Rosario. Una minoría de carreros se resiste a reconvertir su actividad

El plazo para eliminar la tracción a sangre vence mañana y un sector protestó ayer ante las puertas de la Municipalidad

Enfado. Los carreros montaron una ruidosa protesta.

Carreros y cartoneros de distintos puntos de la ciudad se movilizaron ayer hasta las puertas de la Municipalidad para que se dé marcha atrás con la decisión de terminar mañana con la tracción a sangre por las calles de Rosario. Hoy volverán a protestar, pero será frente a las puertas del Concejo. Pedirán que se modifique la norma que estableció plazos vencidos hace dos años.

Tras algunos contactos informales con el Ejecutivo, varios referentes de carreros de Empalme Graneros, La Lagunita y otras zonas de ciudad, se reunieron con funcionarios de la Secretaría de Economía Social, sin llegar a un acuerdo.

Mónica Crespo, referente de la Cooperativa Cartoneros Unidos de Rosario, transmitió la negativa del Ejecutivo a modificar su postura de terminar con el uso de caballos para la recolección de basura informal. Y en la escalinata de la plaza 25 de Mayo, dijo que muchos carreros no quieren dejar sus animales porque representan su única herramienta de trabajo. «Más —añadió— en el actual contexto económico».

El Ejecutivo implementó en 2015 el programa Andando para reconvertir la tarea de recolección de basura informal, al menos de la forma actual, y para eso ofreció cursos de capacitación en oficios y algunas herramientas.

Sin embargo, los carreros volvieron a denunciar ayer que, al contrario de lo que sostienen desde el gobierno local, el plan Andando no funcionó.

El programa fue como una segunda vuelta de tuerca a la ordenanza 8.726, aprobada en 2010, que estableció un lapso de tres años para proponer, establecer y llevar adelante un plan de reconversión. Por esta razón, y la persistente presión de los grupos defensores de animales para que se cumpla la prohibición de la tracción a sangre, la intendenta Mónica Fein anunció en la apertura del período de sesiones ordinarias en el Concejo que el 31 de marzo vencerá el plazo para la recolección informal de basura con caballos.

Desde oficialismo sostienen que el plan es un éxito, ya que se adhirieron unos 1.380 carreros y que apenas son unos 200 los que no se sumaron a la propuesta.

En cambio, concejales opositores criticaron que «después de los cursos realizados por los carreros que se sumaron a la iniciativa, hoy muchos siguen esperando un trabajo en su casa y por eso otros no se inscriben».

Desde el Taller Ecologista aportaron la respuesta oficial a un pedido de informe que señala que habían ingresado en el marco del programa 769 animales, casi la mitad de lo sostenido por el oficialismo. Y reclamaron a los distintos actores «una mirada más integral de las personas y de la basura».

El concejal del Movimiento Evita, Eduardo Toniolli, planteó una especie de transición, y en caso de avanzar la aplicación de la norma en su totalidad, solicitar al gobierno nacional que los carreros y cartoneros locales puedan percibir el salario social complementario, que se prevé se pondrá en marcha en el marco de la ley de emergencia social aprobada a fin del año pasado. Puso como opción a recorrer el camino elegido por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que aportó una infraestructura que avance en un proceso de mejora de las condiciones de estas personas. Una fórmula sobre la que aún el gobierno local no tiene una única postura.

por Marcos Cicchirillo – La Capital de Rosario