasoductos troncales.
10 mil millones. A esa cifra se aproxima el total de la inversión provincial en los gasoductos de Sierras Chicas, Manisero y los 10 troncales.
Lo que deben hacer los municipios
Planchita catastral. Debe detallar los establecimientos de mayor consumo potencial de gas, industrias y establecimientos críticos, y la densidad de los barrios.
Presentación en Ecogas. La empresa debe analizar el anteproyecto de las redes domiciliarias.
Ubicación de la cámara reductora de presión. El municipio debe proponer el predio para su ejecución.
Presupuesto de la obra. Luego de que Ecogas apruebe el anteproyecto, se puede calcular cuánto costará y articular las posibilidades de financiamiento.
Legislación. Cada municipio debe contar con las ordenanzas necesarias para la concreción de la obra, con los aspectos técnicos, legales y financieros.
Contratación de la obra. Definición de etapas y licitación.
Inicio de la obra. Sólo puede realizarse cuando esté completa ante Ecogas toda la documentación de adjudicación, proyecto ejecutivo, contrataciones de obra y acopio de materiales.
Por Virginia Guevara – La Voz del Interior